Mi hija tiene 4 años y 9 meses y miente mucho. Ella va al jardín de infancia y la señora dice que sus mentiras van empeorando, por ejemplo, destroza el bloque frente a sus amigas y asegura que no es ella, sino otra persona. Nunca admite un error. En casa, también miente terrible. Me dirá que papá lo permitió y papá que mamá obligó a todo, y si él no consigue lo que quiere, no conseguirá lo que se volverá loco. ¿Qué hacer?
¡Renato! Los niños pequeños mienten por diversas razones. Para su hija, estas son probablemente dos razones. Un ejemplo de comportamiento en el jardín de infancia ilustra cómo un niño pequeño, a través de un comportamiento generalmente inaceptable (que él conoce), llama la atención sobre sí mismo. Un niño en edad preescolar lo hace tratando de hacer el mejor trabajo y otro con un comportamiento inusual, a menudo prohibido y por lo tanto violento. Negar un acto que todo el mundo ha presenciado fortalece además el interés de quienes te rodean. La hija no razona así, pero lo hace porque ya ha demostrado que esa "peculiaridad" funciona. Todos se enfocan en ella, y ese es el punto. No importa si elogian o desaprueban. Este tipo de comportamiento en niños pequeños no es infrecuente. Las mentiras de la casa, presumiblemente, juegan un papel similar. Son, además, una forma de forzarse algún tipo de beneficio para uno mismo. Los niños pequeños no son del todo conscientes de mentir. Por lo tanto, el niño no debe ser castigado severamente, pero tampoco las mentiras deben ser ignoradas. Además, recuerde que mentir y fantasear son una cosa. Cuando una hija miente, debes notarlo y, por ejemplo, mostrar sorpresa o tristeza. El niño debe sentir que está haciendo mal. Hay que hablar de ello, contar una historia sobre un mentiroso en el que todos dejaron de creer, y como resultado se metió en líos, aunque esta vez estaba diciendo la verdad, mostrando los malos efectos de una mentira como: pérdida de confianza, herir sentimientos, etc. Sin embargo, en los casos de extorsión con mentiras y una pelea, debes reaccionar con firmeza. El niño pequeño tiene que desaprenderlo. Al tolerar este comportamiento, le estás haciendo un flaco favor. Un niño de cinco años debe aprender las reglas básicas de funcionamiento en grupo y someterse a los requisitos elementales de convivencia. Es hora de dejar atrás el egoísmo infantil y respetar las recomendaciones de los adultos. Atentamente. SI.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Barbara Śreniowska-SzafranUn profesor con muchos años de experiencia.