El funcionamiento de nuestros hemisferios cerebrales determina nuestra eficiencia intelectual y la forma en que exploramos el mundo. ¿Eres una persona ordenada y analítica, o más bien un artista espontáneo? Responde las preguntas seleccionando la respuesta que más te convenga.
Incluso en la década de 1980, la inteligencia se redujo a habilidades puramente intelectuales. Actualmente, se cree que la inteligencia entendida de esta forma interactúa con habilidades en el ámbito emocional, motivacional e interpersonal. La interacción de varias habilidades de diversas esferas de la psique humana permite el uso del potencial intelectual. Es por eso que el término "inteligencia" se usa más ampliamente en la actualidad. Los tipos más comunes son:
- Inteligencia cognitiva (o abstracta): se aplica a los sistemas naturales y artificiales. Todo se reduce a habilidades mentales como la capacidad de analizar y sintetizar información que se puede contener en forma de signos y el uso del conocimiento para los propios fines. En la práctica, incluye la capacidad de asociar hechos, realizar transformaciones lingüísticas simples y realizar operaciones lógicas. Esta inteligencia se puede programar, ampliar y también medir con pruebas especiales.
- inteligencia verbal: la capacidad de formular declaraciones, encontrar palabras de manera rápida y adecuada, comprender bien el texto hablado o escrito.
- Inteligencia emocional: consiste principalmente en la capacidad de lidiar con sus emociones, nombrarlas y notar e influir en las emociones de los demás. Está relacionado con habilidades mentales como la empatía y la asertividad. Una persona ideal emocionalmente inteligente está abierta a nuevas experiencias, puede mostrar sentimientos de manera adecuada a la situación (reír, pero también enojarse), se conecta fácilmente con otras personas, maneja bien el estrés, puede negarse, evalúa de manera realista sus propios logros y los de los demás, no tiene miedo crítica y riesgo.
- Inteligencia social: relacionada con la inteligencia emocional, la capacidad de adaptarse e influir en el entorno social humano.
- Inteligencia creativa: la capacidad de generar nuevos conceptos o sus combinaciones inesperadas. La inteligencia creativa no se puede medir, pero no hay duda de que las personas tienen diferentes niveles de ella.
Esta prueba no proporciona información psicométricamente correcta sobre el nivel de inteligencia de una persona y su tipo. Es solo una diversión psicópata.