La hipersensibilidad es un problema que causa malestar cuando se irrita por una etiqueta adherida a la ropa o cuando simplemente alguien la toca. Los niños con hipersensibilidad al tacto pueden evitar los abrazos, los juegos donde puedan ensuciarse las manos y muchos alimentos diferentes. ¿Cuáles son las causas de la hipersensibilidad táctil y cómo tratarla?
Tabla de contenido:
- Hipersensibilidad táctil: causas
- Hipersensibilidad al tacto: síntomas
- Hipersensibilidad al tacto: reconocimiento
- Hipersensibilidad táctil: tratamiento
La actitud defensiva táctil puede ser uno de los síntomas de los trastornos de integración sensorial. En los últimos años, cada vez más atención, tanto de médicos, educadores como de padres, se ha dirigido a los trastornos de la integración sensorial.
Este término se utiliza para describir diversos trastornos que resultan de la integración incorrecta en el sistema nervioso de diversos estímulos, como las sensaciones táctiles, visuales, auditivas o la percepción de la posición de diversas partes del cuerpo en el espacio.
Hipersensibilidad táctil: causas
En condiciones normales, el sistema nervioso humano se ocupa de la integración de varios estímulos con los que una persona entra en contacto; después de realizar un "análisis" específico de las sensaciones entrantes de varios órganos sensoriales, es posible reaccionar a la información proveniente del entorno, apropiada para una situación dada.
Como se mencionó anteriormente, los estímulos recibidos por varios órganos sensoriales llegan al sistema nervioso, uno de ellos es el sentido del tacto.
En general, se considera que el sentido del tacto es el más desarrollado de todos los sentidos humanos, y también es el que se desarrolla más temprano.
Los receptores táctiles (ubicados principalmente en la piel) son responsables de la recepción de sensaciones táctiles, cuyos tipos individuales son sensibles al frío, al calor, al dolor oa la presión.
También hay dos tipos de contacto humano. El primero es el tacto protopático, cuya función es recibir información sobre un estímulo táctil e iniciar una posible reacción de defensa cuando el estímulo pueda representar una amenaza.
El segundo tipo de toque es el toque epicrítico, responsable de la diferenciación de varios estímulos táctiles.
En condiciones normales, con el paso del tiempo después del nacimiento, se desarrolla el sentido del tacto, lo que aumenta la conciencia del propio cuerpo y aumenta la conciencia de la orientación en el espacio.
Sin embargo, en algunas personas este proceso no transcurre sin problemas, lo que puede resultar en hipersensibilidad al tacto. Sin embargo, desafortunadamente, no se sabe cuál es el responsable de ello.
Se señala que el riesgo del problema puede aumentar por el uso por parte de la madre de varios estimulantes (por ejemplo, alcohol) durante el embarazo, y también los niños que nacieron prematuramente pueden tener un mayor riesgo de sufrir este tipo de trastornos de integración sensorial.
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Entre las teorías sobre las causas de la hipersensibilidad táctil, cabe mencionar la que se centra en la recepción incorrecta de sensaciones táctiles en el sistema nervioso central.
Según ella, el problema sería que en algunas personas, en primer lugar, se analizan las sensaciones percibidas por el tacto protopático, mientras que al mismo tiempo se descuida el análisis de la información recibida por el tacto epicrítico, y esto llevaría a que para un paciente con hipersensibilidad al tacto, casi todo toque puede ser percibido como algo desagradable.
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Hipersensibilidad al tacto: síntomas
Cualquier toque puede ser desagradable para una persona sensible al tacto, incluso un toque que otras personas no notarían en absoluto.
Los síntomas de esta anomalía se pueden observar muy temprano en la vida y pueden incluir dificultades para tomar leche (como resultado de la dificultad para succionar) y dificultades posteriores para ampliar la dieta (cuando al darle al bebé alimentos nuevos, puede ahogarse). o incluso vómitos).
Con el tiempo, pueden aparecer más y más irregularidades; los síntomas de hipersensibilidad táctil pueden incluir:
- la renuencia del niño a abrazar
- desgana, pero también ira al tratar de cortar las uñas, limpiarse con una toalla o pergamino
- evitar tocar cosas que puedan ensuciarse (un niño con hipersensibilidad al tacto evita jugar con plastilina o masa)
- evitando caminar descalzo
- quejas sobre la textura de la ropa (las personas que son hipersensibles al tacto pueden experimentar un malestar muy fuerte, por ejemplo, cuando se irritan por una etiqueta que sobresale de la ropa), prefieren ropa holgada y antiadherente
- evitando tocar objetos ásperos o muy blandos
- renuencia a cualquier juego manual
La hipersensibilidad al tacto puede provocar varios tipos de malestar: en algunos pacientes, el tacto provoca irritabilidad y, en otros, incluso agresión.
Puede suceder que un niño hipersensible al tacto tenga dificultades para concentrar la atención y, en ocasiones, también sea claramente hiperactivo.
Hipersensibilidad al tacto: reconocimiento
La hipersensibilidad al tacto, así como otros tipos de trastornos de integración sensorial, se pueden diagnosticar mediante pruebas y cuestionarios estandarizados.
Sin embargo, vale la pena mencionar aquí que un niño sospechoso de tener tal problema debe ser examinado por varios especialistas; es necesario excluir las dolencias subyacentes que no sean la hipersensibilidad táctil.
En este caso, es recomendable consultar a un neurólogo, pero también a un psiquiatra infantil. A veces, la hipersensibilidad táctil es uno de los síntomas de los trastornos generalizados del desarrollo.
También sucede que a un niño que en realidad es hipersensible al tacto se le diagnostica, no necesariamente correctamente, un diagnóstico de trastornos hipercinéticos.
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Por lo tanto, el diagnóstico preciso es crucial aquí, porque solo después de identificar un problema específico es posible ofrecer al paciente un tratamiento adecuado.
Hipersensibilidad táctil: tratamiento
Los niños diagnosticados con hipersensibilidad al tacto deben ser derivados a centros de asesoramiento psicológico y pedagógico. Los pacientes jóvenes deben ser atendidos por terapeutas de integración sensorial que seleccionarán los ejercicios que sean apropiados para ellos.
El comportamiento de los padres también es importante: se les aconseja alentar gradualmente a sus hijos a jugar con objetos de diferentes texturas (pero esto debe hacerse lentamente y nunca obligar al niño a tocar algo que simplemente sea desagradable para él).
Un niño hipersensible al tacto tampoco debe ser tocado sin previo aviso; la situación más favorable es cuando recibe una señal justo antes de que se limpiará la cara o se pondrá algo de ropa (esto aumenta la comodidad del niño y reduce el riesgo de respuesta defensiva del cuerpo).
También vale la pena enfatizar aquí que, al igual que en el curso de la hipersensibilidad táctil, los estímulos delicados pueden ser muy desagradables, por lo que incluso las sensaciones más intensas se toleran mejor; por ejemplo, puede dar una situación en la que un toque delicado es desagradable para un niño, mientras que un abrazo más fuerte puede no conducir a ya mientras sin molestias.
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Fuentes:
- Cygan B., Los trastornos del procesamiento sensorial como fuente de dificultades y fracasos escolares de un niño en la educación de la primera infancia, Anuario de la Comisión de Ciencias Pedagógicas, Volumen LXXI, 2018: 83–96 PLISSN 0079-3418
- Chu S., Tactile Defensiveness, acceso en línea: http://dyspraxiafoundation.org.uk/wp-content/uploads/2013/10/Tactile_Defensiveness.pdf
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