La obesidad sarcopénica es un tipo de obesidad que se presenta en los ancianos. Se caracteriza por un aumento de la cantidad de tejido adiposo al tiempo que se pierde masa muscular. ¿Cuáles son las causas de la obesidad sarcopénica y cómo se trata?
Tabla de contenido:
- Obesidad sarcopénica: ¿que es?
- Obesidad sarcopénica - causas
- Obesidad sarcopénica: consecuencias
- Obesidad sarcopénica - tratamiento
- Obesidad sarcopénica - dieta
- Obesidad sarcopénica - ejercicios
- Obesidad sarcopénica - medicamentos
Obesidad sarcopénica: ¿que es?
La obesidad sarcopénica se asocia con mayor frecuencia con cambios en la composición corporal relacionados con la edad. A medida que el cuerpo envejece, su masa muscular disminuye gradualmente. Esta reacción ocurre incluso en personas muy activas físicamente. Pero algunas personas mayores pueden ganar masa grasa al mismo tiempo. Las investigaciones confirman la estrecha relación entre la vejez, la obesidad y la pérdida de masa muscular. El desarrollo de uno de estos factores conduce a la aparición o intensificación del otro, creando un fenómeno de "círculo cerrado".
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La obesidad sarcopénica se diagnostica en aquellas personas que tienen:
- sarcopenia, es decir, baja masa del músculo esquelético, determinada mediante investigación y pruebas, y la pérdida asociada de fuerza y resistencia muscular,
- mayor cantidad de tejido adiposo: 28% y más para los hombres y 40% y más para las mujeres.
Obesidad sarcopénica - causas
1. Cambios en la composición corporal asociados con el envejecimiento
Con la edad, la proporción de tejido muscular y graso cambia en el cuerpo. Alrededor de los 40 años, comienza un proceso progresivo de pérdida de masa muscular y fuerza, y alrededor de los 60-75 años, la cantidad de grasa comienza a aumentar. En los ancianos, el tejido adiposo generalmente se acumula alrededor de los órganos internos y penetra en los músculos. Sin embargo, los cambios en la composición corporal pueden pasar desapercibidos durante largos períodos en personas que mantienen un peso corporal relativamente constante.
2. Actividad física baja o nula. El término "baja actividad física" cubre las actividades que no aumentan el gasto energético del cuerpo, como dormir, sentarse o acostarse. Con poca o ninguna actividad, la masa muscular disminuye y el riesgo de que se almacene energía desperdiciada a medida que aumenta la grasa. Aparece otro "círculo vicioso". Las personas obesas, debido al sobrepeso, son menos activas en la vida cotidiana y les resulta más difícil hacer ejercicio, lo que contribuye a la reducción de la fuerza y a la atrofia, es decir, el desgaste muscular. Por otro lado, cuando pierden la fuerza, comienzan a evitar el ejercicio, lo que a su vez promueve el desarrollo de la obesidad.
3. Demasiada grasa corporal. Cuanto más tejido adiposo (especialmente grasa visceral e interna) se acumula en el cuerpo, más segrega el llamado citocinas: sustancias que desencadenan reacciones inflamatorias. Tienen un impacto directo en el funcionamiento de muchos sistemas, incl. acelerar los cambios en la composición corporal típicos del proceso de envejecimiento y provocar una inflamación crónica. Algunos de ellos (por ejemplo, interleucina-6 - IL-6) aceleran la tasa de degradación muscular, lo que conduce a una disminución de su fuerza y al desarrollo de sarcopenia.
4. Resistencia a la insulina. Un efecto secundario de la resistencia a la insulina es el aumento de los niveles de insulina, que aceleran la degradación del tejido del músculo esquelético. A su vez, la atrofia de los músculos esqueléticos conduce a un aumento de la resistencia a la insulina, lo que a su vez promueve el desarrollo de la obesidad.
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5. Cambios hormonales. Cuanto más grasa hay, más ácidos grasos libres aparecen en el torrente sanguíneo que inhiben la producción de hormona del crecimiento (GH) y testosterona. Y cuantas menos de estas hormonas, menor es la fuerza muscular y menos efectivos son los músculos de las personas obesas.
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6. Nutrición incorrecta. Las personas mayores no saben ni olvidan que los requerimientos calóricos de su cuerpo disminuyen con la edad. Acostumbrados durante muchos años a ciertos alimentos, tamaño y cantidad de comidas, les resulta difícil introducir restricciones dietéticas. El valor calórico de los productos que ingieren a diario supera las necesidades de su organismo, lo que conduce al desarrollo de sobrepeso y obesidad. También suele ocurrir que los ancianos, especialmente las mujeres, limitan la cantidad de proteína consumida. Y cuando no hay suficiente proteína en la dieta, la pérdida de masa muscular ocurre más rápidamente.
