Mi hija tiene 5,5 años. Ha estado asistiendo al jardín de infancia durante tres años. En septiembre, la maestra dijo que la hija no hablaba nada, en casa cuando le preguntaron por qué no quería hablar, ella respondió que tenía miedo de los nuevos niños. En febrero el psiquiatra diagnosticó mutismo selectivo, y mi hija inició terapia, era correcto, pero a principios de junio la tutora se fue y fue reemplazada por otra señora por una semana. Después de este incidente, mi hija dejó de hablar por completo, incluso conmigo. Cuando accidentalmente me dijo una oración, comenzó a llorar y a golpearse la cara. ¿Qué hacer?
El mutismo selectivo o selectivo se manifiesta en el hecho de que el niño no habla fuera del hogar o con personas que no pertenecen a la familia inmediata. Las verdaderas razones para no hablar son puramente psicológicas. Son el resultado del miedo experimentado u otros sentimientos que son difíciles para el niño. Para diagnosticar el mutismo, se debe realizar un diagnóstico psicológico y somático completo del niño.
Es necesario excluir problemas de audición y trastornos neurológicos del habla. El silencio de un niño con mutismo selectivo no es causado por dificultades severas del habla, tartamudeo o autismo. Un niño así también puede ser hablador y ruidoso, pero en un entorno elegido. La mayoría de las veces es la familia.
También debe recordarse que la falta de habla no se debe a la rebeldía, la falta de obediencia o la insolencia del niño. Este problema está más relacionado con los trastornos de ansiedad y las fobias al hablar. Hablar es un gran estrés para ellos, por lo que el niño se defiende con varios gestos. Sin embargo, los niños con mutismo selectivo no son solitarios, quieren ser aceptados por sus compañeros, quieren ser queridos y apreciados. Hay que recordar que un niño con mutismo selectivo tendrá resistencias en las actividades grupales, especialmente cuando tendrá que conocer gente nueva. Un niño así puede parecer más allá de las emociones, evitar el contacto visual, quedarse quieto.
El mutismo se vuelve permanente; si un niño no recibe terapia profesional lo antes posible, echará raíces en él. Cuanto antes se inicie la terapia, mejor será para el niño, no debe interrumpirse. En mi opinión, debe reanudar la terapia con un psicólogo infantil lo antes posible y realizarla de manera sistemática y constante. Una visita o consulta por única vez no ayudará y no traerá los resultados esperados. Las técnicas de terapia conductual, por ejemplo, la preparación gradual del niño para hablar en un grupo más grande, producen efectos en el tratamiento del mutismo selectivo. En el tratamiento del mutismo selectivo en niños, se utilizan dos métodos de interacción: destinados a eliminar los síntomas o eliminar los factores ambientales desfavorables.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Ewa GuzowskaEwa Guzowska - pedagoga, terapeuta de adicciones, profesora en GWSH en Gdańsk. Egresado de la Universidad Pedagógica de Cracovia (pedagogía social y asistencial) y estudios de posgrado en terapia y diagnóstico de niños y adolescentes con trastornos del desarrollo. Trabajó como educadora escolar y terapeuta de adicciones en un centro de adicciones. Realiza numerosas formaciones en el campo de la comunicación interpersonal.