El síndrome de un hijo adulto de una familia disfuncional (DDD): cada vez más pacientes escuchan este diagnóstico en los consultorios psicológicos. La DDD se manifiesta por dificultad para lidiar con las emociones, formar relaciones exitosas e inseguridad. ¿Cuáles son las causas de la DDD y cómo se diagnostica el trastorno?
¿Qué es el síndrome DDD - hijo adulto de una familia disfuncional?
La DDD es experimentada por personas criadas en familias donde los padres no cumplen adecuadamente con sus funciones básicas, exponiendo al niño, entre otras cosas, a violencia física y mental, falta de apoyo y atención, creciendo sintiéndose amenazado e inseguro o asumiendo responsabilidades que deberían ocurrir naturalmente. implementar los guardianes. Contrariamente a la opinión popular, este problema no solo afecta a las familias con problemas de alcoholismo.Lamentablemente, hay muchas casas donde, sin el abuso de sustancias psicoactivas por parte de los padres, la familia como tal no cumple con las tareas básicas de atención y educación.
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Lea también: Síndrome de ACA (hijos adultos de alcohólicos): síntomas y principios de tratamiento Coadicción: síntomas y tratamiento Violencia doméstica: tipos y fases de la violencia domésticaAlgunos especialistas perciben el síndrome de DDD como demasiado general y poco específico, y no ven la necesidad de tratar sus síntomas como un tema separado de la psicoterapia.
Para comprender lo que se encuentra en el corazón de DDD, vale la pena considerar a la familia como un sistema en el que cada elemento, cada miembro de ella, afecta a los demás. En los sistemas que funcionan bien, los roles están predefinidos. Por ejemplo, los padres y la relación entre ellos deben basarse en la responsabilidad, la cercanía, el respeto, y los hijos, al estar influenciados por un patrón inspirado en ellos, deben tener las condiciones para construir la autoestima, la agencia y las relaciones interpersonales de manera evolutiva. Gracias a esto, el niño tiene la oportunidad de asimilar las normas sociales y aprende a entablar relaciones con otras personas.
La disfunción familiar consiste, entre otras cosas, en la falta de espacio para respetar las necesidades del niño, por lo que en la edad adulta una persona con DDD tampoco es capaz de reconocer y reconocer como actual y, en consecuencia, satisfacer sus necesidades. Otro aspecto de este síndrome es la completa confusión de roles, como resultado de lo cual el sistema aparentemente está tratando de compensar sus deficiencias o dar la impresión de estar funcionando bien. En esta situación, los niños son colocados o, como consecuencia de las circunstancias, asumen roles que, por su desastrosa influencia, no deberían enfrentar para mantener un sistema familiar enfermo. Mantener estos roles hasta la edad adulta es uno de los principales síntomas de la DDD.
Esto te será útilLos roles que el niño asume con mayor frecuencia para salvar el sistema familiar incluyen:
Chivo expiatorio: manifiesta, entre otras cosas, problemas educativos, a menudo un estudiante débil, a menudo se involucra en peleas, peleas, etc. Su comportamiento destructivo se usa a menudo para culparlo por todos los problemas con los que el sistema lucha, al mismo tiempo que hace posible descargar los negativos emociones. El chivo expiatorio no solo canaliza las emociones de la familia a través de su comportamiento, sino que también defrauda a los padres ineptos por el apoyo o la atención insuficiente que le dedican, creando la apariencia de liberarlos de la responsabilidad de la situación en el hogar.
Héroe familiar: un niño responsable y siempre servicial, a menudo un buen estudiante, cuyos trofeos ayudan a mantener la ilusión del orden familiar. Este niño generalmente se hace cargo de las obligaciones de los padres, por ejemplo, cuidar a los hermanos menores o mantener la casa en orden. Este rol a menudo se asigna a la sensación de que el niño y el padre han cambiado sus responsabilidades.
Niño invisible: tranquilo, retraído, que no causa problemas, pero no se distingue por logros especiales. Escapar al mundo irreal (literatura, música, etc.) era una forma de reaccionar ante una situación familiar y da apariencia de seguridad.
Fideicomisario: generalmente es con él que uno de los padres confía los detalles problemáticos de la vida familiar, confía en los problemas y da la impresión de la singularidad del niño. El confidente se utiliza para ventilar o manejar las emociones de los padres, lo que en consecuencia da la impresión de que no hay necesidad de confiar en un adulto fuera de la familia.
