Los ácidos grasos omega-3 han ganado en demanda desde que se observó que los inuit, aunque apenas comen verduras o frutas, rara vez padecen enfermedades cardíacas, alergias y cáncer. Su secreto resultó ser una dieta rica en ácidos omega-3. ¿Qué son estos ácidos misteriosos y por qué son tan importantes en la dieta de todo ser humano?
Los ácidos omega-3 pertenecen al grupo de los ácidos grasos poliinsaturados, que con razón se denominan ácidos grasos esenciales (AGE). El problema es que el cuerpo humano no puede producirlos por sí mismo. Esto significa que tenemos que proporcionárselos regularmente en su comida.
Fuentes de ácidos grasos omega-3
El verdadero tesoro de los ácidos grasos omega-3 son los pescados grasos de mar de aguas frías: fletán, salmón, arenque, bacalao, caballa, sardinas y mariscos. Puedes comerlos todos, pero los pescados de mar son valiosos precisamente por la grasa que contienen. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros comemos pescado esporádicamente o simplemente no lo comemos en absoluto. Y esto tiene un impacto negativo en nuestra condición física y mental.
Una buena fuente de ácidos grasos omega-3 también son las nueces, las semillas de lino, la soja y la colza. Desafortunadamente, bajo la influencia de la luz y el aire, este ácido se descompone dentro de las 12 horas posteriores al prensado, por lo que solo queda una pequeña cantidad en los aceites vegetales que compramos.
Importante
Una alternativa al pescado: aceite de pescado y cápsulas de omega-3
Para aquellos a los que no les gusta el pescado o comen muy poco, se han producido aceite de pescado (un extracto del hígado de, por ejemplo, bacalao) y cápsulas de omega-3 (grasa preparada adecuadamente a partir de pescado entero). Los suplementos también están destinados a personas en riesgo (o enfermas), por ejemplo, aterosclerosis, reumatismo, enfermedad de Alzheimer, así como para aquellos que desean fortalecer el cuerpo, por ejemplo, en el período de aumento de infecciones.
Sin embargo, al tomar suplementos, recuerde que la dosis diaria de ácidos grasos omega-3 no debe exceder 1 g. Sangrado de la nariz o encías, náuseas, regusto desagradable pueden indicar que tenemos demasiados. Se pueden tomar dosis más grandes de omega-3 solo en casos justificados bajo la supervisión de un médico, ya que pueden dañarnos.
Al comprar aceite de pescado, preste atención al contenido de ácidos grasos omega-3, que deben estar cerca o cubrir el requerimiento diario (es decir, 1 g). De dónde vienen es menos importante. Ya sean cartílago o cola de tiburón, es solo un truco publicitario. La descripción de la preparación debe contener información sobre a quién está destinada, por ejemplo, para niños (debe especificarse la edad), personas embarazadas o adultas, la composición exacta y la dosis, y si se realizaron pruebas para garantizar la seguridad del suplemento (certificado de pureza).
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