Mi esposo todavía bebe. A veces, incluso no está sobrio durante semanas. Ya no sé qué hacer. Le pregunté e incluso le rogué que se detuviera, pero no fue en vano. Tenemos dos hijos maravillosos y no quiero que sigan mirando borracho a su padre. Estoy pidiendo consejo.
El alcoholismo es una adicción terrible. Destruye no solo a los que beben, sino también a los que viven con él. El alcoholismo es una enfermedad que debe ser tratada por la persona que la padece y quienes la rodean. La primera condición para el éxito de este largo y difícil proceso es un gran deseo de dejar de beber. si su esposo no muestra esta motivación, no puede evitarlo. No puedes ni debes engañarte a ti mismo con esperanzas engañosas. Deberías afrontar la realidad con más valentía. si quieres una vida más tranquila tienes que proponer una alternativa: ya sea un tratamiento o una ruptura. De lo contrario, preparará usted y sus hijos un infierno en la tierra, y esto no es lo que quiere decir. No se haga la ilusión de que, por alguna razón misteriosa, su esposo dejará de beber repentinamente, que de repente la familia y sus maravillosos hijos se volverán más importantes para él que el alcohol. No crea en sus promesas y promesas hasta que siga una acción real. Aquí no hay lugar para el sentimiento. Si desea proteger a sus hijos del miedo, la agresión o la desgracia, debe separarse de él hasta que reciba tratamiento o hasta que su esposo se recupere. Busque un Club de AA u otra instalación en su ciudad para ayudar a los adictos y sus familias y vaya a hablar sobre su situación.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Tatiana Ostaszewska-MosakEs psicólogo clínico en salud.
Se graduó de la Facultad de Psicología de la Universidad de Varsovia.
Siempre ha estado particularmente interesada en el tema del estrés y su impacto en el funcionamiento humano.
Utiliza sus conocimientos y experiencia en psycholog.com.pl y en el Fertimedica Fertility Center.
Completó un curso de medicina integrativa con la mundialmente famosa profesora Emma Gonikman.