La necrosis grasa en la mama es causada por un traumatismo en la glándula mamaria, generalmente en mujeres obesas. Un pequeño bulto que se puede palpar a través de la piel provoca ansiedad y se convierte en motivo de consulta médica. El tratamiento de la necrosis consiste en eliminar el tejido alterado.
Según los expertos, la necrosis grasa de la mama afecta al 0,6% de todos los tumores de mama. Muy a menudo, las mujeres obesas con tejido graso bien desarrollado en el área de los senos sufren. Surge como consecuencia de una lesión y rara vez es consecuencia de una rápida pérdida de peso o de un tratamiento en forma de radioterapia.
Necrosis grasa de la mama: causas.
El mecanismo detrás de la formación de necrosis grasa en la mama es relativamente simple. Como resultado de la lesión, los capilares se dañan, lo que conduce a una alteración del suministro de sangre a esta área.
La prevención es de extrema importancia, que consiste en evitar situaciones en las que se pueda lesionar el delicado tejido glandular de la mama.
El tejido adiposo permanentemente no nutrido está sujeto a procesos necróticos. Se forma un borde inflamatorio a su alrededor. Pasado un tiempo, los tejidos necróticos sufren el proceso de fibrosis, apareciendo así bandas de tejido conectivo y cicatrices con el tiempo. En ocasiones, en las zonas afectadas, se acumulan iones de calcio, lo que a su vez puede provocar la calcificación de focos necróticos, conocida como petrificación.
Necrosis grasa de la mama: síntomas.
La mayoría de los síntomas de necrosis no son muy característicos y pueden acompañar a muchos otros procesos patológicos, por lo que cualquier anomalía debe ser motivo de consulta médica. Las irregularidades notificadas con más frecuencia incluyen:
- hinchazón dolorosa a la palpación
- la piel sobre el foco de necrosis está inflamada: adquiere un color rojo, aumenta el calor
- A veces, el pezón se retrae, especialmente cuando la necrosis grasa está muy cerca.
- La temperatura corporal es normal, lo que diferencia entre necrosis e inflamación de la mama.
- leve deformación de la mama, con zonas puntiagudas con el llamado la piel de naranja y el agrandamiento de los ganglios linfáticos circundantes significa que la necrosis grasa puede malinterpretarse como el comienzo del proceso del cáncer
Diagnóstico de necrosis grasa de la mama.
El elemento básico en el diagnóstico de la necrosis grasa es determinar si los cambios observados son consecuencia de una lesión. Luego, el médico procede a un examen de palpación, que muestra la presencia de una estructura relativamente dura, con contornos desiguales con inflamación local. Un examen auxiliar es una ecografía en la que se puede confirmar el proceso inflamatorio en desarrollo. Por supuesto, la TC y la RM son excelentes herramientas de diagnóstico, aunque se eligen como exámenes de segunda línea. La evaluación detallada de la lesión patológica es extremadamente importante para no pasar por alto el cáncer de mama. El diagnóstico diferencial utiliza una biopsia, que consiste en tomar el tejido cambiado y evaluar el material bajo un microscopio.
Tratamiento de la necrosis grasa en la mama.
Debido a la naturaleza focal de la lesión patológica, el médico sugiere eliminar el tejido necrótico en la mayoría de los casos. Debido a la rápida intervención, la resección se limita solo a un área pequeña de la mama, con la mayor parte del tejido glandular preservado. De hecho, solo la evaluación histopatológica posoperatoria puede descartar el cáncer. Una imagen muy común son los quistes grasos de varios tamaños, es decir, depósitos llenos de líquido. Alrededor de las células grasas se acumulan unas células llamadas lipófagos, responsables de los procesos necróticos.
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