Mandala, círculo de imágenes: es una forma antigua de actividad creativa que existe en todas las culturas. Un trozo de papel, lápices de colores y un poco de holgura: ¡se necesita tan poco para sentir la alegría del niño de crear nuevamente! El dibujo espontáneo te permite expresarte y llegar a lo que escondemos en lo más profundo del alma. A esto se le llama trabajo de proceso.
El mandala, o el círculo de imágenes, permitía al hombre primitivo expresar su unidad con el mundo y su fe en la existencia de un orden cósmico superior. Y al entregarse a la pasión creativa, alivió la tensión y despejó la mente. Es sobre estas dos creencias, sobre el significado excepcional del círculo de imágenes y el papel curativo de la creatividad, que una de las técnicas psicológicas, la llamada trabajar con el proceso.
La palabra mandala proviene del sánscrito y significa una imagen en forma de círculo. Es la imagen más primitiva que existe en cualquier cultura, a menudo de carácter sagrado. Según Karol Gustaw Jung, quien introdujo este tema en la psicología, el mandala, como signo de integridad y plenitud, simboliza el yo y es la mejor manera de llegar al subconsciente y comunicarnos con nuestro yo más profundo. El mismo Jung practicó la creación diaria de mandalas durante muchos años antes de utilizar este método para trabajar con pacientes.
- Con la ayuda del dibujo liberamos emociones, nos conocemos mejor a nosotros mismos y al mundo y, como resultado, desarrollamos nuestra personalidad - explica Agnieszka Czapczyńska, entrenadora de la fundación Women's Place con sede en Varsovia.
Mandala: Descarta la voz del crítico.
8 mujeres asistieron a los talleres dirigidos por Agnieszka. El tema del encuentro son las relaciones en nuestras relaciones. Nos sentamos en círculo en el suelo, sobre cómodos cojines, y miramos con cierta ansiedad las coloridas cajas de cartón y pasteles que hay frente a nosotros. ¿Qué tarjeta elegiré? ¿Qué crayones? Mi cabeza está vacía, no puedo dibujar. - No importa. Aquí no se necesita talento: el entrenador se calma y nos pide que cerremos los ojos. Comenzamos con un breve ejercicio para calmar la mente. El punto es olvidarse de los problemas, estar solo aquí y ahora. Respiro tranquilamente. Dejo que mis pensamientos fluyan libremente por mi mente sin detenerlos.
- Esta introducción es muy importante. La imagen debe crearse espontáneamente, sin la participación de la conciencia. Por lo tanto, primero debe despejar el campo de voces innecesarias que todos tienen en mente. Estamos orientados culturalmente hacia el mundo exterior y escuchamos constantemente a nuestro crítico interior que nos dice qué hacer y pensar. Por eso es importante sentir tu cuerpo, tus emociones, determinar el lugar en el que me encuentro en este momento. Solo cuando estamos tan callados buscamos crayones, dice Agnieszka.
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Mandala: siente la alegría de crear
Sorprendentemente, después de esta breve meditación, no dudo en elegir el cartón amarillo. Empiezo a dibujar un círculo con un crayón azul. Al principio con vacilación, luego un poco más audaz. Busco más crayones: rojo, blanco, rosa, azul marino ... Aparecen círculos más pequeños dentro de mi círculo, girando en espiral hacia el centro. Dibujo cada vez con más confianza. Después de un rato, comienzo a frotar los pasteles con los dedos, disfrutándolo como un niño. Miro a mis vecinos de vez en cuando. Aparentemente, cada uno de ellos siente una alegría similar al crear. Dibujo sin pensar, instintivamente. Desde el centro de mi mandala dibujo rayos rosas que perforan el borde exterior. Con movimientos de barrido engroso el círculo. No puedo superar la pasión que puse en mi dibujo ...
- El momento mismo de dibujar es curativo, porque además de que es puro placer, permite que emerjan varias cosas que normalmente no aparecerían. Revelamos emociones ocultas sin autocensura - explica el formador. Dejamos los dibujos sobre la alfombra, esperando con impaciencia la interpretación. Aquí, sin embargo, viene la sorpresa: Agnieszka no hace un diagnóstico. Guiados por las preguntas del formador, hablamos de nuestros mandalas. Tenemos la oportunidad de comprender su significado oculto.
Importante
Mandala bueno para niños hiperactivos
La importancia terapéutica del mandala fue apreciada por Karol Gustaw Jung, psiquiatra y psicólogo suizo, creador de la psicología analítica. Al observar este tipo de creatividad en pacientes jóvenes, afirmó que pintar cuadros en forma de círculo permite al niño entrar en un estado de relajación profunda, incluso de meditación. La paz y la relajación logradas de esta manera regenera la psique y alivia sensacionalmente los síntomas físicos del estrés. Los psicoterapeutas y educadores contemporáneos utilizan este método, y con muy buenos resultados, incl. en el trabajo con niños hiperactivos psicomotores. El mandala hace que los procesos de inhibición dominen los procesos de estimulación. Como resultado, la concentración de la atención mejora y el niño puede realizar tareas con mayor persistencia y perseguir constantemente la meta. Mandala también reduce la cantidad de episodios de comportamiento violento, por lo que a veces se usa para trabajar con niños agresivos.
