El pie de atleta, también conocido como pie de atleta, es tinea pedis, una infección fúngica de la piel de los pies causada por varios tipos de hongos, con mayor frecuencia los llamados dermatofitos. En los casos no tratados, la onicomicosis puede resultar en onicomicosis, por lo que es muy importante diagnosticar la enfermedad rápidamente y comenzar el tratamiento adecuado. Compruebe cuáles son las causas y los síntomas del pie de atleta y cómo tratarlo.
El pie de atleta, también conocido como pie de atleta, es un tipo de pie de atleta causado principalmente por dermatofitos. Se estima que alrededor del 20 por ciento de la población lucha contra el pie de atleta. Más del 50 por ciento de las personas que practican deportes luchan contra la infección, de ahí el nombre de la enfermedad.
Pie de atleta: causas del pie de atleta
El pie de atleta es una enfermedad causada por varios tipos de hongos, más a menudo los llamados dermatofitos. De estas, dos especies son las más activas: Trichophyton rubrum (60% de las infecciones) i Trichophyton mentagrophytes var. Interdigital (25% de las infecciones).
Estos hongos prosperan en lugares cálidos y húmedos. Por lo tanto, la principal causa del pie de atleta es principalmente su mala higiene, principalmente el uso de zapatos abrigados y a prueba de viento (por ejemplo, de goma) o calzado apretado y demasiado pequeño y calcetines de plástico, lo que provoca una humedad excesiva y un sobrecalentamiento de los pies.
Los hongos también se reproducen rápidamente en gimnasios, piscinas, saunas y baños, por lo que la estancia frecuente en tales lugares, combinada con la falta de higiene, aumenta el riesgo de infección.
Los factores que favorecen las infecciones y el desarrollo de micosis son los rasguños y lesiones en los pies, que permiten que el hongo penetre profundamente en la epidermis. Los hongos también se pueden transferir de persona a persona por contacto directo.
¿Quién está particularmente en riesgo de "pie de atleta"?
El riesgo de "pie de atleta" aumenta en personas con sudoración excesiva, diabetes y enfermedades arteriales o venosas periféricas (por ejemplo, aterosclerosis de las extremidades inferiores). Se asocia con alteraciones en la regulación de la temperatura cutánea, su isquemia y mayor susceptibilidad a microlesiones. Las personas que también tienen riesgo de padecer pie de atleta son:
- Mayor
- sobrepeso u obesidad,
- tomando ciertos medicamentos (por ejemplo, esteroides o inmunosupresores)
- con cáncer, después de trasplantes
- con VIH, SIDA
- mujeres embarazadas
Además, estas personas corren el riesgo de sufrir numerosas complicaciones, como inflamación de los tejidos más profundos debajo de la piel e inflamación de los vasos linfáticos.
Pie de atleta: síntomas del pie de atleta
La tiña generalmente se desarrolla inicialmente entre el cuarto y quinto dedo del pie y se propaga fácilmente a los otros dedos y a la planta del pie, lo que causa estos molestos síntomas. Esto se debe a que la piel de esta zona está húmeda y suave, lo que debilita su función de barrera. Esto se ve favorecido por la falta de aire, humedad y calor.
Las personas que luchan contra el "pie de atleta" suelen quejarse de:
- erupción cutánea con picazón
- enrojecimiento y descamación entre los dedos y las plantas de los pies
- sudoración excesiva de los pies
- una sensación de ardor o incluso "ardor" en los pies
- burbujas rezumantes
- mal olor de pies
A su vez, las grietas (especialmente entre los dedos de los pies) y la formación de heridas y úlceras indican la etapa avanzada de la enfermedad.
Importante
La infección por hongos también puede afectar la parte superficial o dorsal del pie, e incluso las uñas. Si se desarrolla onicomicosis, el paciente debe estar preparado para un tratamiento difícil y a largo plazo. Por lo tanto, es muy importante diagnosticar el pie de atleta lo antes posible.
Pie de atleta - tratamiento
Antes de indicar el tipo de tratamiento, el dermatólogo realiza el llamado examen micológico. Consiste en tomar muestras de las lesiones, que luego se someten a examen directo (al microscopio) y cultivo. Si se cultiva un hongo a partir del material, significa que la persona enferma está luchando contra la micosis.
También es importante someterse a un examen médico y diferenciarlo con otras enfermedades que pueden dar síntomas clínicos similares al pie de atleta (por ejemplo, erupción interdigital, eccema del sudor, psoriasis y eccema del cuerpo calloso).
Dependiendo de la gravedad de la micosis, se utilizan tratamientos orales (por ejemplo, terbinafina, ketoconazol e itraconazol) o tópicos. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos basta con utilizar un tratamiento tópico, que consiste en la aplicación (dos veces al día) de pomada, crema (si las lesiones son focos queratinizados y la piel está seca y agrietada), un aerosol (si las lesiones supuran) u otros fármacos para el pie de atleta. que están disponibles en la farmacia. El tratamiento con este tipo de fármacos es de larga duración (de 4 a 6 semanas).
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ImportanteEl tratamiento del pie de atleta es a largo plazo. Sin embargo, es común que los pacientes dejen de tomar medicamentos antimicóticos después de que los síntomas hayan desaparecido. La consecuencia de este procedimiento es el estado de incompetencia por micosis, que conduce a frecuentes recaídas de la enfermedad. Para asegurarse de que la micosis haya sanado, debe continuar tomando su medicamento durante 2 semanas después de que su piel esté en buenas condiciones. Esto evitará una recaída.
Pie de atleta: ¿cómo prevenir el pie de atleta?
1. El calzado debe seleccionarse de acuerdo con la talla del pie. Los zapatos demasiado pequeños y opresivos no solo causan abrasiones en la epidermis, sino que también aumentan la humedad de los pies. Usar los mismos zapatos durante varios días seguidos también puede ser perjudicial. Si tiene varios pares de zapatos, cámbielos. Y en la tienda, al medir los zapatos, recuerde los calcetines.
2. En la piscina, use zapatillas de baño, use toallas limpias para secarse los pies y evite caminar descalzo en lugares como hoteles, gimnasios, etc.
3. Después del baño, seque con cuidado y delicadeza los pies, prestando especial atención a los espacios interdigitales.
4. Desinfectar zapatos, calcetines y toallas también da buenos resultados. Puede usar polvos antimicóticos para esto.
5. Los pacientes con diabetes deben prestar atención a la presencia de posibles cambios, como raspaduras, grietas en la piel, que deben tratarse.