Factores nutricionales que favorecen la obesidad sarcopénica:
- exceso de azúcares simples y grasas en la dieta
- muy poca proteína en la dieta
- una pequeña cantidad de fibra como resultado de un consumo muy bajo de frutas y verduras crudas
- deficiencia de vitaminas e ingredientes alimentarios con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por ejemplo, vitaminas D3, C, E, B6 y B12 y ácido fólico
- comer demasiada comida
- absorción alterada de algunos nutrientes, especialmente proteínas, calcio, vitaminas B12, B6, B12, folatos y agua
- cambios en el sistema digestivo asociados con el envejecimiento: desde la pérdida de dientes, pasando por la reducción de la secreción de saliva, jugo gástrico y enzimas digestivas, alteraciones en la percepción del hambre y la saciedad, y terminando con una motilidad intestinal más lenta, pérdida de peso y debilitamiento del hígado y páncreas.
Obesidad sarcopénica: consecuencias
¿Cómo afectan los músculos débiles y el exceso de grasa corporal a la salud y la vida de una persona mayor?
- Limitan las funciones motoras: hacen que el paciente se retire de muchas actividades cotidianas, lo hacen menos en forma e independiente.
- aumentar el riesgo de caídas y fracturas, que además reducen la movilidad del paciente,
- reducir la velocidad de la marcha y cambiar su estilo; el paciente también tiene dificultades para subir y bajar escaleras,
- disminuir la eficiencia pulmonar,
- conducir al síndrome metabólico, que incluye intolerancia a la glucosa, diabetes, dislipidemia y presión arterial alta, así como accidente cerebrovascular, que causa daño cerebral isquémico y deterioro cognitivo,
- plantean un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Obesidad sarcopénica - tratamiento
El objetivo principal del tratamiento de la obesidad sarcopénica es adelgazar y aumentar la fuerza muscular, y como resultado, mejorar la funcionalidad diaria del paciente y mantener su cuerpo en buenas condiciones durante el mayor tiempo posible. La terapia de la obesidad sarcopénica se centra en los llamados tratamiento conservador, es decir, cambiar las reglas de nutrición y mejorar la actividad física. En algunos pacientes con obesidad sarcopénica, también se introduce la farmacoterapia.
Obesidad sarcopénica - dieta
La reducción de peso en los ancianos no debería perseguirse "a toda costa". El primer paso necesario para modificar la dieta es evaluar el estado nutricional del paciente. Esto se puede hacer con la práctica Mini Evaluación Nutricional - MNA, disponible al público. Si una persona mayor está desnutrida o en riesgo de desnutrición, el objetivo principal de la nueva dieta es mejorar el estado nutricional del cuerpo, no perder peso.
En personas mayores con obesidad sarcopénica, se utiliza una terapia de adelgazamiento para minimizar la pérdida de masa muscular. Dado que las personas mayores a menudo padecen muchas otras enfermedades y toman muchos medicamentos, un médico y un dietista deben controlar la introducción de una nueva dieta.
Si una persona mayor con obesidad sarcopénica está tomando medicamentos que causan aumento de peso (por ejemplo, insulina, antidepresivos, hormonas esteroides) o medicamentos cuyo efecto puede cambiar durante la pérdida de peso (por ejemplo, diuréticos, analgésicos), el médico tratante debe considerar la introducción de otros Soluciones farmacológicas.
La dieta en la obesidad sarcopénica se determina individualmente para cada paciente, y su planificación tiene en cuenta parámetros como, entre otros, proporcionar la cantidad de vitaminas y minerales apropiada para la edad y condición del paciente, requerimientos calóricos, preferencias y hábitos alimenticios, el grado de movilidad del paciente y formas de actividad física, así como las enfermedades y farmacoterapias acompañantes. El objetivo de la dieta es perder un 5% -10% del peso corporal inicial del paciente en 6 meses, pero principalmente en la zona del tejido adiposo, con la máxima preservación del tejido muscular. Este efecto se puede obtener reduciendo la ingesta calórica diaria de una persona enferma en 500-700 kcal.
