La fascia es una estructura espacial hecha de tejido conectivo que sostiene y protege los músculos y sus grupos completos. La disfunción fascial puede causar dolor y otros síntomas desagradables. Descubra para qué sirve la fascia, cómo se construye y cuáles son las formas más efectivas de terapia de la fascia.
Tabla de contenido
- Fascia: construcción
- Fascia: funciones
- Trastornos fasciales
- Lesiones de fascia
- Contracturas de fascia
- Infecciones de fascia
- Enfermedades genéticas
- Enfermedades autoinmunes
- Terapia de fascia
- Ejercicios de fascia
- Dieta para la fascia
- Estiramiento de la fascia
- Masaje de fascia
Fascia (lat. fascia) está diseñado para crear un andamio específico para músculos y órganos internos. Los últimos informes científicos sugieren que la fascia no es solo una "envoltura" pasiva de órganos, sino un tejido activo que realiza una serie de funciones importantes.
Fascia: construcción
La división anatómica distingue 3 capas básicas de la fascia:
- fascia superficial, que es una de las capas del tejido subcutáneo
- fascia profunda, rodeando grupos de músculos y dividiéndolos en subunidades
- fascia visceral, ubicada alrededor de los órganos internos
La estructura microscópica de la fascia está estrechamente relacionada con su función. Una gran cantidad de fibras de colágeno y elastina le confieren una elasticidad y fuerza adecuadas, gracias a las cuales la fascia puede desempeñar una función de soporte para otros órganos y es resistente a los daños.
Hace relativamente poco tiempo, también se descubrió que las estructuras de la fascia contienen numerosos vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
Estas propiedades sugieren que la fascia es un importante órgano de comunicación entre las células del cuerpo, así como la propiorecepción, o sentimiento profundo (este tipo de sentimiento nos permite determinar dónde están ubicadas nuestras extremidades sin mirarlas).
Fascia: funciones
- Función de fascia de apoyo
La fascia es un andamio para los músculos y órganos internos y determina su ubicación correcta. Al estirar o estirar partes individuales de la fascia, es posible activar grupos de músculos completos, mientras se relajan los músculos opuestos. La fascia también es un órgano clave para el equilibrio.
- Función protectora de la fascia
Las placas de fascia están separadas entre sí por una fina capa de líquido que contiene grandes cantidades de ácido hialurónico.Esta sustancia reduce la fricción y permite el deslizamiento, que es una condición para el correcto funcionamiento de los músculos. Gracias a las fibras flexibles de la fascia, es capaz de transferir energía mecánica y así protege todo el cuerpo contra lesiones.
- Función comunicativa de la fascia
Como se mencionó anteriormente, muchas fibras nerviosas y vasos sanguíneos atraviesan la fascia. Por esta razón, la fascia permite el transporte de sustancias entre tejidos, así como la recepción y transmisión de estímulos entre ellos. La rica inervación de la fascia también la convierte en una fuente de sensaciones de dolor.
Trastornos fasciales
- Lesiones de fascia
El exudado fibrinoso se produce en respuesta a un traumatismo mecánico o daño en la fascia, por ejemplo, durante una cirugía. La fibra es una sustancia que tiene la función de reparar una superficie dañada. Esto es similar al proceso de cicatrización. El tejido dañado, desafortunadamente, no se recupera completamente a su condición previa a la lesión.
El proceso de reparación de la fascia puede causar fibrosis y mayor rigidez. También hay adherencias frecuentes. La baja flexibilidad de la fascia puede causar dificultad de movimiento y limitar la movilidad de los órganos.
- Contracturas de fascia
La contractura es uno de los trastornos más comunes de la fascia. Existen muchas teorías sobre sus causas.
En algunos tipos de contracturas, la predisposición genética es importante, mientras que en otros se enfatiza el papel de los microtraumas y las sobrecargas superpuestas de partes específicas de la fascia.
Las contracturas afectan con mayor frecuencia a la fascia profunda porque contiene menos fibras elásticas que la fascia superficial. Las contracturas fasciales generalizadas a menudo se asocian con hábitos de la vida diaria.
Pasar muchas horas sentado, una mala postura y la falta de actividad física provocan tensión muscular crónica y, por tanto, también de las fascias.
La fascia excesivamente tensa se protege generando estímulos de dolor. En situaciones extremas, como en el caso de las lesiones, puede haber adherencias dentro de la fascia, lo que resulta en un aumento adicional de la tensión y, en consecuencia, dolor.
