La insuficiencia cardíaca (HF) es una enfermedad que resulta de muchas afecciones cardiovasculares, una afección en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para ser bombeada por todos los tejidos del cuerpo. Si se cansa rápidamente, le falta el aire, tose por la noche o si tiene las piernas hinchadas, estos pueden ser signos de insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca es un problema de salud y social en aumento, por lo que los especialistas suelen hablar de una epidemia de insuficiencia cardíaca. La enfermedad se llamó hidra médica. La Hidra es un monstruo mitológico con cinco cabezas que volvieron a crecer en mayor número cuando una de ellas fue cortada. Asimismo, con la insuficiencia cardíaca, cuando se resuelve un problema, puede surgir otro.
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En Europa, casi 10 millones de personas sufren de insuficiencia cardíaca, en Polonia alrededor de 800 mil. (según algunas fuentes, incluso 1 millón). Ésta es la única enfermedad cardiovascular cuya frecuencia va en aumento. Al examinar la incidencia de insuficiencia cardíaca en Polonia en personas mayores de 65 años, al buscar el consejo de los médicos de cabecera, se diagnosticó insuficiencia cardíaca en el 53 por ciento. De este grupo, el 39 por ciento. Se clasificaron como clase III o IV (de acuerdo con la clasificación de la Sociedad de Cardiología de Nueva York), lo que significa que estas personas experimentaron dificultad para respirar y fatiga con poco esfuerzo físico (por ejemplo, mientras se vestían) y los síntomas desaparecieron en reposo. Por otro lado, las personas que ingresaron al cuarto grado experimentaron fatiga severa, dificultad para respirar, palpitaciones o dolor en el pecho con el menor esfuerzo, y estos síntomas no desaparecieron ni siquiera en reposo.
Insuficiencia cardíaca: causas de enfermedades
Según los conocimientos actuales, las causas más comunes de insuficiencia cardíaca son la enfermedad coronaria y la hipertensión arterial. Otras razones incluyen miocarditis, defectos cardíacos metabólicos, sistémicos, congénitos o adquiridos, arritmias, anemia, insuficiencia renal, enfermedad de la tiroides y el uso de cardiodepresores. Las estadísticas muestran que el pronóstico de la insuficiencia cardíaca no es bueno. La enfermedad tiene una alta mortalidad, incluso mayor que la del cáncer de mama y vejiga. Pero la farmacología moderna reduce drásticamente el riesgo de muerte y mejora la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, se debe cumplir una condición: siga estrictamente las reglas de la terapia prescritas por el médico.
Insuficiencia cardíaca, es decir, insuficiencia de la bomba
El corazón es una bomba que recoge sangre venosa de todo el cuerpo, la bombea a los pulmones para llevar allí oxígeno y lo bombea a las arterias, desde donde se distribuye a todos los órganos. Cuando el corazón se enferma, no puede hacer bien su trabajo. Si nuestra bomba falla, muy poco combustible, es decir, oxígeno, llega a los órganos individuales o se deposita demasiada sangre en los órganos del cuerpo.
Si la sangre está poco oxigenada, los efectos se sienten con bastante rapidez:
- nos cansamos porque no hay suficiente oxígeno en los músculos
- Estamos empapados de sudor frío porque nuestra piel no está oxigenada
- Orinamos con menos frecuencia porque el suministro de sangre a los riñones ha disminuido.
Cuando la sangre permanece en los órganos, se vuelven hiperémicos. Entonces aparece:
- dificultad para respirar (falta de aire, falta de aire) con esfuerzo o falta de aire por la noche
- Tos que acompaña a la dificultad para respirar, lo que indica congestión pulmonar.
- mala digestión y somnolencia después de comer, lo que indica congestión hepática
- hinchazón de las piernas que indica congestión de las venas.
- aumento de la sed
- aumento de peso corporal
- disminución de la producción de orina.
¿Se pueden dejar de lado estos síntomas desagradables? No existe un consejo único para todos los pacientes. Todos tenemos un historial médico, todos debemos prestar atención a otras cosas para recuperar el bienestar. ¿Donde empezar? Desde ver a un médico que le ayudará a controlar su enfermedad.
