Un inhalador es un dispositivo para nebulizar sustancias destinadas a la inhalación. Hay cuatro tipos básicos de inhaladores a la venta: presión y polvo, que pertenecen al grupo de los llamados inhaladores de bolsillo, así como inhaladores neumáticos y ultrasónicos, denominados nebulizadores. ¿Para qué sirven los diferentes tipos de inhaladores? ¿Cómo elegir el mejor inhalador para ti?
Un inhalador es un dispositivo para rociar sustancias destinadas a la inhalación, es decir, inhalar vapor, gases o sustancias en aerosol con fines terapéuticos. En la actualidad, existen cuatro tipos de inhaladores en el mercado. Debido a la solución de fármaco seleccionada y al método de administración en el tracto respiratorio, existen inhaladores de bolsillo (presión y polvo) y los llamados nebulizadores (inhaladores neumáticos y ultrasónicos). Los primeros son inhaladores de alivio que se utilizan en el momento de un ataque de disnea. Por otro lado, los nebulizadores son inhaladores conservadores que siempre se usan al mismo tiempo para prevenir convulsiones.
Inhaladores de dosis medidas - (MDI - inhaladores de dosis medidas)
Los inhaladores presurizados contienen el fármaco en forma comprimida. Cuando presiona el adaptador de presión, que se encuentra en la parte superior del inhalador, se libera una dosis definida con precisión del medicamento en forma de gas comprimido. Al inhalar, es necesario coordinar la liberación del medicamento con la inhalación; la efectividad de la inhalación depende de ello. Para facilitar el uso de inhaladores presurizados, se encuentran disponibles adaptadores volumétricos. Están destinados principalmente a personas mayores y niños.
Inhaladores de polvo (DPI - inhalador de polvo seco)
Los inhaladores de polvo seco son más fáciles de manipular que los inhaladores presurizados porque una dosis de medicamento se libera del dispensador utilizando la fuerza de inhalación del paciente. Durante la inhalación, el envase del medicamento que contiene la cápsula se perfora y se tritura, liberando el polvo. Por tanto, la eficacia de la liberación de una dosis depende de la fuerza de la inhalación realizada, que se evalúa por la magnitud del flujo inspiratorio máximo.
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Los inhaladores ultrasónicos producen el fármaco en forma de aerosol gracias a la energía ultrasónica, con una frecuencia de vibración de 1-2 MHzz, que es generada por un dispositivo especial.
Los inhaladores ultrasónicos se utilizan principalmente para hidratar el tracto respiratorio (por ejemplo, con soluciones salinas o salinas). También se utilizan para administrar mucolíticos (fármacos que reducen la viscosidad del moco en las vías respiratorias). Debido a que el inhalador ultrasónico produce partículas relativamente pequeñas que penetran principalmente en los bronquios y bronquiolos, se utiliza en el tratamiento de la fibrosis quística y rehabilitación respiratoria.
La nebulización ultrasónica está contraindicada en recién nacidos y niños menores de un año.
No se pueden administrar medicamentos como dornasa-alfa, antibióticos y glucocorticosteroides con el inhalador ultrasónico.
Inhaladores neumaticos
A diferencia de los inhaladores ultrasónicos, los inhaladores neumáticos están diseñados para administrar dosis precisas de medicamento. Los inhaladores neumáticos utilizan aire comprimido, oxígeno u otro gas médico neutro para generar un aerosol. un inhalador neumático consiste en un compresor neumático alimentado por una red o una batería, que está conectado con un nebulizador a través de un conducto, que también es un lugar para dispersar el medicamento en un aerosol, y un contenedor de medicamento.
Los fármacos recomendados para su uso en nebulización con inhaladores neumáticos incluyen: ciertos antibióticos, glucocorticosteroides y broncodilatadores.
La desventaja de los inhaladores neumáticos es la disminución de la temperatura del aerosol, que afecta negativamente al tracto respiratorio. Es por eso que vale la pena elegir inhaladores equipados con termostato. Para los modelos más antiguos, puede instalar un accesorio térmico, gracias al cual el aerosol alcanza la temperatura correcta de 28-37 grados C.