El tratamiento para la mononucleosis puede iniciarse después de que se haya realizado un diagnóstico adecuado, y esto no es nada fácil. Afortunadamente, existen pruebas para la mononucleosis que facilitan el diagnóstico al médico. Esto es importante porque los síntomas de la mononucleosis infecciosa pueden ser confusos, por lo que a menudo se diagnostica y se trata incorrectamente.
El tratamiento de la mononucleosis no es nada fácil, porque tiene síntomas inespecíficos, que a veces pueden parecerse a la gripe, a veces a la angina y, a veces, incluso pueden indicar linfoma.
La mononucleosis infecciosa también se conoce como enfermedad del beso porque se transmite a través de la saliva.
Además, la mononucleosis tiene un curso ligeramente diferente según la edad a la que ataca. En los niños, a menudo se confunde con la angina de pecho. En los adultos, puede producirse coloración amarillenta de la piel e irritación del hígado y el bazo, lo que a veces conduce a ictericia. Si se desarrolla ictericia, la persona debe ser hospitalizada.
No es de extrañar, entonces, que los médicos puedan cometer errores en el diagnóstico y, por tanto, en el tratamiento de la mononucleosis. A veces causan complicaciones adicionales, por ejemplo, la administración de un antibiótico (ampicilina, amoxiciclina) a un paciente con mononucleosis causa una erupción característica: erupción macular.
Investigación para ayudar a diagnosticar la mononucleosis
Las pruebas de laboratorio que pueden ayudar a su médico a hacer un diagnóstico de mononucleosis infecciosa incluyen:
- hemograma: los resultados de la prueba muestran un aumento en la cantidad de glóbulos blancos o leucocitos (glóbulos blancos); el hemograma con frotis muestra un mayor porcentaje de linfocitos entre los glóbulos blancos y la presencia de linfomonocitos; también puede haber una reducción en el número de plaquetas en su sangre
- Las enzimas hepáticas (transaminasas - AST y ALT) a menudo están elevadas en la mononilosis.
- anticuerpos contra el VEB - son la respuesta del sistema inmunológico a la invasión del virus - después de aproximadamente 2-3 semanas, los anticuerpos IgM contra el virus del VEB aparecen en la sangre, lo que indica una nueva infección; la presencia de anticuerpos IgG contra el virus EBV, sin embargo, indica que la infección ha ocurrido en el pasado
- detección de VEB por PCR: el método cualitativo le permite determinar si el virus está presente en la sangre, el método cuantitativo le permite evaluar la cantidad de partículas de virus en un volumen de sangre determinado
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Vale la pena saberloSi la prueba para determinar la cantidad de anticuerpos IgM contra el virus VEB se realiza demasiado pronto (es decir, dentro de las dos o tres semanas posteriores a la infección), el resultado puede ser falso negativo: aún no se han producido anticuerpos, aunque el virus está en el cuerpo.
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Tanto en niños como en adultos se administran principalmente antipiréticos. Paracetamol e ibuprofeno para niños, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico y paracetamol o naproxeno para adultos.
Además de tomar preparados antipiréticos, es bueno hacer gárgaras con desinfectantes.
No existe ningún fármaco para combatir el virus de Ebstein-Barr (VEB). El cuerpo tiene que superarlo por sí solo. Hay que quedarse en cama porque la mononucleosis es una enfermedad muy debilitante, beber mucho y seguir una dieta de fácil digestión. Las gotas nasales no se recomiendan para la rinitis porque no funcionan en este caso. Sin embargo, vale la pena ventilar las habitaciones y humedecer el aire con agua con la adición de aceites esenciales, por ejemplo, eucalipto.
¿Cuánto dura la mononucleosis?
La enfermedad suele durar unas dos semanas. Pasado este tiempo, los síntomas desaparecen, pero el paciente está muy débil.
El paciente infecta tanto durante la enfermedad como después de su terminación, a veces incluso durante 18 meses.
Los niños necesitan un mes de recuperación antes de volver a la vida normal. Asimismo, los adultos deben tomarse un tiempo para recuperarse. Es importante no ir directamente al trabajo, porque el sistema inmunológico está levemente afectado durante 2-4 meses después de la infección y es mejor no exponerse a amenazas fuertes. Tampoco se le permite recibir ninguna vacuna durante este tiempo; esto se aplica tanto a adultos como a niños.