Principios de la terapia en insuficiencia cardíaca.
Los especialistas enumeran tres elementos de los que depende la eficacia de la terapia: investigación, control de enfermedades y estilo de vida higiénico. Las pruebas ayudan a determinar el grado de daño al corazón, los cambios en el hígado, los riñones y otros órganos, desarrollan una estrategia de tratamiento y ejercicio, y evalúan cómo responde el cuerpo a los medicamentos. El control de la enfermedad consiste principalmente en medicación regular, medición de la presión arterial, análisis de sangre, electrocardiograma, mantener un peso corporal adecuado y consultar a un médico. Un estilo de vida higiénico significa ejercicio regular, dejar de fumar, comer adecuadamente, limitar el consumo de sal y evitar situaciones estresantes.
Tratamiento de la insuficiencia cardíaca
En el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, se utilizan con éxito muchos fármacos para limitar los efectos de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
- Los inhibidores de la convertasa dilatan los vasos sanguíneos y reducen la presión arterial, por lo que el corazón no tiene que trabajar tan duro. La toma de medicamentos comienza con pequeñas dosis, que se aumentan gradualmente hasta que la enfermedad se estabiliza. Durante la terapia pueden aparecer mareos, tos seca, peor función renal y niveles más altos de potasio en sangre. Por eso es tan importante cumplir con las dosis recomendadas de medicamentos y el tiempo de su ingesta, así como realizar las pruebas prescritas de forma regular. Los inhibidores de la enzima convertidora son fármacos que no deben suspenderse porque prolongan la vida y reducen el número de hospitalizaciones.
- Los betabloqueantes reducen la cantidad de latidos por minuto, ralentizándola. El tratamiento se inicia con una dosis baja del fármaco que se aumenta gradualmente. El medicamento puede tener efectos secundarios como disminución de la presión arterial, mareos, disminución significativa del pulso (menos de 50 latidos por minuto), fatiga rápida.
- Los diuréticos aumentan la excreción de agua y sodio del cuerpo, lo que hace que el corazón esté menos sobrecargado. Son más efectivos si los toma por la mañana y se acuesta en la cama durante una hora más.
- Los glucósidos digitálicos son fármacos que estimulan al corazón a contraerse con más energía y normalizar su trabajo.
- Los nitratos (nitratos) dilatan los vasos sanguíneos, aliviando el corazón.
- Los anticoagulantes bloquean los efectos de la vitamina K, haciendo que la sangre sea más delgada y menos propensa a formar coágulos. El mayor problema es mantener constante el nivel de coagulación, evitando así el riesgo de hemorragia. La vitamina K se puede encontrar en verduras de hoja verde oscura como el brócoli, los nabos, las espinacas, la lechuga y el repollo. Duraznos, aguacates, patatas, clara de huevo, queso e hígado también lo contienen. Por tanto, su consumo por personas que padecen insuficiencia cardíaca debe adaptarse a los resultados de las pruebas de coagulación sanguínea. El efecto de la vitamina K también se inhibe al tomar otros medicamentos, como antifúngicos, antiinflamatorios y estatinas. Su médico debe determinar con precisión la dosis del medicamento anticoagulante, dividida en dosis para cada día de la semana.
Principios nutricionales en la insuficiencia cardíaca
La dieta que deben seguir los pacientes con insuficiencia cardíaca no requiere grandes sacrificios y las comidas son fáciles de preparar. Sin embargo, para facilitar el tratamiento y mantener el peso correcto, se deben seguir varias reglas importantes.
- Limite la ingesta de sal, porque provoca retención de agua en el cuerpo y contribuye a agravar los síntomas de la enfermedad, como edema, dificultad para respirar, aumento del ritmo cardíaco.
- Evite los productos que contienen cantidades importantes de sal oculta: salchichas, carne y pescado enlatados, queso amarillo y azul.
- Elimine las papas fritas y los cacahuetes salados de su menú, así como las sopas de un bolso.
