Durante el embarazo, especialmente cuando está embarazada, puede sudar más que antes. ¿Cómo lidiar con la sudoración excesiva?
Los hechos son: todos tenemos que sudar, porque es una de las etapas principales del proceso de termorregulación (este proceso asegura que la temperatura corporal se mantenga en un nivel óptimo, independientemente de la temperatura ambiente). El sudor es secretado por glándulas que se extienden por toda la superficie de la piel, cuyo número supera los 4 millones. Suelen producir entre 700 y 900 ml de sudor al día, pero a veces, como durante el ejercicio o las altas temperaturas ambientales, la cantidad puede aumentar hasta dos litros.
El sudor protege contra el sobrecalentamiento del cuerpo.
Entonces, una sudoración tan intensa nos protege del sobrecalentamiento. Pero las manos sudorosas, la cara, la piel debajo de los senos o en la ingle, el sudor que corre por la cara o el cabello húmedo son la norma para muchas futuras madres, independientemente de la estación y la temperatura predominante. Bajo la influencia de las hormonas, las glándulas sudoríparas funcionan de manera más eficiente y, debido a su mayor peso corporal, las mujeres embarazadas se cansan más rápido y, por lo tanto, sudan más intensamente.
Estrés y sudoración
La causa de la sudoración excesiva, también durante el embarazo, es el estrés: estimular el sistema nervioso tiene un impacto negativo en el trabajo de las glándulas sudoríparas. La "sudoración del embarazo" es normal, pero en algunos casos puede ser peligrosa, porque una pérdida excesiva de agua puede provocar una reducción de la cantidad de electrolitos necesarios para el buen funcionamiento de los músculos y nervios, responsables también de la distribución del agua en los tejidos.
Entonces, si sudas mucho, debes beber más para prevenir la deshidratación. Además, la sudoración excesiva puede provocar problemas en la piel. La epidermis, bajo la influencia de grandes cantidades de sudor, aún está húmeda, lo que altera su capa protectora. Entonces, la piel se seca más fácilmente.
¿Cómo puedo lidiar con la sudoración excesiva?
Olor a sudor
¡Y ese olor! Aunque el sudor en sí no huele, las bacterias viven en la piel y se alimentan de sus ingredientes; al descomponer el sudor en factores primarios, comienza a oler desagradable. ¿Cómo defenderse? Existen varios métodos para combatir la sudoración excesiva, pero no todos pueden usarse durante el embarazo.
¿Qué puedes hacer para sentirte fresco?
- Ventile el apartamento con frecuencia para que no haga demasiado calor.
- Báñese varias veces al día, utilizando preparados que inhiben la actividad de las glándulas sudoríparas (se venden principalmente en farmacias).
- Usa antitranspirantes.
- A diferencia de los desodorantes comunes, los antitranspirantes inhiben temporalmente el trabajo de las glándulas sudoríparas (así es como funciona el etanol, por ejemplo) o cierran la salida de los conductos sudoríparos (las sales de aluminio tienen este efecto). Un buen antitranspirante funciona todo el día. Durante el embarazo, las que no tienen alcohol son mejores, ya que puede resecar e irritar la piel.
- Use ropa espaciosa hecha de telas naturales: lino, algodón. Evite la ropa hecha de fibras sintéticas que sean impermeables al aire.
- Además, no se ponga capas adicionales de ropa para ocultar las manchas en la espalda o las axilas; sudará aún más.
- Evite el café y las comidas picantes y picantes. No coma platos calientes, no beba bebidas calientes. Todos estos pueden empeorar la sudoración.
- Trate de evitar situaciones estresantes, aprenda a relajarse (técnicas utilizadas, por ejemplo, en yoga, cuyas descripciones se pueden encontrar, por ejemplo, en www.joga-joga.pl)
- Puede comprar infusiones de hierbas y preparados antitranspirantes en farmacias. Sin embargo, antes de usarlos, asegúrese de que se puedan usar durante el embarazo, y lo mejor es consultarlo con su médico.
Siempre seco
La sudoración excesiva suele desaparecer después del puerperio. Sin embargo, si esto no sucede, vale la pena visitar a un especialista: la sudoración fuerte puede ser un síntoma de ciertas enfermedades, por ejemplo, diabetes o hipertiroidismo. Su médico decidirá qué hacer a continuación. Si la causa no es una enfermedad, un especialista puede recomendar la terapia con toxina botulínica. Inyectar la preparación en áreas particularmente sudorosas bloquea la actividad de los nervios que llegan a las glándulas sudoríparas, lo que a su vez evita la secreción de sudor.
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