Cuando llegas a casa frío, quieres meterte en una bañera llena de agua tibia. Pero ahora que está embarazada, teme que un baño caliente pueda dañarla a usted y a su bebé en desarrollo. Asesoramos sobre cómo bañarse de forma segura durante el embarazo y qué cosméticos utilizar para hidratar adecuadamente la piel.
Calienta, calma el dolor en los músculos y la columna, y cuando vierte un líquido fragante en agua, también relaja y mejora su estado de ánimo. Las ventajas del baño podrían multiplicarse. Lo apreciamos especialmente en invierno, cuando nada te calienta mejor que el agua tibia. Al contrario de lo que puede leer en Internet, no hay razón para dejar de bañarse durante el embarazo. A menos que su embarazo esté en riesgo (el baño podría causar contracciones y un parto prematuro) o sufra infecciones recurrentes del tracto genital. En el último caso, los médicos desaconsejan salpicaduras en la bañera, porque el agua expulsa las bacterias "buenas" de la vagina y, en su lugar, se desarrollan hongos o bacterias patógenas.
Escuche cómo bañarse de manera segura durante el embarazo. Este es material del ciclo BUENO ESCUCHAR. Podcasts con consejos.
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Tres reglas para un baño seguro durante el embarazo
Sin embargo, para que el baño no te haga daño, debes seguir algunas reglas.
- Primero: cuidado con la temperatura del agua
La información de que bañarse en agua tibia puede dañar a su bebé al calentar el líquido amniótico es solo superstición, pero el agua demasiado caliente puede causar fuertes contracciones uterinas, sangrado e incluso un parto prematuro. Por eso los médicos recomiendan que el agua que vierte en la bañera no debe superar los 37–38˚C. Debe estar tibia (si el agua está demasiado fría, puede resfriarse), pero no debe estar caliente. Puedes medir la temperatura con un termómetro de baño especial (disponible en tiendas infantiles) o con tu codo (aquí la piel es sensible a la temperatura y si el agua del baño está demasiado caliente, lo sentirás).
- Segundo: no te quedes en la bañera por mucho tiempo
El tiempo óptimo del baño es de quince minutos. Uno más largo no lo relajará ni lo relajará, pero lo hará sentir somnoliento e incapaz de hacer ejercicio.
- Tercero: ten cuidado en la bañera.
Antes de entrar, coloque una toalla gruesa o un tapete especial antideslizante con cintas adhesivas en la parte inferior (disponible en tiendas infantiles). Gracias a esto, no resbalará; esto es especialmente importante en el segundo y tercer trimestre, cuando el centro de gravedad del cuerpo cambia y es fácil volcarse. Entra en la bañera lenta y cuidadosamente. Si es posible, instale manijas especiales en el baño a las que pueda agarrarse. Sin embargo, no use las barras del secador de pelo o los mangos de la ducha para este propósito; puede arrancarlos accidentalmente de la pared y lastimarse. Antes de salir de la bañera, compruebe que el suelo no esté salpicado de agua. Si lo hay, ponle una toalla y luego vete.
Hazlo necesariamenteSe recomienda humedecer
Después del baño, no se frote la piel con una toalla, simplemente envuélvala alrededor de usted y deje que la humedad penetre en ella. Luego masajee la crema para prevenir las estrías en los senos (evitando los pezones), el estómago y los muslos, y una loción humectante en el resto del cuerpo.
Cosméticos de baño
Mientras se baña, no solo es importante la temperatura del agua, sino también lo que se vierte en ella. Teóricamente, no existen contraindicaciones para que uses el mismo líquido o gel limpiador que antes del embarazo. En la práctica, sin embargo, es posible que su olor sea insoportable para usted. En este caso, busque un líquido en la farmacia cuyo olor tolere. Sin embargo, no compre uno que no pueda oler antes, tal compra puede resultar en un fracaso total. Solo los cosméticos de baño sin perfume para personas alérgicas o bebés ahora son completamente seguros. También se recomiendan cuando la loción regular irrita tu piel.Si toleras bien los olores y tu piel de embarazada te resulta cómoda, puedes usar comprimidos efervescentes de colores para el baño. Huelen muy bien y, al arrojarlos a la bañera, se disuelven liberando miles de burbujas que masajean la piel. Solo tienen un inconveniente: a veces resecan la piel, por lo que hay que hidratarla bien con una loción después del baño. Durante el embarazo, es mejor renunciar al uso diario de sales coloreadas con minerales. Contienen minerales muy valiosos para la piel (calcio, yodo, magnesio), pero suelen resecarla mucho. Esto puede ser un problema porque durante el embarazo, las glándulas sebáceas ralentizan su trabajo debido al exceso de estrógenos, por lo que la piel automáticamente se vuelve más seca. Sin embargo, si no quiere renunciar por completo a la sal, úsela con moderación y solo de vez en cuando. Si su piel se seca, agregue aceites de baño humectantes (disponibles en farmacias). Reconstruyen la barrera lipídica epidérmica y alivian la irritación; la mayoría de ellos, sin embargo, no tienen propiedades limpiadoras. Por lo tanto, debe lavarse antes en la ducha. Cuando use tales cosméticos, recuerde que la bañera se vuelve resbaladiza después de usarlos. Por lo tanto, vale la pena redoblar su precaución cuando lo deje; lo mejor es aferrarse a algo o pedirle ayuda a su esposo. Antes de salir del baño, póngase su pijama y una bata de baño caliente. La diferencia de temperatura entre un baño caliente y una habitación más fresca puede no ser demasiado grande, pero es suficiente para resfriarte.
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