Teóricamente, la aparición de alucinaciones (alucinaciones) podría tratarse como un motivo para visitar a un psiquiatra, pero estos trastornos, contrariamente a las apariencias, a veces se asocian no solo a trastornos mentales. Las alucinaciones pueden deberse tanto a un tumor cerebral como a una insuficiencia hepática. Diagnosticar su causa es importante porque es su tratamiento el que permite que la aparición de sensaciones anormales, que son alucinaciones, disminuyan.
Las alucinaciones (también llamadas alucinaciones) son síntomas que pertenecen a un deterioro cognitivo. Las alucinaciones son experiencias sensoriales que surgen sin la acción de algún estímulo causal (esto es, por ejemplo, ver una imagen de un objeto que no está realmente ahí).
El paciente está convencido de que las sensaciones son genuinas; es imposible persuadirlo de que las cosas que ve no existen realmente. Las experiencias sensoriales inapropiadas pueden ocurrir en personas completamente sanas (por ejemplo, antes de conciliar el sueño y al despertar del sueño), pero también están asociadas con muchas enfermedades diferentes.
Escuche sobre las alucinaciones, sus orígenes, síntomas y tratamientos. Este es material del ciclo BUENO ESCUCHAR. Podcasts con consejos.
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Alucinaciones: síntomas y tipos
Las alucinaciones se clasifican según los sentidos con los que están relacionadas. Por ello, se distinguen los siguientes:
- alucinaciones visuales (que incluyen ver sensaciones simples, como destellos, pero también formas complejas: siluetas de personas, animales u objetos inexistentes),
- alucinaciones auditivas (escuchar varios tipos de estallidos, clics o voces o incluso música),
- alucinaciones gustativas (sensación, sin ningún estímulo, un sabor, generalmente desagradable),
- alucinaciones somáticas (donde el paciente siente estímulos táctiles, por ejemplo, tiene la impresión de que los insectos se mueven sobre él),
- alucinaciones olfativas (el paciente siente un olor que no existe para los demás, como en el caso de las alucinaciones gustativas, generalmente es desagradable para el paciente, por ejemplo, puede ser un olor a quemado).
Las alucinaciones se dividen no solo en términos de contenido, sino también en términos de la gama de experiencias experimentadas por el paciente. En consecuencia, se distinguen los siguientes:
- alucinaciones simples relacionadas con un órgano sensorial específico,
- alucinaciones complejas en las que hay sensaciones anormales relacionadas con dos o más de los sentidos (por ejemplo, las alucinaciones visuales van acompañadas de alucinaciones auditivas).
Los tipos de alucinaciones mencionados anteriormente son tratados como síntomas que sugieren la existencia de alguna patología, sin embargo, se distingue una forma de alucinaciones, que pueden presentarse como un fenómeno fisiológico. En este caso, estamos hablando de alucinaciones hipnopómpicas e hipnagógicas. Los primeros aparecen al despertar del sueño, mientras que los segundos pueden acompañar al sueño. Estos problemas suelen tomar la forma de alucinaciones visuales y auditivas.
Alucinaciones: causas
Las alucinaciones pueden ocurrir en el curso de enfermedades como:
- esquizofrenia,
- desórdenes psicóticos,
- Enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia,
- Enfermedad de Parkinson,
- enfermedades neoplásicas del sistema nervioso central (esto se aplica tanto a los tumores cerebrales primarios como a las metástasis en esta área del cuerpo),
- ataques de epilepcia,
- episodios de migraña
- Delirium tremens,
- Síndrome de Charles Bonnet,
- el uso de sustancias psicoactivas: alcohol, drogas o drogas legales (las alucinaciones pueden aparecer tanto durante el uso como como resultado de su abstinencia repentina),
- fiebre alta,
- disfunción renal o hepática significativa,
- meningitis,
- nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia),
- alteraciones de los electrolitos (por ejemplo, hiponatremia, es decir, demasiado bajo sodio en la sangre)
- privación sensorial.
Alucinaciones: tratamiento
Las alucinaciones en sí mismas no se tratan; el tratamiento debe ser para la enfermedad o trastorno que provocó su aparición. Sin embargo, antes de que eso suceda, el paciente debe recibir un diagnóstico adecuado. Puede incluir, entre otros realizar pruebas de imagen (por ejemplo, tomografía computarizada) o pruebas de EEG
Una vez realizado el diagnóstico, es posible iniciar el tratamiento causal de las alucinaciones. El régimen de tratamiento depende en este caso del problema en un paciente determinado: en pacientes con cáncer de cerebro, la terapia se centrará en eliminar el proceso proliferativo, mientras que en personas que padecen demencia, se implementará la farmacoterapia. Si resulta que las alucinaciones están relacionadas con la esquizofrenia, al paciente se le recetarán medicamentos antipsicóticos.
Las alucinaciones ciertamente no deben subestimarse: al analizar las causas del problema, es bastante fácil ver que incluso las condiciones potencialmente mortales pueden ser responsables de su aparición.
Sobre el Autor Arco. Tomasz Nęcki Licenciado en Medicina por la Universidad Médica de Poznań. Un amante del mar polaco (pasea de buen grado por sus orillas con auriculares en los oídos), gatos y libros. Al trabajar con pacientes, se centra en escucharlos siempre y dedicar todo el tiempo que necesitan.Más artículos de este autor