Los más vulnerables a los ataques son los emigrantes, los chinos y ... policías y médicos. Los expertos informan que la pandemia ha provocado sentimientos en algunas personas que están lejos de la bondad o la compasión.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo en una conferencia que la pandemia estaba provocando un "tsunami de odio y xenofobia". También dio varios ejemplos de cómo la pandemia ha chocado con los derechos humanos.
Según Guterres, el estado de ánimo hacia algunos grupos sociales se ha deteriorado significativamente. Muchos expatriados o personas sin hogar han sido tratados como responsables de la propagación del COVID-19. En algunos casos, a las personas de ascendencia china se les ha negado el acceso al tratamiento porque fueron la 'causa' de la pandemia.
También hubo publicaciones desdeñosas en las redes sociales que insultaban a los enfermos y ancianos, sugiriendo que eran vulnerables al virus e "inútiles".
El público también apuntó a policías y periodistas que denunciaron violaciones de las prohibiciones introducidas durante la pandemia, es decir, simplemente realizaron su trabajo.
Polonia también contribuye a estas vergonzosas estadísticas. En nuestro país, hubo ataques a enfermeras y médicos que fueron acosados por sus vecinos, acusándolos de contagiar el virus. Puertas empapadas de pintura, autos rayados, letreros amenazantes ofensivos: estas son las situaciones que se han escuchado ampliamente recientemente.
¿Por qué tanto odio en la gente? Según los psicólogos, las personas dividen el mundo en las categorías de "nosotros" y "ellos", siendo favorecidos "nosotros", es decir, los grupos a los que pertenecen. Desafortunadamente, esto genera prejuicios y discriminación. Otra causa de tal comportamiento es la ansiedad, que provoca y perturba el pensamiento racional.
El odio no matará al virus, argumenta Antonio Guterres, y les pide que resistan el odio y se traten con dignidad y amabilidad.