Se puede decir que el bebé ya tiene sus preferencias en su vientre. Le gustan las caricias, la música tranquila y la natación, pero odia el ruido, el estrés, las malas emociones y por supuesto el alcohol y los cigarrillos. Sus gustos no son una elección sino el hecho de que ciertos estímulos son buenos para su desarrollo y otros no. Vea lo que el pequeño percibe positivamente y lo que "no le gusta".
Un niño en el útero es capaz de responder a los estímulos sensoriales y emocionales que le llegan. Algunas son amables con él, por ejemplo, las caricias o la voz de su madre, y otras las encuentra desagradables: movimientos repentinos o ruidos.
Estímulos agradables para el bebé en el vientre de la madre.
1. La voz de mamá
El bebé puede percibir estímulos sonoros a partir de la semana 16 de embarazo (a través de la piel), y a la semana 24 ya ha desarrollado un audífono. Basándose en la respuesta fetal, los investigadores concluyeron que su sonido favorito era la voz de su madre. Aprovéchelo: intente hablar con el niño en un tono cálido y tranquilo con la mayor frecuencia posible, léale libros, cante. De esta sencilla forma lo harás feliz, asegurarte una sensación de seguridad y aceptación.
2. Música tranquila
Al principio, el feto solo "escucha" vibraciones, luego percibe sonidos individuales, pero al final del embarazo ¡incluso puede escuchar y distinguir melodías! Le gusta más la música tranquila, relajante y armoniosa, que tiene un efecto relajante en él. Además, la música suave estimula el desarrollo de las células nerviosas, especialmente el cerebro, tiene un efecto positivo en el desarrollo de la sensibilidad, estimula el desarrollo emocional e intelectual del bebé. Deje que su hijo toque música clásica (especialmente Mozart y Vivaldi) u otras melodías agradables y armoniosas. La mejor manera de hacerlo es sosteniendo los audífonos directamente contra su abdomen desnudo, porque entonces las ondas sonoras no se reflejan ni silencian en su piel y ropa.
3. Acariciando, golpeando
Un toque tierno, acariciar suavemente el vientre con las manos es una excelente manera de establecer contacto con su bebé. Bajo la influencia de tal abrazo, el niño se calma, se siente seguro y feliz. El tacto es un estímulo importante para su desarrollo emocional. Con base en la investigación, los científicos concluyeron que acariciar el vientre durante el embarazo le enseña al bebé a mostrar emociones y fomenta buenas relaciones interpersonales en el futuro. El niño también puede reaccionar rápidamente al toque de mamá o papá. Ya alrededor de la semana 20 se les puede enseñar a jugar a cavar. Cuando sienta una patada, presione suavemente o dé palmaditas en su abdomen en ese punto, repitiendo: "Buen niño, patea de nuevo". Según el médico que inventó y promueve este juego, el niño sabe de qué se trata después de dos semanas y vuelve a patear. Tales palmaditas mutuas no solo entretienen al bebé, sino que también influyen positivamente en el desarrollo de su sistema nervioso.
4. Risa
Cuando te ríes, ¡tu bebé también sonríe! Las investigaciones han demostrado que cuando mamá comienza a reír, su pequeño salta como en un trampolín. ¿Por qué? Cuando te ríes, inhalas más aire (no como de costumbre, pero hasta medio litro, pero hasta 1,5 litros), tu corazón latirá más rápido, tu sangre circula más rápido y tu cuerpo - y con él - tu bebé se oxigena mejor. También se liberan endorfinas, llamadas hormonas de la felicidad, y se reducen los niveles de las hormonas del estrés, adrenalina y cortisol. Todo esto tiene un efecto positivo en su estado de ánimo, que también afecta a su bebé.
5. Sabor dulce
Su bebé también tiene preferencias culinarias en el útero. Bueno, tal vez esta redacción sea un poco exagerada, porque no se trata de platos específicos, pero resulta que los más pequeños definitivamente prefieren el sabor dulce. ¿Cómo sabes esto? El menú de la futura madre influye en el sabor del líquido amniótico, y los estudios han demostrado que cuando el líquido es dulce, el feto traga más que cuando es agrio o amargo. Sin embargo, esto no significa que tengas que atiborrarte de dulces. En lugar de carbohidratos simples (azúcar, dulces, pan blanco), es mejor comer, por ejemplo, zanahorias crudas o un panecillo integral. Estos alimentos (y otros carbohidratos complejos) también elevan los niveles de glucosa en sangre, pero con menor rapidez, lo que es más beneficioso para el cuerpo.
6. Natación
La sensación de ingravidez asociada con estar en el agua no solo le agrada a usted, sino también a su bebé. El suave balanceo del cuerpo en el agua y el masaje de las paredes abdominales tienen un efecto calmante y relajante, y gracias a la mejora de su circulación, el feto también se oxigena mejor. A la hora de ir a la piscina, escoge una en la que el agua esté ozonizada, porque la alta concentración de cloro puede irritar tu piel e incluso tener un efecto negativo en el bebé.
