La osteomielitis (osteomielitis latina) es una inflamación del tejido que llena las cavidades de la médula ósea. Puede producirse inflamación de la médula ósea, entre otras, como resultado de un hueso roto o durante un reemplazo de cadera. La osteomielitis diagnosticada rápidamente brinda la posibilidad de una cura sin complicaciones, pero el diagnóstico tardío puede incluso resultar en pérdida ósea. ¿Cuáles son las causas y los síntomas de la osteomielitis? ¿Cual es el tratamiento?
Inflamación de los huesos y la médula ósea (lat. osteomielitis) es una inflamación del tejido hematopoyético que llena las cavidades de la médula ósea. La osteomielitis puede desarrollarse en cualquier hueso, pero en los niños se desarrolla con mayor frecuencia en los huesos largos de los brazos y las piernas, es decir, el fémur y la tibia, así como en los huesos braquial y radial. A su vez, en los adultos, la inflamación suele afectar los huesos de la pelvis o la columna. Las observaciones de los médicos también muestran que la osteomielitis se diagnostica con mayor frecuencia en niños de 5 a 14 años, y mucho más a menudo en niños que en niñas.
Osteomielitis: causas
Una infección bacteriana es la causa más común de osteomielitis. En los bebés, las causas más comunes de inflamación son los estafilococos y las bacterias del grupo Enterobacter. En los niños mayores, los estreptococos y las bacterias también pueden contribuir a la inflamación. Haemophilus influenzae (varilla hemofílica).
Los microbios pueden ingresar a la médula ósea a través de la sangre. También es posible que pasen a la médula ósea desde huesos, músculos, tendones e incluso piel infectados. Las bacterias también pueden ingresar a la médula ósea durante una cirugía, como reemplazar una articulación de la cadera o colocar un hueso roto.
Los factores que aumentan el riesgo de osteomielitis incluyen un sistema inmunológico debilitado, crecimiento rápido, medicación intravenosa, uso de hemodiálisis para tratar enfermedades renales, fracturas abiertas, miembros artificiales (prótesis), infecciones en los tejidos y la piel circundantes y diabetes.
Osteomielitis: síntomas
Los síntomas de la osteomielitis aguda son:
En los más pequeños, se debe llamar la atención de los padres sobre la renuencia a caminar, la cojera y el uso limitado de la extremidad afectada.
- fiebre y escalofríos y sudoración acompañantes;
- malestar general, debilidad;
- dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en los tejidos directamente encima de la inflamación ósea. Las dolencias se intensifican al intentar mover el miembro afectado;
No hay dolor ni fiebre en el curso de la osteomielitis crónica. Es característica la fuga de pus de la fístula entre la cavidad medular y la piel.
Osteomielitis - diagnóstico
Para diagnosticar la inflamación en la médula ósea se realizan análisis de sangre, que muestran un aumento del número de linfocitos, así como un aumento de la PCR (la llamada proteína de fase aguda) y la VSG (prueba de Biernacki). Además, también se realizan hemocultivos y biopsias de hueso y médula.
También son útiles los exámenes óseos, como la gammagrafía, la tomografía computarizada, la resonancia magnética o las radiografías de los huesos.
Osteomielitis - tratamiento
El tratamiento consiste en la administración de antibióticos y analgésicos al paciente. En etapas avanzadas de la enfermedad, puede ser necesario el drenaje de pus y, finalmente, la extirpación del tejido o hueso dañado.
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