Algunos se excitan con besos suaves que se asemejan al batir de las alas de una mariposa, otros prefieren técnicas de besos más ardientes y apasionados. Algunas personas disfrutan del masaje de puntos erógenos, a otras les gusta que las pellizquen, las palmeen, las muerdan.
En el sexo, todo puede ser posible, siempre que ambos estén de acuerdo. Sin embargo, existen técnicas que pueden llevar al paraíso de forma más eficaz que otras. Los científicos que trabajan bajo la supervisión del prof. Francis McGlone de la Universidad de Liverpool informa que rascar es una técnica particularmente deliciosa. No es tan común, pero se rasca en puntos específicos del cuerpo. Y, curiosamente, estos no son puntos considerados erógenos en absoluto.
El tobillo era especialmente sensible al rascado.
Hay tres lugares (tanto para mujeres como para hombres): antebrazos, espalda y tobillos. Sin embargo, las experiencias más intensas están en los tobillos. Fueron los más receptivos, estimulados durante las pruebas con varios objetos: cepillos, peines, ramitas, hojas, etc. Los encuestados, mujeres y hombres de entre 22 y 59 años, describieron sus experiencias como extremadamente agradables, la mayoría de ellos alcanzaron el orgasmo bajo la influencia de dicha estimulación. Las reacciones fueron un poco menos intensas cuando la espalda se sometió a estimulación, y las más débiles cuando los antebrazos fueron el sitio de prueba.
Los tobillos raspados no solo daban las sensaciones más agradables, sino que estas reacciones duraban más tiempo.
Rascarse según el arte de hacer el amor del Lejano Oriente
¿Por qué los cubos son tan divertidos? Los científicos explican esto de dos formas. La primera hipótesis está relacionada con el arte erótico del Lejano Oriente. El ars amandi del Lejano Oriente asume una distribución completamente diferente de zonas erógenas en el mapa sexual humano. Y son los tobillos, así como los antebrazos y la espalda los que ocupan un lugar especial en él. En esencia, no debería importar realmente si rasca o rasca estos puntos o los toca de alguna otra manera. Sin embargo, los maestros del Lejano Oriente recomiendan rascarse.
En cuanto a los tobillos, lo mejor es rascarse ambos tobillos de una pierna al mismo tiempo, pero también se puede lograr un efecto visible al rascarse el tobillo externo o interno. A su vez, el lugar más sensible de la espalda es la línea de la columna, en la zona lumbar.
Según otra hipótesis, la sensibilidad de los tobillos, la espalda o los antebrazos está asociada a ... chupasangres aladas. Estos lugares serían particularmente vulnerables al ataque de insectos, y rascarse era la respuesta. Al rascarse y rascarse los lugares atacados por insectos, fue posible deshacerse de los molestos síntomas, que a su vez dieron placer.
Bueno, créelo, no lo crea, vale la pena intentarlo. Los científicos recomiendan rascarse por no más de 3-5 minutos. en un lugar determinado. Puedes pedirle tal "caricia" a tu pareja, pero también puedes hacerlo tú mismo. ¿Pero el efecto será el mismo? Los científicos ya no especifican esto.