Los síndromes de dolor son entidades patológicas en las que los pacientes desarrollan un dolor crónico que dura más de tres meses, cuyas causas no pueden identificarse claramente. ¿Cuáles son los diferentes síndromes de dolor y cómo se tratan?
Tabla de contenido
- Síndromes de dolor: tipos
- Síndromes de dolor: causas
- Síndromes de dolor: síntomas
- Síndromes de dolor: diagnóstico
- Síndromes de dolor: tratamiento
Los síndromes de dolor ocurren incluso en el 15-20% de la población. Su esencia es el dolor a largo plazo. Suelen referirse a ellos cuando el paciente está luchando contra un dolor crónico (que dura más de tres o, según algunos autores, más de seis meses), que afecta de forma significativa y adversa su funcionamiento diario y en el que es imposible determinar directamente qué los llevó. Por razones desconocidas, son más comunes en mujeres que en hombres.
Los síndromes de dolor cubren un amplio grupo de trastornos, porque incluyen tanto la fibromialgia como el síndrome del intestino irritable o el síndrome de fatiga crónica.
El dolor, contrariamente a las apariencias, es una experiencia muy importante para nosotros: si no lo sentimos, no retiraríamos la mano después de tocar un objeto caliente ni despegaríamos el pie del suelo después de pisar un clavo. En tales situaciones, el dolor es realmente beneficioso, pero definitivamente no es el caso cuando el paciente experimenta dolor casi todos los días o incluso todos los días; el dolor crónico experimentado afecta significativamente la calidad de vida.
Lo más importante para los pacientes que luchan con un síndrome de dolor es cómo reducir su dolor, entonces, ¿qué se usa para tratar los síndromes de dolor?
Síndromes de dolor: tipos
El grupo de síndromes de dolor a veces incluye a personas que casi nadie asociaría con las dolencias del dolor. Diferentes autores clasifican los síndromes de dolor de manera diferente, pero uno de los enfoques más interesantes es la división en función del tipo de dolencias que aparecen en los pacientes, y en este caso se distinguen las siguientes:
- síndromes de dolor somático, que incluyen, entre otros fibromialgia, dolor facial idiopático, dolor lumbar crónico y síndrome disfuncional del dolor de la articulación temporomandibular
- síndromes de dolor visceral, que incluyen cistitis intersticial, síndrome del intestino irritable y dolor en el pecho
- la llamada síndromes no dolorosos, que incluyen, entre otros síndrome de fatiga crónica y trastornos de somatización
Síndromes de dolor: causas
Uno de los criterios por los que se diagnostican los síndromes de dolor es que es imposible identificar con precisión la causa de su aparición en un paciente; a pesar de los diagnósticos completos de laboratorio o de imagen, en un paciente con dolor crónico no es posible detectar ninguna anomalía orgánica específica.
Los síndromes de dolor, sin embargo, no surgen de la nada, entre las hipótesis sobre su etiología se encuentran las relativas a la disfunción del eje hipotalámico-pituitario-adrenal, alteraciones en la composición de la microflora intestinal o la función de las células del sistema inmunológico.
También se enfatiza que los genes pueden tener cierta participación en el desarrollo de los síndromes de dolor; es notable que el mayor riesgo de aparición de una de las entidades que pertenecen a este grupo se atribuye a aquellas personas en cuyas familias alguien estaba luchando con un síndrome de dolor.
Síndromes de dolor: síntomas
Como puede adivinar fácilmente, el síntoma principal de los síndromes de dolor es el dolor. Tienen un carácter diferente, pero suele ser un dolor difuso, generalizado y con características no del todo claras.
La ubicación de los síntomas de dolor más fuertes depende de qué síndrome ocurrió en el paciente, por lo que las personas con síndrome del intestino irritable pueden quejarse de dolor abdominal y los pacientes con fibromialgia, dolor en el sistema musculoesquelético.
Sin embargo, los problemas descritos se denominan síndromes porque, además del dolor, los pacientes también experimentan otro tipo de síntomas, que pueden ser:
- sensación de fatiga considerable y constante
- alteración del sueño
- trastornos del estado de ánimo (en forma de irritabilidad o estado de ánimo deprimido)
- dificultades con la memoria y la concentración
- desórdenes de ansiedad
Síndromes de dolor: diagnóstico
El diagnóstico de cualquiera de los síndromes de dolor distinguidos generalmente no es fácil; para poder afirmar que un paciente padece tal individuo, es necesario excluir otras posibles causas de sus dolencias.
Para ello, se pueden realizar diversas pruebas, tanto de laboratorio (como hemogramas, pero también determinaciones de parámetros inflamatorios) como diversas pruebas de imagen (en forma de tomografía computarizada o resonancia magnética).
Solo cuando todas las pruebas realizadas no detectan anomalías bioquímicas u orgánicas es posible diagnosticar el síndrome de dolor.
Síndromes de dolor: tratamiento
Los síndromes de dolor pueden afectar el funcionamiento diario del paciente de una manera extremadamente negativa, pueden tener dificultades con las tareas familiares o profesionales, por lo que es extremadamente importante implementar un tratamiento adecuado y efectivo.
Desafortunadamente, debe enfatizarse aquí que, por lo general, el tratamiento de los síndromes de dolor no es fácil; generalmente, los productos farmacéuticos que se usan típicamente para aliviar el dolor no ayudan en absoluto a los pacientes.
Por este motivo, en ocasiones se recomienda a los pacientes que utilicen otros preparados, como los que se utilizan para el dolor neuropático (estamos hablando de antidepresivos o anticonvulsivos).
La rehabilitación regular y otros métodos, como bloqueos nerviosos o ejercicios de relajación, son extremadamente importantes.
También se recomienda a los pacientes con síndromes de dolor que sigan una dieta equilibrada, que hagan ejercicio con regularidad y que eviten los estimulantes.
Sobre el Autor Arco. Tomasz Nęcki Licenciado en Medicina por la Universidad Médica de Poznań. Un amante del mar polaco (pasea de buen grado por sus orillas con auriculares en los oídos), gatos y libros. Al trabajar con pacientes, se centra en escucharlos siempre y dedicar todo el tiempo que necesitan.Leer más artículos de este autor