Mandala: mira tu sombra
- Trabajar con un dibujo a menudo se limita en la práctica psicológica a fines de diagnóstico.Ayudo a llegar al código simbólico individual, mediante el cual se revela lo oculto en el subconsciente. Pero todos tienen que caminar solos por el camino de la comprensión, dice Agnieszka. Entonces mi tarea es encontrar en el dibujo lo que más me irrita, lo que considero más extraño. Estoy pensando en mi mandala. No creo que me guste ese borde azul marino que estaba dibujando con tanta obstinación. Sí, ella es la que más me irrita de lejos. Pero, ¿qué significa? - El elemento menos aceptado del dibujo simboliza la parte de nosotros mismos con la que no tenemos contacto consciente - explica Agnieszka. - Esta es la parte de nosotros que está más alejada de nuestra identidad, es decir, de cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo queremos ser percibidos por los demás. Porque la identidad es solo una parte de nosotros mismos, una especie de traje en el que encajamos y que nos priva del contacto con todo nuestro potencial. Cada uno de nosotros tiene muchas más posibilidades de las que usamos todos los días. El momento de encontrar esa parte perdida e integrarla con la identidad es precisamente la tarea de estos talleres. Estoy tratando de responder a la pregunta de qué es un borde grueso en mi mandala. ¿El muro que me separa del mundo y del que me gustaría deshacerme? Me pregunto qué podría significar eso en términos de mis relaciones con otras personas. ¿Arco? ¿Necesita aprobacion? Me doy cuenta de que este muro no tiene por qué ser el enemigo en absoluto. ¿Quizás defiende mis límites, define mi individualidad? Me está empezando a gustar, aunque todavía me gustan los rayos rosados que salen tímidamente.
Mandala: convierte lo negativo en positivo
- Una vez, también durante un taller sobre relaciones, una mujer dibujó un mandala cortado por la mitad. Una parte era alegre, cálida, "sonriente"; el segundo, frío y distante. Fue esta división la que no le gustó más. Se encontró con dos caras y se agradó a sí misma como una persona amable, cariñosa y sacrificada. En el transcurso del trabajo, cambiamos su forma negativa de pensar sobre sí misma. Esta mujer entendió que no tiene por qué ser siempre suave y cálida, que también tiene derecho a estar cerrada y distanciada en su relación con otra persona. Se dio cuenta de que podía haber tal y tal cosa. Aprendió a decir "no", se volvió más asertiva y, como resultó, lo necesitaba dramáticamente en la vida, recuerda Agnieszka. El propósito de trabajar con el proceso es domesticar la parte de nuestro potencial que no podemos utilizar porque no encaja en nuestra imagen de nosotros mismos. Alguien que, por ejemplo, se ve a sí mismo como una persona tranquila, saca rasgos más agresivos. ¿Qué sucede cuando bloqueamos el acceso a cualquier parte de nuestro ser? La energía que no encuentra salida se vuelve contra nosotros y causa muchos problemas. Caemos en conflictos, tenemos problemas en las relaciones, nos enfermamos. Por eso es tan importante llegar a los aspectos rechazados de ti mismo e integrarlos con tu identidad.
- Estamos completos. Esa parte de tu personalidad que no te gusta también eres tú. Si intentas mirarlo sin evaluarlo, míralo como un amigo y no como un enemigo, resultará ser un aspecto muy importante de tu “yo” - explica Agnieszka. Si queremos que el mandala sea una terapia, debemos contar con un psicoterapeuta guía. Pero si es para ayudarnos a desarrollarnos personalmente, podemos seguir este camino por nuestra cuenta. Basta con detenerse a correr y dedicar una docena de minutos al día a la relajación y al trabajo creativo. Después de un tiempo, comenzamos a aprender nuestro idioma, a comprender cada vez más y a aceptarnos cada vez mejor.
En el fondo
Trabajar con un dibujo le permite penetrar rápida y profundamente en los recovecos del subconsciente. Te permite combinar las diferentes piezas que confeccionamos juntas. Nos devuelve lo que hemos perdido a través de la educación, los estereotipos culturales o las experiencias traumáticas del pasado. Gracias a esto, todo el que elige este camino tiene la oportunidad de convertirse en una persona plena, consciente de sí misma e integrada. Crear un mandala es solo una de las muchas herramientas en el trabajo del desarrollo de la personalidad, pero es una herramienta efectiva y divertida.