La monocitosis es un aumento del nivel de monocitos en la sangre periférica. Los monocitos son células que pertenecen a la población de leucocitos, o los llamados glóbulos blancos, por lo que los aumentos de monocitos en sangre se asocian principalmente con infecciones y otras enfermedades. ¿Cuáles son los síntomas de la monocitosis? ¿Es peligrosa la monocitosis?
Tabla de contenido
- Monocitosis: causas
- Monocitosis: diagnóstico
- ¿Es peligrosa la monocitosis?
La monocitosis es una condición cuando observamos un aumento en el nivel de monocitos en el hemograma en el hemograma. Los monocitos constituyen alrededor del 3-8% de la población total de leucocitos de sangre periférica y son los más grandes de su tipo. Después de la maduración, los monocitos encuentran su camino hacia los tejidos y luego se transforman en macrófagos.
Algunos monocitos tienen las propiedades de las células madre, lo que significa que pueden diferenciarse en otros tipos de células.
Los monocitos se producen principalmente en la médula ósea. Desde la médula ósea pasan a la sangre periférica, donde permanecen varios días, desde donde tienen la capacidad de llegar a lugares inflamatorios del cuerpo.
Los monocitos producen diversos compuestos que forman parte del sistema inmunológico, como el interferón, los leucotrienos y las interleucinas.
Pero, ¿qué puede provocar un exceso de monocitos en la sangre periférica y cuáles son las causas?
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Monocitosis: causas
Las causas de la monocitosis se pueden dividir aproximadamente en leves y graves.
Debido a que los monocitos juegan un papel importante en el sistema inmunológico y son fagocitos, es decir, células que tienen la capacidad de limpiar la sangre de, entre otras, bacterias, su producción aumentará en diversas infecciones bacterianas, virales, fúngicas o protozoarias, así como en la fase de curación. que sigue a estas infecciones cuando el cuerpo aumenta intensamente la producción de monocitos que se "consumieron" durante la enfermedad.
La monocitosis también ocurre en condiciones tales como:
- enfermedades autoinmunes, por ejemplo, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, enfermedades inflamatorias del intestino
- enfermedades hematológicas: linfoma de Hodgkin, leucemia mielomonocítica aguda y crónica, neoplasias mieloproliferativas, mieloma múltiple, macroglobulinemia de Waldenström, anemia hemolítica, trombocitopenia inmunitaria primaria
- sarcoidosis
- condición después de la esplenectomía (extirpación del bazo)
- enfermedades de almacenamiento
- condición después de la terapia con esteroides
- cirrosis
- Regeneración de la médula ósea después de radioterapia o quimioterapia.
- uso de factores de crecimiento humanos recombinantes
- el embarazo
La monocitosis a menudo ocurre después de enfermedades infecciosas, cuando hay una renovación intensiva de leucocitos después de la infección.
Monocitosis: diagnóstico
Como sabe, los monocitos son células de sangre periférica, por lo que su número se puede determinar mediante un hemograma completo, más precisamente un frotis. Los frotis automáticos generalmente se hacen con máquinas, que es el método más rápido.
Frotis de sangre: normas e interpretación.
Monocitos (MONO): función, norma, exceso y deficiencia
A veces, sin embargo, los frotis automáticos pueden engañarnos, ya que la máquina puede confundir los monocitos con neutrófilos, lo que resultará en un diagnóstico erróneo de monocitosis.
En tales casos, el resultado debe compararse con un frotis manual. Sin embargo, esta investigación requiere mucha experiencia y habilidad.
¿Es peligrosa la monocitosis?
Cualquier desviación en las pruebas de laboratorio puede causarnos ansiedad. Sin embargo, conviene recordar que en ocasiones un resultado de morfología anormal es el resultado de un error que se cometió durante el diagnóstico, por lo que, cuando encontramos monocitosis, primero se debe repetir la prueba.
Siempre tenemos que tener en cuenta el panorama general del paciente, es decir, aunque confirmemos monocitosis en pruebas posteriores y nuestro paciente no presente ningún síntoma clínico y se sienta bien, no tenemos que preocuparnos por ello.
Lo más importante es recordar que no estamos tratando los resultados, sino al paciente.
No obstante, si además de la monocitosis confirmada, nos preocupa algo en la historia clínica o en la exploración física, conviene ampliar el diagnóstico y derivar al paciente a un especialista adecuado.
Como puede ver, es muy importante en el proceso de diagnóstico de la monocitosis recopilar una entrevista detallada y confiable con el paciente.
Puede haber muchas causas de monocitosis, pero siempre tenemos que descartar primero las causas más comunes e "inofensivas".
Solo entonces pensamos en las causas más graves de monocitosis.
Todo el mundo siempre está preocupado por el cáncer, en el caso de la monocitosis pensamos principalmente en la leucemia mielomonocítica crónica.
En esta enfermedad hay monocitosis crónica que dura más de tres meses, mientras que se han descartado otras posibles causas de monocitosis.
Además, podemos observar neutropenia o neutrofilia, anemia, en ocasiones trombocitopenia, anomalías en la médula ósea y pruebas citogenéticas y moleculares, y la presencia de líquidos en las cavidades corporales.
Sin embargo, los síntomas clínicos pasan a primer plano, como:
- debilidad
- pérdida de peso
- fiebre baja
- sudores nocturnos
- taquicardia
- mayor susceptibilidad a infecciones y sangrado prolongado
- cambios en la piel
- ganglios linfáticos agrandados
- hígado agrandado
- bazo agrandado
Como podemos ver, el cuadro clínico general siempre debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar al paciente, ya que una desviación única en las pruebas de laboratorio aún no prueba nada.