Considere si su exceso de peso es consecuencia de vivir bajo un estrés constante. El estrés se acompaña de un aumento de la producción de norepinefrina, una hormona que aumenta el apetito descontrolado por los carbohidratos, principalmente los dulces.
No es el retumbar en tu estómago lo que te hace alcanzar una barra, un pan o un sándwich. El hipotálamo, ubicado en la parte central del cerebro, es responsable de controlar el hambre. El centro de saciedad ubicado allí regula el apetito con la ayuda de dos compuestos, que actúan solo en el cerebro: el neuropéptido Y (NPY), informa sobre el hambre y ralentiza el metabolismo, y el neuropéptido CART, acelera el metabolismo, suprimiendo el apetito.
El hipotálamo es el centro de mando principal que trabaja con otras sustancias para controlar el apetito.
Un papel importante lo juegan:
- colecistoquinina (CCK): una hormona secretada por las paredes del intestino delgado bajo la influencia de los alimentos, que hace que las paredes del estómago se ensanchen, haciendo que el estómago se sienta lleno;
- insulina: activa la producción de leptina en el tejido adiposo, una hormona que lo hace sentir lleno e inhibe la secreción de NPY, lo que reduce el apetito;
- serotonina: una hormona que suprime el ansia de carbohidratos.
¿Cómo matar el hambre de forma saludable? Aprenda formas comprobadas
En el estrés crónico, los mecanismos responsables de la sensación de hambre y saciedad se alteran. La secreción de neuropéptido Y aumenta y la producción de leptina disminuye, por lo que todavía tenemos hambre. Al mismo tiempo, reducir la tasa de cambios metabólicos facilita la acumulación de tejido graso. El estrés permanente aumenta la concentración de cortisol (una hormona de la corteza suprarrenal), su exceso provoca obesidad abdominal, acumulación de grasa en la nuca y resistencia a la insulina. El estrés se acompaña de una mayor producción de noradrenalina, de ahí el apetito descontrolado por los carbohidratos, principalmente los dulces. Los carbohidratos están involucrados en la producción de serotonina, lo que mejora el estado de ánimo, por eso comemos estrés con dulces.