El síndrome de masticación hace que los alimentos ingeridos previamente regresen a la boca involuntariamente. Es una enfermedad clasificada como un trastorno funcional del tracto digestivo, que puede considerarse bastante misteriosa; hasta ahora no ha sido posible establecer claramente las causas del síndrome de rumia.
El síndrome de masticación (también conocido como síndrome de rumia) es una regurgitación constante de alimentos. En el pasado, se creía que el individuo se presentaba solo en bebés, niños y adolescentes, y en pacientes con diversos grados de retraso mental. Actualmente, se cree que el síndrome de masticación también se presenta en adultos; puede afectar a cualquier persona, pero se diagnostica con más frecuencia en mujeres.
Síndrome de rumia: causas
El síndrome de masticación se clasifica como un trastorno gastrointestinal funcional, es decir, trastornos en los que no existe una causa orgánica de las dolencias del paciente. Algunos estudios han señalado que los pacientes padecen disfunción del esfínter esofágico inferior, pero aún no explica los síntomas que ocurren en esta unidad; de hecho, aún se desconoce la causa específica de la rumia.
Sin embargo, hasta ahora han aparecido varias teorías centradas en la patogénesis del síndrome de rumia. Se centran en varios tipos de trastornos psicológicos. Por ejemplo, en los bebés, la causa del problema sería la falta de atención que los padres prestan al niño y la falta de desarrollo del vínculo emocional entre el niño y sus padres. En niños un poco mayores, el síndrome de masticación puede coexistir con varios trastornos mentales, como trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad y depresión. Otras hipótesis se centran en experimentar algunos eventos que afectan fuertemente la psique, como la pérdida de una persona muy cercana o someterse a una cirugía extensa. Algunos estudiosos creen que el síndrome de rumia puede desarrollarse en personas que, por diversas razones, a menudo experimentan regurgitación (conscientemente); este es el caso, por ejemplo, de magos o personas involucradas en demostraciones de deglución.
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El síntoma principal del síndrome de masticación es el flujo involuntario de alimentos ingeridos desde el estómago hacia la boca. Esto puede ocurrir en diferentes momentos desde el inicio de la comida, por lo general, la regurgitación ocurre dentro de los 30 segundos posteriores a la ingestión de la comida y 1 hora después del final de la comida. El curso exacto del trastorno en diferentes pacientes puede ser ligeramente diferente, en algunas personas la regurgitación ocurre después de cada comida, en otras ocurre solo después de algunos alimentos específicos.
Cabe destacar que la regurgitación en el síndrome de masticación no suele ir acompañada de vómitos o náuseas, y que la comida devuelta no tiene un sabor desagradable para los pacientes. Algunos pacientes mastican y tragan alimentos regurgitados, otros pacientes sienten la necesidad de escupirlos.
A veces aparecen otras dolencias distintas de la regurgitación en pacientes con síndrome de rumia. Éstos incluyen:
- dolor de estómago
- estreñimiento
- Diarrea
- eructar
- caries
- pérdida de peso
- erosión del esmalte
- halitosis (mal aliento)
El flujo involuntario de alimentos desde el estómago hacia la boca está más asociado con los vómitos. Un fenómeno algo similar ocurre en pacientes que experimentan el llamado regurgitación: implican la ingestión de alimentos en la boca, pero no se acompañan de un reflejo nauseoso.
Síndrome de rumia: diagnóstico
Para diagnosticar el síndrome de los rumiantes, es necesario excluir otras causas potenciales de síntomas que ocurren en los pacientes. Para este propósito, se pueden realizar varias pruebas, p. Evaluación endoscópica del esófago y el estómago (que puede eliminar cualquier obstáculo en las partes del tracto gastrointestinal que podría conducir a la regurgitación de alimentos). Las principales patologías que deben descartarse ante la sospecha de síndrome de rumia son la bulimia nerviosa, la enfermedad por reflujo gastroesofágico y la gastroparesia.
Una vez que se elimina la base orgánica de los síntomas experimentados por los pacientes, es posible hacer un diagnóstico de síndrome de rumia. Sin embargo, es importante que los pacientes cumplan con ciertos criterios, como:
- la regurgitación durante el último año debe ocurrir de forma continua durante un mínimo de 6 semanas,
- el primer episodio de regurgitación ocurre dentro de los 30 minutos posteriores al final de una comida,
- los síntomas persisten con el tratamiento típico del reflujo gastroesofágico,
- la regresión de las picaduras de alimentos disminuye dentro de los 90 minutos de dejar de comer.
Síndrome de rumia: tratamiento
Al igual que con la causa específica del síndrome de rumia, se desconoce el tratamiento causal del individuo. El tratamiento recomendado con más frecuencia para los pacientes es la terapia cognitivo-conductual, así como técnicas de relajación y biofeedback. También puede aliviar el problema practicando la respiración con el diafragma. En algunos pacientes, se implementa la farmacoterapia con medicamentos del grupo de inhibidores de la bomba de protones; este procedimiento se usa principalmente en aquellos que experimentan irritación del esófago debido al reflujo de alimentos.