La caléndula nos llegó del Mediterráneo y se sintió bien en nuestro clima. Se caracteriza por un efecto curativo integral: cura la inflamación, acelera la curación de heridas, apoya el hígado. Sus flores de color naranja intenso son muy valoradas en la industria farmacéutica y cosmética. También se pueden utilizar en la cocina.
La caléndula embellece los jardines, se puede agregar a ensaladas de verduras y frutas, se usa como tinte para dar a las telas un color amarillo intenso. Sin embargo, sobre todo, la caléndula es una de las plantas medicinales y cosméticas más universales, que está determinada por la composición extremadamente rica de sustancias activas. Contiene saponinas y alcoholes triterpénicos y sus ésteres, esteroles, carotenoides, flavonoides, cumarinas y aceite esencial. Los pétalos de las flores también contienen compuestos de mucílagos, ácidos orgánicos, amargor, resinas, poliacetilenos y polisacáridos, vitamina C y sales minerales. Un conjunto tan diverso de sustancias activas y su alta concentración hacen que la caléndula sea versátil.
Caléndula: cubre el estómago.
Tiene propiedades antiinflamatorias y bactericidas, gracias a las cuales destruye los microorganismos que pueden favorecer la inflamación de las mucosas y las úlceras de estómago. Además, tiene un efecto protector sobre la mucosa gástrica e intestinal, y además estimula los procesos regenerativos. Es por eso que se recomienda beber infusiones de caléndula para personas con riesgo de enfermedad de úlcera péptica, y muchos estudios muestran que también puede prevenir el cáncer de úlceras activas en el estómago y los intestinos.
Caléndula: trata la inflamación.
La caléndula tiene fuertes propiedades bactericidas y fungicidas, también puede hacer frente a estreptococos y estafilococos. Por lo tanto, puede usarse con éxito en el tratamiento de inflamaciones de garganta, laringe, boca y también en conjuntivitis. Los enjuagues se pueden preparar a partir de una infusión o tintura diluida con agua.
Caléndula: apoya el trabajo del hígado.
Acelera las actividades secretoras: aumenta la cantidad de jugo gástrico y bilis y facilita su flujo hacia el duodeno. Las infusiones o preparaciones de caléndula se utilizan en catarros causados por acidez estomacal, catarro intestinal. Dado que los compuestos activos contenidos en la caléndula también tienen un efecto diastólico en el tracto gastrointestinal, alivian eficazmente el dolor después de la cirugía gástrica y biliar.
Caléndula: mejora la condición de la piel
Regenera perfectamente la piel, ayuda a tratar casi todas sus imperfecciones: puntos negros, acné, descamación y previene las estrías. Elimina las asperezas de la piel, hidrata y suaviza. También tiene un efecto suavizante y protector gracias a sus propiedades antioxidantes. Los cosméticos con caléndula se recomiendan especialmente para pieles problemáticas, dañadas, secas y sensibles.
Caléndula: tiene un efecto fortalecedor
Gracias a las saponinas triterpénicas (similares a las saponinas del ginseng), la caléndula estimula el sistema inmunológico, aumentando la inmunidad general y la capacidad de defenderse de los microorganismos patógenos. También aumenta la actividad del sistema reticuloendotelial (fagocítico) y, por tanto, permite una defensa eficaz contra las infecciones. Las preparaciones de caléndula también le ayudan a recuperar fuerzas después de una enfermedad.
Caléndula: alivia las dolencias femeninas
Las infusiones de caléndula, utilizadas para lavarse o sentarse, ayudan a cuidar la higiene íntima, eliminan la irritación de la piel, el picor y la secreción. Por otro lado, la caléndula utilizada por vía oral, gracias a su efecto diastólico, ayuda con los trastornos menstruales y alivia los dolores menstruales. Y gracias a sus propiedades sedantes, también alivia los síntomas del síndrome premenstrual.
Caléndula: reduce el estrés, mejora el estado de ánimo
El aceite esencial de caléndula es perfecto para la aromaterapia: tiene propiedades relajantes, ralentiza el ritmo cardíaco y reduce la presión arterial. Después de un día estresante, vale la pena sumergirse en un baño con la adición de caléndula.
Caléndula: acelera la cicatrización de heridas
La presencia de carotenoides y triterpenos acelera la granulación y curación de cualquier daño a la epidermis y condiciona el correcto crecimiento del epitelio. Los ungüentos con caléndula o aceite de oliva son útiles no solo con abrasiones y lesiones menores de la piel, sino también con las más graves: úlceras por decúbito, congelación, inflamación asociada con venas varicosas.
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