Los alimentos mal almacenados, especialmente los cacahuetes, las almendras y los cereales, producen mohos llamados aflatoxinas que pueden provocar graves problemas digestivos.
El término moho abarca muchas especies de hongos (incluidas las familias Aspergillus, Penicillium y Fusarium) que, al no poder alimentarse por sí mismos, parasitan varios sustratos. No se pueden ver sus esporas a simple vista, ya que son muy pequeñas (2 a 5 micrones). Un tamaño tan pequeño les permite moverse libremente (por ejemplo, con ráfagas de viento) a superficies que son convenientes para ellos, donde anidan fácilmente y rápidamente se convierten en un "pelaje" característico. Se sienten mejor a una temperatura de 20 a 30 ° C, pero una temperatura más baja (por ejemplo, en un refrigerador) no inhibirá, sino que solo ralentizará su crecimiento.
Cabe señalar que los mohos en sí mismos no son dañinos para los humanos, solo las micotoxinas producidas por ellos. Un solo consumo de incluso una pequeña cantidad de moho puede provocar una intoxicación alimentaria con síntomas como náuseas, diarrea o vómitos.
Nueces - propiedades para la salud
ImportanteLos hongos Aspergillus, que son más comunes en los cacahuetes, las almendras y los granos, producen mohos llamados aflatoxinas.
Sin embargo, el consumo prolongado de productos sobremoldeados es más peligroso para la salud, porque las micotoxinas se acumulan en el cuerpo, pueden provocar complicaciones graves y, en casos extremos, la muerte.
Se ha comprobado que:
- son cancerígenos (especialmente pueden contribuir al desarrollo de cáncer de hígado),
- son mutagénicos
- dañar al feto (por lo tanto, el queso azul no se recomienda para mujeres embarazadas como medida preventiva)
- son inmunosupresores (debilitan el sistema inmunológico, lo que puede provocar el desarrollo de alergias).
¿Cómo combatir el moho en los alimentos?
Como muestran las estadísticas, en Europa las fuentes más comunes de micotoxinas son los frutos secos (principalmente cacahuetes), cereales, frutos secos, zumos de frutas, productos cárnicos y leche. Estos productos se inspeccionan sistemáticamente, por lo que la intoxicación masiva es esporádica. La contaminación secundaria ocurre con bastante frecuencia, causada por malas condiciones de almacenamiento. Para prevenirlos, se recomienda almacenar estos productos en un lugar seco, sombreado y fresco hasta la fecha de caducidad, ya que cuando se excede, la microflora del producto cambia y el desarrollo de microorganismos nocivos para la salud, incluido el moho.
En la práctica, existen muchos métodos para combatir el moho, incluidos tostado o refinado, sin embargo, son ineficaces contra las micotoxinas. Por lo tanto, deseche los productos con cambios incluso leves (por ejemplo, en forma de manchas oscuras) lo antes posible.
La capa de moho, por ejemplo, de queso o mermelada, no debe eliminarse. Incluso un maní contaminado almacenado en condiciones inadecuadas puede "infectar" a los demás en poco tiempo. Controle la superficie de los productos: debe estar lisa e intacta. También revise el empaque para ver la fecha de caducidad. Por seguridad.
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