La disbacteriosis es un trastorno de la flora bacteriana intestinal. La disbacteriosis ocurre cuando las bacterias que colonizan el intestino grueso pasan al intestino delgado. Los principales síntomas de los trastornos de la flora bacteriana son síntomas del sistema digestivo: dolor abdominal, flatulencia o diarrea. Sin embargo, la disbacteriosis también provoca malabsorción, lo que puede tener graves consecuencias para la salud.
Tabla de contenido
- Disbacteriosis: factores de riesgo
- Disbacteriosis - síntomas
- Disbacteriosis - diagnóstico
- Disbacteriosis - tratamiento
La disbacteriosis, o sobrecrecimiento bacteriano, es un estado de crecimiento excesivo en el intestino delgado de bacterias que en condiciones fisiológicas colonizan el intestino grueso.
Debes saber que la flora bacteriana cambia su composición dependiendo de dónde se localice en el tracto digestivo. Una pequeña cantidad de bacterias principalmente aeróbicas está presente en el estómago, el duodeno y el yeyuno.
En las secciones siguientes del intestino, la cantidad de bacterias aumenta y las bacterias anaeróbicas son más comunes. En condiciones fisiológicas, los cambios en el crecimiento de la flora bacteriana se evitan por el bajo pH del jugo gástrico, la motilidad intestinal, la presencia de la válvula ileocecal, el moco y la IgA secretora.
El mal funcionamiento de estos mecanismos de defensa conduce a un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, que consumen vitamina B12, lo que conduce a su deficiencia y produce enzimas que dañan las vellosidades intestinales. Las sales biliares también se desconjugan, lo que da como resultado una digestión deficiente de las grasas.
Disbacteriosis: factores de riesgo
Los siguientes factores contribuyen a la aparición de disbacteriosis:
- defectos anatómicos que dificultan la eliminación eficaz de bacterias del intestino: divertículo, duplicación, "asa ciega", estrechamiento intestinal,
- enfermedades en las que existen trastornos motores, tales como: síndrome de pseudo-obstrucción, neuropatía autonómica diabética, esclerodermia sistémica,
- lesiones que permiten la entrada de un gran número de bacterias en el intestino delgado, por ejemplo: aclorhidria, fístulas intestinales, extracción de la válvula ileocecal, infección intestinal masiva,
- inmunodeficiencias.
La antibioticoterapia crónica o el tratamiento a largo plazo con IBP o bloqueadores de los receptores H2 pueden ser un factor que aumente el riesgo de disbacteriosis.
Disbacteriosis - síntomas
El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano se manifiesta como:
- diarrea crónica de naturaleza grasa,
- pérdida de peso y desnutrición asociada con trastornos digestivos y de absorción,
- dolor abdominal, flatulencia, sensación de rebosamiento, exceso de gases.
Debido a las deficiencias de vitaminas individuales, también puede ocurrir lo siguiente:
- osteomalacia y osteoporosis: relacionadas con la deficiencia de vitamina D,
- trastornos tróficos de la epidermis, ceguera nocturna - deficiencia de vitamina A,
- anemia megaloblástica, ataxia y neuropatía periférica - deficiencia de vitamina B12.
También pueden aparecer síntomas como glomerulonefritis, inflamación o hígado graso, dermatitis y artritis.
Disbacteriosis - diagnóstico
Las siguientes pruebas son útiles en el diagnóstico del síndrome de sobrecrecimiento bacteriano:
- pruebas de laboratorio que muestran anemia macrocítica e hipoalbuminemia,
- La radiografía del tracto gastrointestinal junto con la valoración del pasaje intestinal permite la detección de defectos anatómicos que favorecen la disbacteriosis,
- El examen microscópico de las heces muestra una cantidad excesiva de gotas de grasa.
- El cultivo bacteriológico del contenido intestinal del yeyuno proximal o duodeno demuestra una mayor cantidad de bacterias anaerobias. El material para el examen se recolecta durante la endoscopia o con un tubo insertado a través de la nariz.
- pruebas de hidrógeno en el aliento o pruebas con D-xilosa.
Disbacteriosis - tratamiento
Es fundamental el uso de fármacos que actúen contra bacterias gramnegativas aeróbicas y anaerobias. El fármaco de primera elección suele ser la rifaximina. Además, las deficiencias de vitaminas deben complementarse con la suplementación adecuada.
También puede utilizar colestiramina, que se une a los ácidos grasos libres y, por tanto, reduce la gravedad de la diarrea, fármacos procinéticos, es decir, acelerando el vaciado gástrico y el paso intestinal, p. Ej., Eritromicina en dosis bajas. También se suelen tomar probióticos.
La terapia nutricional utiliza preparaciones que contienen triglicéridos de cadena media para facilitar la absorción de grasas.
Bibliografía:
- Interna Szczeklik 2019 editado por Dr. med. Piotr Gajewski, XI Edition, Cracovia, Medicina práctica, 2019, ISBN 978-83-7430-569-3