Un niño que crece en un sistema disfuncional vive bajo un estrés constante y excesivo. La lealtad a la familia incomprendida, la vergüenza o el miedo a las consecuencias, por ejemplo, legales, dificulta que el niño busque ayuda externa, como resultado de lo cual desarrolla mecanismos de defensa menos constructivos para lidiar con toda la situación (de manera destructiva). Estas personas a menudo superan emociones y recuerdos que son difíciles de afrontar, racionalizan inadecuadamente mientras desarrollan comportamientos y actitudes en su repertorio que cumplen con las expectativas del sistema. Desafortunadamente, la consecuencia de tal reacción es a menudo el miedo a entablar relaciones, la separación total de los sentimientos o una forma inadecuada de experimentarlos, y la dificultad de mostrar confianza tanto a nivel interpersonal como social.
ImportantePodemos hablar de disfunción familiar cuando:
- Hay adicción en la familia, por ejemplo, a sustancias psicoactivas o de naturaleza conductual, por ejemplo juego,
- Hay enfermedades, trastornos mentales o enfermedades crónicas mal manejadas,
- Se utiliza violencia física, psicológica o sexual,
- La familia se separó por divorcio, muerte de uno de los padres, emigración, etc.
- Las relaciones familiares están siendo dominadas por: control excesivo, falta de confianza, acusación, requisitos demasiado estrictos, silencio y negación de problemas reales, un sentimiento de incompletitud o una relación muy rota.
Síntomas de DDD (un hijo adulto de una familia disfuncional)
Una declaración inequívoca de cuál de las áreas de la vida con un déficit resulta del síndrome DDD y cuál es una consecuencia de otras experiencias difíciles es a menudo un problema. Algunos especialistas, dependiendo de la corriente en la que trabajen, declaran un enfoque diferente para trabajar con el tema de DDD. Sin embargo, al pensar en el diagnóstico, los síntomas y la posible terapia, se debe comenzar con el modelo correcto. Pues bien, en cada etapa del desarrollo, una persona aprende a desenvolverse en el ámbito del autoconocimiento, social, identitario, etc. Si alguna de estas etapas se ha alterado, afecta la forma de funcionar en la vida adulta.
Al intentar generalizar los síntomas del síndrome DDD, cabe señalar que se basa en la incapacidad para lidiar con las emociones. El exceso de trabajo en esta esfera de la vida permite elevar la calidad de funcionamiento en otras áreas deficitarias.
Los hijos adultos de familias disfuncionales generalmente enfrentan dificultades en el área de:
- La autoestima, que a menudo se manifiesta por la incapacidad de lidiar con la ira,
- Falta de una sensación de seguridad expresada por un miedo excesivo o mal manejado,
- Sentimientos de feminidad / masculinidad, que generalmente se asocian con una vergüenza o retraimiento sexual excesivo,
- Habilidades para amar y ser amado asociadas con sentimientos de tristeza y estado de ánimo inadecuadamente deprimido.
El síndrome DDD en la esfera emocional se expresa de dos formas. A menudo es un escape que corta los sentimientos en esta esfera, impidiendo la comunicación con los demás y con uno mismo, o se asocia con la redundancia, un desborde de emociones, casi tomando el control de la acción consciente.
Simplificando la lista de síntomas, podemos hablar de la aparición de:
- Irritabilidad, sensación de vacío y problemas de concentración.
- Tensión emocional prolongada, tristeza, ansiedad y ansiedad relacionadas con síntomas somáticos,
- Predecir las consecuencias negativas de las acciones emprendidas y la preocupación excesiva por el futuro,
- Bajo sentido de autoestima y competencia, mientras se logra el éxito académico y profesional, etc.,
- Creencias sobre la autosuficiencia evitando afrontar desafíos relacionados con el desarrollo personal,
- Rigidez en el área de evaluación del comportamiento, intenciones y emociones de uno mismo y los demás,
- Procrastinación resultante del miedo a cometer un error o realizar una tarea de manera imperfecta.
En las relaciones interpersonales, tanto las cercanas como las aparentemente neutrales, los hijos adultos de familias disfuncionales suelen mostrar:
- Miedo a entablar relaciones,
- Incapacidad para construir asociaciones, obtener satisfacción de estar en una relación cercana y, en consecuencia, una tasa de divorcios superior a la media.
- Incapacidad para compartir mis emociones con los demás.
- Dificultades en el área de competencias sociales y resolución de conflictos,
- Dificultad para encontrarse a sí mismo de manera constructiva como padre.