¿Deberías visitar a un cardiólogo? Las enfermedades y los defectos del sistema cardiovascular tienen graves consecuencias para la salud. Incluso pueden provocar la muerte. Incluso los síntomas más pequeños no deben ignorarse, así que realice nuestra prueba y averigüe si debe consultar a un especialista.
La cardiología se ocupa de las enfermedades y defectos del corazón (congénitos y adquiridos) y del sistema circulatorio. Actualmente es una de las áreas clave de la medicina, ya que las enfermedades cardiovasculares están a la vanguardia de la lista de las causas de muerte más comunes en los países desarrollados.
Los síntomas de la enfermedad cardíaca pueden aparecer repentina o lentamente a lo largo de los años. Las enfermedades del corazón están entre las que nos traemos nosotros mismos en la mayoría de los casos. El estrés duele el corazón, especialmente si es frecuente y prolongado. La mala alimentación, los niveles altos de azúcar y colesterol en sangre y el exceso de varios estimulantes (alcohol, cigarrillos, etc.) también contribuyen a las enfermedades cardíacas.
Las enfermedades más comunes tratadas por un cardiólogo incluyen:
- insuficiencia cardíaca aguda o crónica (que puede provocar un ataque cardíaco)
- enfermedades vasculares (enfermedad de las arterias coronarias, hipertensión arterial),
- Defectos valvulares congénitos y adquiridos (después de endocarditis o miocarditis)
- cardiomiopatías primarias o secundarias
- problemas del ritmo cardíaco (artimias)
- defectos congénitos del corazón
- miocarditis (bacteriana, principalmente estreptocócica, viral, enfermedad reumática)
Responda las siguientes preguntas y vea si tiene algún síntoma preocupante relacionado con su sistema cardiovascular. ¿Es hora de visitar a un cardiólogo?
Si observamos alguno de estos síntomas, debemos acudir a un cardiólogo. Se recomienda una visita de seguimiento por año después de los 40 años. El médico escuchará el corazón a través de un estetoscopio y también debe controlar el pulso. Cuando el corazón funciona correctamente, la frecuencia cardíaca es de alrededor de 70 latidos por minuto. Debe medirse la presión arterial una o dos veces al año. Después de los 40, también revise el nivel de colesterol una vez al año, con menos frecuencia, una vez cada tres años.