Hace dos años, di a luz a una niña que requiere atención especializada. Ahora estoy embarazada de mi segundo hijo. Tengo un problema con mi relación con mi suegra, lo que me hace sentir encerrado y que constantemente desafía mi trato con mi hija enferma. Tengo miedo de que ponga al niño en mi contra, que me convierta en una mala madre. La suegra no comprende que actúo como me aconsejan los médicos especialistas. Sé de lo que es capaz, porque cuando era más joven me dejé enredar con ella y seguí discutiendo con mis padres, pero por suerte vi mis ojos bastante rápido y arreglé mi relación con ellos. Ya no sé qué hacer ...
¡Hola! En ninguna parte de su correo electrónico menciona a su esposo, quien podría desempeñar un papel muy importante en toda esta historia. Porque es su esposa y su madre el problema. Él debe ser un intermediario cuando haya problemas y usted no pueda o no pueda resolverlos. A veces, lo que es absolutamente inaceptable para una suegra si proviene de una nuera o un yerno se desarrolla sin problemas si el propio hijo está involucrado. Y es absolutamente necesario una comunidad de actitudes. Después de todo, esta es su casa, su hijo, su familia. Es usted quien debe formar un frente unido contra todas las adversidades, sin importar quiénes sean o quiénes sean.
Quizás primero trate de hablar con su esposo sobre lo que piensa al respecto, si entiende su punto de vista y si puede ayudarla con eso. Otra cosa es que ya conoces la forma de ser suegra y sabes defenderte de su influencia, porque como tú mismo dices, ya te has enfrentado una vez. Quizás valdría la pena limitar las visitas de la suegra a las anunciadas, si no cumple con las recomendaciones médicas, que debería ser la ley suprema aquí. Esto debe ser entendido incluso por la persona más contradictoria: puede presentarle a su esposo una regla tal que las reuniones con su nieta solo serán posibles después de aceptar los requisitos y limitaciones médicos. Supongo que a ella le importa la salud de su bebé, ¿verdad? En general, tienes que empezar a administrar un poco tu casa, porque esa es tu ley. Eres su dueña, su anfitriona, trabajas y descansas en ella, debes poner reglas en ella. Tienes derecho a la intimidad, a respetar tu opinión y tienes derecho a hablar de ello y exigirlo. No tengas miedo de apostar un poco y luchar por el tuyo: esto da miedo al principio, pero al final suele funcionar para bien
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Tatiana Ostaszewska-MosakEs psicólogo clínico en salud.
Se graduó de la Facultad de Psicología de la Universidad de Varsovia.
Siempre ha estado particularmente interesada en el tema del estrés y su impacto en el funcionamiento humano.
Utiliza sus conocimientos y experiencia en psycholog.com.pl y en el Fertimedica Fertility Center.
Completó un curso de medicina integrativa con la mundialmente famosa profesora Emma Gonikman.