Estímulos que al bebé en el vientre de la madre no le agradan o pueden ser peligrosos para él.
1. Cigarrillos
Ésta es una de las peores cosas que le pueden pasar a un bebé. En reacción al humo del cigarrillo, se atraganta y se asfixia, su corazón se siente loco, quiere huir, pero es imposible. La nicotina es un veneno: un momento después de encender un cigarrillo, los vasos de la placenta se contraen fuertemente, por lo que el flujo sanguíneo se reduce drásticamente y, como resultado, el feto está hipóxico y desnutrido. El niño se está cansando terriblemente. Además, los efectos del envenenamiento sistemático por nicotina lo seguirán durante toda su infancia, adolescencia y edad adulta. ¡No pongas a tu propio hijo en esto! El humo de segunda mano es tan peligroso como ser un fumador activo. Por lo tanto, no permita que fume frente a usted, evite las habitaciones con humo y mal ventiladas.
2. Alcohol
El alcohol que bebe una futura madre es un veneno fuerte para el cerebro del niño. Desde el momento de la concepción, las moléculas de alcohol atraviesan la placenta hasta el feto. Media hora después de beber alcohol, la concentración de alcohol en la sangre del bebé es la misma que en la sangre de la madre. Y dado que el feto todavía tiene enzimas poco desarrolladas que eliminan el alcohol de la sangre, los efectos de su presencia los siente el niño el doble de tiempo que la madre. Todos sus órganos internos pueden sufrir, pero el cerebro es especialmente vulnerable al alcohol. Las células cerebrales se transforman, las neuronas se conectan de manera anormal y luego se destruyen células o áreas enteras del cerebro.
3. Ruido
Los ruidos fuertes y desagradables son algo que los niños pequeños odian; esta es la conclusión de muchos estudios bien documentados. El feto reacciona a los sonidos cambiando su actividad motora y frecuencia cardíaca. Sonidos fuertes y violentos, como gritos, música tecno, un ejercicio de trabajo e incluso una lavadora recién encendida, lo despiertan del sueño, lo que hace que su ritmo cardíaco se acelere y se agite por los movimientos. Los investigadores creen que los ruidos fuertes causan estrés y una reacción defensiva en el feto, porque el latido acelerado significa miedo y el deseo de huir.
4. Movimientos rápidos
Aunque la actividad física es muy recomendable durante el embarazo, recuerda evitar los movimientos bruscos, especialmente en el tercer trimestre, como saltar, saltar al agua o, por ejemplo, utilizar el tobogán de la piscina. Este tipo de actividad puede resultar muy estresante para tu bebé, e incluso perjudicial, ya que puede provocar contracciones prematuras, desprendimiento de la placenta o rotura de membranas.
5. Estrés, malas emociones
El estrés a largo plazo de la madre y la ansiedad asociada con él tienen un impacto negativo en el desarrollo del niño. Cuando la futura madre experimenta experiencias desagradables (por ejemplo, conflictos familiares, falta de aceptación del embarazo, depresión, ataques de ansiedad), puede provocar una contracción prolongada de los vasos sanguíneos del útero y una liberación excesiva de adrenalina en su cuerpo. La hipoxia y los altos niveles de hormonas del estrés pueden tener un efecto adverso en el sistema nervioso de un niño, especialmente en su desarrollo emocional e inteligencia. Sucede que los hijos de madres que estuvieron en muy mal estado mental durante el embarazo, por ejemplo, experimentan varios tipos de dolores después del nacimiento que no tienen justificación orgánica. Sabiendo que su hijo está sintiendo sus malas emociones, trate de prevenirlas y, cuando surja un problema grave, asegúrese de buscar ayuda. Además, algunas situaciones cotidianas, como las prisas, discutir con su esposo o jefe, tampoco son buenas, así que trate de eliminarlas. Incluso ver una película de terror es estresante y es mejor no hacerlo.
6. Baño caliente
Una temperatura demasiado alta del agua de la bañera puede provocar aumento de la frecuencia cardíaca, ensanchamiento de los vasos sanguíneos y descenso de la presión arterial. Esto da como resultado un menor flujo sanguíneo a través de la placenta, lo que puede poner al bebé bajo oxigenación. En casos extremos, el sobrecalentamiento del cuerpo de la madre durante los primeros dos meses de embarazo puede dañar al feto, en particular el cerebro y la médula espinal, y después del cuarto mes de embarazo, provocar un aborto espontáneo. Al niño tampoco le gusta un cambio repentino de temperatura. Entonces, después de un baño tibio o una breve estadía en la sauna (una sauna es menos peligrosa que un baño caliente, porque el sistema de termorregulación funciona gracias a la sudoración y el cuerpo no suda con agua caliente), omita una ducha helada; un choque térmico de este tipo es muy peligroso para el bebé. el embarazo temprano puede incluso provocar un aborto espontáneo.