Nutrientes necesarios en la dieta de una persona con obesidad sarcopénica:
- carbohidratos: la fuente básica de energía para el cuerpo; la mejor fuente de carbohidratos en la dieta de los ancianos deben ser los cereales integrales, las legumbres y las frutas y verduras; un exceso de azúcares simples (por ejemplo, azúcar, dulces, galletas) afecta negativamente la formación de proteínas musculares,
- fibra: regula el trabajo de los intestinos y los limpia de residuos de alimentos, previene el estreñimiento; fuentes: verduras y frutas; los ancianos pueden consumirlos molidos, en forma de ensaladas y ensaladas, como purés y jugos; especialmente recomendados son: calabaza, calabacín, calabacines, tomates, así como tubérculos, p. ej.zanahorias, apio, perejil, remolacha,
- calcio: ayuda a reducir la grasa corporal, mejora la función muscular; fuente: productos lácteos fermentados, por ejemplo, kéfir, yogur y requesón bajo en grasa,
- proteína - más que en la dieta de reducción de personas más jóvenes; para los ancianos, se recomienda 1.0-1.2 g por kg de peso corporal por día en la cantidad de 20-25 g en cada comida; fuente: productos cárnicos bajos en grasa, carne magra de aves de corral (pollo, pavo sin piel), pescado magro, productos lácteos bajos en grasa, clara de huevo,
- antioxidantes y compuestos antiinflamatorios: previenen los procesos de oxidación y alivian la inflamación en el cuerpo; fuente: frutas y verduras de colores, especialmente con tonos naranja, rojo y violeta, por ejemplo, arándanos, arándanos, frambuesas, cerezas, albaricoques, calabaza, remolacha,
- vitamina D3 - fuente: aceite de pescado (aceite de pescado), pescado de mar azul (salmón, arenque, caballa),
- líquidos: agua, infusiones de frutas, infusiones de hierbas, zumos de verduras; la cantidad diaria recomendada para los ancianos es min. 2 litros.
La dieta de adelgazamiento no se utiliza en ancianos con:
- diagnosticado con desnutrición,
- pérdida significativa de músculo encontrada con el uso de dispositivos de medición,
- demencia moderada o grave
- osteoporosis,
- estados de enfermedad que causan pérdida de peso y agotamiento del cuerpo,
- incapaz de moverse, por ejemplo, acostado en la cama,
- mayores de 75 años,
- cubiertos por cuidados paliativos.
Obesidad sarcopénica - ejercicios
En el tratamiento de la obesidad sarcopénica, se utilizan formas de actividad física que fortalecen los músculos, mejoran su fuerza y flexibilidad y mejoran el equilibrio. Sin embargo, conviene animar al paciente a realizar cualquier actividad que aumente el gasto energético y contribuya así a la pérdida de tejido adiposo y grasa intramuscular. El método más eficaz para fortalecer la fuerza muscular es el llamado empuje. Pueden ser realizados por personas mayores de diferentes edades y condiciones, incluso las más débiles y frágiles. Para los ejercicios, puede usar dispositivos de entrenamiento de fuerza y bandas de rehabilitación, pero también artículos para el hogar. El entrenamiento moderadamente intensivo, adaptado al estado de salud y las capacidades de una persona mayor, realizado 1-2 veces por semana, mejorará gradualmente la fuerza y el bienestar. En el caso de personas mayores que no estén en absoluto activas, los ejercicios deben introducirse lentamente, graduando su dificultad, intensidad y duración.
Vale la pena saberlo¿Cómo afecta la actividad física a la salud de una persona mayor?
- aumenta la producción de proteínas musculares,
- aumenta la secreción de IGF-1, una hormona similar a la insulina, que estimula el crecimiento de los tejidos, apoya la formación de colágeno, mantiene el equilibrio de calcio, magnesio y potasio,
- restaura o mejora la sensibilidad de los tejidos a la insulina,
- mejora el transporte de nutrientes a los músculos,
- alivia los efectos de la inflamación en los tejidos,
- tiene un efecto positivo en el sistema cardiovascular,
- oxigena los tejidos y el cerebro,
- mejora la flexibilidad de los músculos respiratorios, mejora la ventilación respiratoria y profundiza la inhalación,
- ralentiza los cambios destructivos en el sistema osteoarticular: mejora la elasticidad de los tejidos periarticulares,
- fortalece el sistema inmunológico, previene infecciones,
- mejora la peristalsis intestinal - previene el estreñimiento,
- mejora el equilibrio, la condición física y el bienestar.
Obesidad sarcopénica - medicamentos
El cambio de estilo de vida es de gran importancia en el tratamiento de la obesidad sarcopénica, pero no siempre es factible. La eficacia de la terapia puede verse debilitada por limitaciones derivadas de la mala salud del paciente, la falta de motivación o simplemente por no seguir las nuevas reglas. En tales situaciones, se considera mejorar el tratamiento conservador con medicamentos que apoyen la reducción de peso. La farmacoterapia y la suplementación adicional en el tratamiento de la obesidad sarcopénica, sin embargo, se introducen con mucho cuidado, ya que los ancianos generalmente ya toman muchos medicamentos para otras enfermedades.
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- Otras fuentes disponibles del autor.
Poradnikzdrowie.pl apoya el tratamiento seguro y una vida digna de las personas que sufren de obesidad.
Este artículo no incluye ningún contenido que discrimine o estigmatice a las personas que padecen obesidad.