Cuando era pequeña mi papá bebía mucho, le pegaba a mi mamá y tuve que mirarlo todo, todavía lo recuerdo todo como si fuera ayer. A veces mis padres, cuando se enojaban, me decían que yo era un tonto, que no valía para nada, mis compañeros de la escuela se reían de mí, lo que me hacía retraerme, incluso tener pensamientos suicidas. Luego, a los 16 años, conocí a un chico, empezamos a salir, todo estaba bien al principio, luego me traicionó, pero lo perdoné. Empecé a ser muy suspicaz, posesiva, celosa de todas las chicas, lo llamaba repetidamente, lo estaba controlando mucho. Me estaba engañando todo el tiempo, le escribió a otras chicas en Facebook que las amaba, y cuando leí estos mensajes, lo negó todo. Con el tiempo empezó a pegarme, a humillarme, a llamarme lo peor, me prohibía todo cada vez que tomaba contacto con algún amigo, mi novio pensaba que le estaba engañando y me llamaba lo peor, quería cortarme. Ahora que finalmente me he enamorado de otra persona y he roto con ese novio, vivo con miedo todo el tiempo. Le pregunto a mi novio si me ama porque temo que me esté engañando, tengo una confianza limitada en él, temo que eso destruirá mi relación. Incluso ahora tengo baja autoestima, soy una persona muy tímida, aislada, tengo pocos amigos, evito un poco a la gente porque temo que si hago algo, se rían de mí.
Es muy triste y conmovedor lo que escribes. Por supuesto, las heridas pasadas tienen un impacto muy grande en la vida adulta. Todo lo que escribe es el resultado de una infancia dramática. Le insto a que consulte a un psicólogo lo antes posible, preferiblemente en los centros de asesoramiento para víctimas de violencia familiar. La información sobre dónde está disponible dicha clínica está disponible en su clínica de salud mental local. Vale la pena emprender tal terapia porque, como usted mismo escribe, los efectos de una mala infancia son destructivos.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Bohdan BielskiPsicólogo, especialista con 30 años de experiencia, formador de habilidades psicosociales, psicólogo experto del Tribunal de Distrito de Varsovia.
Las principales áreas de actividad: servicios de mediación, asesoramiento familiar, atención a una persona en situación de crisis, formación gerencial.
Sobre todo, se centra en construir una buena relación basada en la comprensión y el respeto. Realizó numerosas intervenciones de crisis y se hizo cargo de personas en una crisis profunda.
Fue profesor de psicología forense en la Facultad de Psicología del SWPS en Varsovia, en la Universidad de Varsovia y en la Universidad de Zielona Góra.