Algunos tipos de contracturas fasciales se han enumerado en la bibliografía como entidades patológicas independientes. Estos incluyen, entre otros:
- Contractura de Dupuytren, que afecta a la fascia palmar. Da lugar a una contractura permanente en flexión de los dedos. La enfermedad es progresiva y puede ser hereditaria.
- síndrome de división fascial (ZCPP), más común entre los atletas. El aumento de la presión dentro de los compartimentos de la fascia durante el ejercicio provoca una interrupción local del suministro de sangre a los músculos, lo que provoca un dolor intenso y la necesidad de detener el ejercicio.
- Infecciones de fascia
Las infecciones dentro del cuerpo pueden propagarse por continuidad y afectar a otros órganos, incluida la fascia.
La pleuresía, la pericarditis y la peritonitis son afecciones muy graves que generalmente requieren hospitalización.
Una de las formas más graves de fascitis es la fascitis necrotizante (NF). Es una infección rara, pero muy grave, de la fascia superficial, que puede extenderse rápidamente y afectar sus fragmentos. La intervención quirúrgica rápida es el tratamiento más eficaz para la fascitis necrotizante. Desafortunadamente, los pacientes a menudo sufren numerosas complicaciones y la tasa de mortalidad en esta enfermedad es tan alta como alrededor del 30%.
- Enfermedades genéticas
Como se mencionó anteriormente, uno de los componentes básicos más importantes de la fascia son las fibras de colágeno. Cada enfermedad genética que afecta el proceso de formación de colágeno también resulta en patología y debilitamiento de la fascia.
Las enfermedades congénitas del tejido conectivo, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos, son trastornos complejos de todo el cuerpo. La estructura anormal del colágeno da como resultado una disminución de la resistencia de la fascia, una movilidad excesiva en las articulaciones y numerosas complicaciones orgánicas.
- Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes del tejido conectivo como la artritis reumatoide (AR), el lupus eritematoso sistémico (LES) o la dermatomiositis se caracterizan por una afectación relativamente frecuente del sistema miofascial.
Ahora se cree que los dolores musculares informados por el paciente pueden, de hecho, originarse en la fascia. La investigación muestra que cuando se enfrenta a la inflamación, aumenta el número de receptores del dolor en la fascia y la fascia puede actuar como un "generador de dolor".
Terapia de fascia
- Ejercicios de fascia
Para prevenir las contracturas de la fascia, conviene tener cuidado de alternar la tensión y el estiramiento de sus fragmentos individuales. La forma más sencilla de lograrlo es mediante la actividad física que involucre a muchos grupos de músculos. Pasar muchas horas en un escritorio crea un alto riesgo de tensión y adherencias dentro de la fascia. Recuerde interrumpir su trabajo durante varios minutos, mantenga sus músculos en movimiento y relaje la fascia.
- Dieta para la fascia
La fascia está hecha de tejido conectivo. Asegúrese de estar adecuadamente hidratado para garantizar un funcionamiento adecuado. También vale la pena cuidar la cantidad adecuada de colágeno en la dieta. Lo encontraremos, entre otros en jaleas, gelatina y despojos de carne. También debemos recordar que la vitamina C y la vitamina E son necesarias para la síntesis de colágeno.
- Estiramiento de la fascia
Los ejercicios de estiramiento muscular son una excelente manera de estirar la fascia. Deben realizarse lenta y cuidadosamente, permaneciendo en cada posición durante un mínimo de unos minutos. Una práctica muy beneficiosa en términos de estirar la fascia es rodar con el uso de dispositivos especiales como rodillos y bolas.
Actualmente se están realizando muchas investigaciones sobre la eficacia del rollo de fascia. Los resultados preliminares indican que rodar mejora la flexibilidad de la fascia, reduce la tensión y aumenta la resistencia muscular.
- Masaje de fascia
El enrollamiento de la fascia es en realidad una técnica de masaje, específicamente el llamado SMR (auto-liberación miofascial), es decir, masaje fascial independiente.
En el caso de contracturas graves de fascia o síndromes de dolor crónico, conviene pedir consejo a un fisioterapeuta experimentado, que identificará el problema y seleccionará la técnica de masaje adecuada.
Bibliografía:
- Trastornos fasciales: implicaciones para el tratamiento. Stecco A, Stern R, Fantoni I, De Caro R, Stecco C.
- La fascia: la estructura olvidada. Stecco Carla, Macchi Veronica, Porzionato Andrea, Duparc Fabrice, De Caro Raffaele
- La fascia es un órgano diana de la inflamación en las enfermedades autoinmunes. Kentaro Noda, Ken Yoshida, Taro Ukichi, Kazuhiro Furuya, Kenichiro Hirai, Isamu Kingetsu y Daitaro Kurosaka
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