El objetivo de la terapia centrada en la transferencia, o TFP (también conocida como terapia Kernberg), es ayudar a la persona con el trastorno límite a aprender más sobre su relación con otras personas. Esto se logra reduciendo los síntomas asociados con el trastorno límite de la personalidad y alterando la estructura del carácter del paciente. Como resultado, debería mejorar significativamente el nivel de su funcionamiento diario. Siga leyendo para conocer de qué se trata la terapia centrada en la transmisión: la TFP.
La Terapia Centrada en la Transferencia (TFP, Kernberg Therapy) ayuda a facilitar la vida de los pacientes con trastorno límite de la personalidad. Esto se hace aliviando los síntomas asociados con el problema y provocando cambios en el carácter. Descubra cómo funciona la Terapia Kernberg.
Dentro de la terapia psicodinámica (una de las tendencias de la psicoterapia), se distingue la terapia de Kernberg, que en terminología especializada se denomina terapia centrada en la transferencia (TFP, abreviatura derivada del inglés Transference-Focused Psychotherapy). Su principal creador es el psicoanalista Otto F. Kernberg, profesor de psiquiatría de la American Cornell University.
La terapia centrada en la transferencia se usa para tratar a pacientes con trastornos de la personalidad, particularmente en aquellos que padecen un trastorno límite (trastorno límite de la personalidad).
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Trastorno límite de la personalidad (trastorno límite de la personalidad) o trastornos límite ...Terapia centrada en la transferencia (TFP): supuestos
Según los supuestos de Otto Kernberg, las personas con una estructura de personalidad normal tienen la capacidad de interpretarse objetivamente a sí mismas, a otras personas y a sus relaciones interpersonales. Estas personas pueden ver contrastes y notar diferencias sutiles en el comportamiento humano. Con el trastorno límite de la personalidad, existen problemas para definirse a sí mismo y a los demás. Los pacientes con este trastorno tratan y clasifican a las personas, su comportamiento y los fenómenos relacionados como claramente buenos o malos (este tipo de situación se denomina escisión y es uno de los llamados mecanismos de defensa primitivos).
Otros problemas con los mecanismos de defensa son la proyección (asignar a otras personas sus características u opiniones, generalmente negativas) y la idealización (por ejemplo, dividir el carácter de un ser querido en dos partes: bueno, que se exalta, y malo, cuya existencia se niega).
Las personas con trastorno límite pueden entablar relaciones románticas frágiles; el motivo de las relaciones cortas es que los pacientes pueden pasar fácilmente de adorar a su ser querido a odiarlo. Además, son irritables y cambiantes de sentimientos debido a la sensación de vacío (se relaciona con una identificación insuficiente de sí mismos). Las personas con enfermedad límite pueden tratar de llenarlo participando en conductas de riesgo como el abuso de sustancias o el juego.
El supuesto principal de la terapia psicodinámica (incluida la terapia TFP) es que el comportamiento humano se rige por mecanismos internos de los que las personas no son conscientes. El papel de un psicoterapeuta que realiza este tipo de terapia es concienciar al paciente de estos factores, así como extraer recuerdos aparentemente olvidados y convencerlo de que exprese sus emociones o ideas.
Objetivos de la terapia TFP
El objetivo de la terapia TFP (Kernberg) es lograr:
- integrando la imagen de uno mismo y de otras personas,
- desarrollar la interpretación correcta de los sentimientos experimentados,
- comprensión de los mecanismos de defensa.
El fenómeno de la transferencia juega un papel muy importante en esta terapia. En términos generales, es la transferencia (inconsciente) de sentimientos hacia otras personas a la persona del psicoterapeuta. La terapia centrada en la transferencia asume que en el transcurso de la relación que se establece con el psicoterapeuta, el paciente se comporta de la misma manera que con otras personas en casa y en el trabajo. Los pacientes no son conscientes de la existencia de la transferencia y de los sentimientos relacionados con ellos, la tarea del terapeuta en los momentos adecuados del encuentro es mantener la atención del paciente frente a sus sentimientos, lo que debe permitirle analizarlos y, lo más importante, comprenderlos.
La terapia psicodinámica para el trastorno límite de la personalidad con TFP no se trata de que el paciente hable y el terapeuta esté en silencio. Por el contrario, la terapia centrada en la transferencia es una de las técnicas de la psicoterapia en la que la participación activa del psicoterapeuta es significativa.
Vale la pena saberloAntes de comenzar la terapia de TFP
El inicio de la terapia centrada en la transferencia va precedido de una serie de consultas, durante las cuales se confirma el diagnóstico de los trastornos límite de la personalidad y se determina qué problemas con el espectro del trastorno son predominantes en un paciente determinado. La primera etapa es la firma de un contrato específico entre el terapeuta y el paciente (define tanto el alcance del trabajo del paciente sobre sí mismo como los deberes del psicoterapeuta). Las sesiones de terapia de Kernberg se llevan a cabo dos veces por semana, la duración exacta del tratamiento depende de las necesidades de la persona a tratar.
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