- Limite definitivamente la adición de sal durante la cocción y no les agregue sal en el plato, porque el 60% de ella proviene de aquí. la sal que comemos. Reemplácelo con especias, como ajo, rábano picante, eneldo y jugo de limón.
- No utilice mezclas de especias ya preparadas, ya que contienen mucha sal. El uso de cloruro de potasio (un sustituto de la sal) requiere precaución. El potasio de esta sal, en combinación con inhibidores de la ECA, puede provocar hiperpotasemia, es decir, niveles elevados de potasio en sangre. La hiperpotasemia suele ser asintomática. Pero puede ser señalado por alteraciones sensoriales, espasmos musculares y una sensación de hormigueo alrededor de la boca y la lengua. Por el contrario, se pueden registrar niveles bajos de potasio durante un EKG. La deficiencia de este elemento puede manifestarse como una alteración de la conciencia.
- Limite la ingesta de líquidos a 1,5 o 2 litros al día, ya que esta enfermedad dificulta la eliminación de agua del cuerpo.
- Consume 4-5 comidas pequeñas al día para no sobrecargar tu estómago, lo que te protegerá de las náuseas, la falta de aire y las flatulencias.
- Evite los alimentos y los alimentos ricos en grasas animales; no son deseables en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardíacas (especialmente en personas con niveles elevados de colesterol).
Una dieta que le gusta a tu corazón
- pan de trigo duro, arroz, pasta fina, hojuelas de maíz, grañones pequeños
- leche desnatada, requesón, yogur, kéfir, clara de huevo
- sopas de verduras a base de verduras frescas o congeladas, cocidas sin sal
- pescado (a la parrilla, cocido, todo tipo de carne magra y aves (pero sin piel)
- grasas: girasol, maíz, soja, colza y aceite de oliva (en cantidades limitadas); margarinas blandas de estos aceites, margarinas reducidas en grasa; mantequilla permitida para personas con niveles normales de colesterol
- hortalizas frescas y congeladas, patatas, frutas frescas y secas, frutas en conserva (sin azúcar)
Que es propicio para el deterioro de la salud.
- infecciones
- enfermedad pulmonar
- glándula tiroides hiperactiva o hipoactiva
- hipertensión
- nefropatía
- errores en la toma de medicamentos utilizados en la insuficiencia cardíaca
- tomar analgésicos adicionales
- nutrición inadecuada, p. ej., alto contenido de sal
- aleteo
- ritmo cardíaco lento
- enfermedad de las arterias coronarias inestable
- infarto de miocardio
Código de conducta en beneficio de tu corazón
- No fume cigarrillos y evite permanecer en habitaciones con humo.
- Limite su consumo de sal, ya que retiene agua en el cuerpo y, por lo tanto, ejerce un trabajo adicional sobre el corazón. Su dieta debe ser baja en sal.
- Limite la ingesta de líquidos a aproximadamente 2 litros por día (incluida sopa, compota, jugos, agua), incluso a costa de una sed intensa, para ayudar a su corazón a bombear sangre.
- Si tiene sobrepeso, pierda el exceso de peso para reducir el área que servirá su corazón. Sin embargo, no recurra a dietas draconianas que conducen a una pérdida de peso rápida, pero hable de esto con su médico o dietista.
- Haga ejercicio regularmente según las indicaciones de su profesional de la salud para mejorar su condición física.
- Controle su salud observando su cuerpo - en busca de hinchazón de piernas, tos por la noche, dificultad para respirar con esfuerzo previamente tolerado, sudor frío, mareos o aumento de la frecuencia cardíaca. Pésese con el estómago vacío cada mañana para saber si está aumentando de peso.
- Según lo recomendado por su médico, realice análisis de sangre, controle los niveles de urea, creatinina, sodio, potasio y bilirrubina. Mida su presión arterial una vez a la semana y registre los resultados, o tome medidas cuando se sienta peor o cuando su médico cambie su tratamiento. La presión no debe ser demasiado baja ni superar los 140/90 mm Hg.
- Pruebe el pulso (este es el número de latidos del corazón por minuto). Los valores considerados normales oscilan entre 50 y 100 golpes.