La enfermedad cardíaca no es una discapacidad. Las personas después de un ataque cardíaco severo pueden ser tan activas como antes. Dejar su trabajo prematuramente puede hacer más daño que bien, por lo que vale la pena considerarlo si realmente no puede trabajar.
En Polonia, cada año se emiten varios miles de certificados de incapacidad para trabajar debido a enfermedades cardiovasculares. El 64% de estas decisiones conciernen a un grupo de personas entre 50 y 59 años. Existe la creencia generalizada de que las personas de esta edad son menos activas y menos productivas en el trabajo. El 59% de los polacos cree que las personas que han sufrido un infarto deberían abandonar por completo su actividad profesional o tomarse un descanso de al menos un año antes de decidirse a volver al trabajo.
Hasta el 81% de los polacos considera a quienes han sufrido un ataque cardíaco como personas que requieren un tratamiento especial en el lugar de trabajo. Desafortunadamente, todavía existe el estereotipo de que no pueden vivir activamente y realizar sus deberes profesionales. Tanto los empleadores como los pacientes creen que un empleado después de un incidente cardíaco requiere atención adicional, privilegios únicos y un trato especial. Sucede que los empleados abandonan por completo su actividad profesional después de una larga hospitalización. Mientras tanto, la vuelta a las funciones actuales, incluidas las profesionales, es uno de los elementos de una rehabilitación eficaz.
Intenta llevar una vida normal después de un ataque cardíaco.
- Incluso un paciente que ha sufrido una enfermedad grave, como un infarto de miocardio, no tiene que renunciar al funcionamiento cotidiano normal. Es suficiente para él modificar su estilo de vida de acuerdo con las recomendaciones del médico y usar los medicamentos adecuados, dice el Prof. dr hab. Zbigniew Gaciong, experto del programa "Heart Again".
Si usted o alguien cercano a usted recibe tratamiento por problemas cardiovasculares o ha tenido un ataque cardíaco, recuerde que aún puede llevar una vida activa y realizarse profesionalmente. Hay muchas formas de empleo que permiten a las personas enfermas realizar sus funciones.
Reglas para volver al trabajo después de un infarto.
- Habla con tu empleador
Las enfermedades cardiovasculares no deben excluir de la vida social y profesional, no significan discapacidad. Sin embargo, si no está completamente en forma y tiene una idea para modificar sus condiciones de trabajo u horarios, no tema hablar con su jefe al respecto. Como especialista experimentado y bien formado, usted es muy valioso para el empleador.
- Establece una forma de trabajo que te sea conveniente
Si los desplazamientos diarios a su lugar de trabajo actual le resultan onerosos, puede aprovechar formas alternativas de empleo: teletrabajo, autónomo, autoempleo, etc. Trabajar en un sistema de tareas flexible le permitirá establecer de forma independiente el horario y las prioridades de su trabajo. Podrás ajustar su cantidad a tus habilidades.
-
Valorar los beneficios de la actividad profesional
Si no trabaja en una profesión que implique un mayor esfuerzo físico o estrés, puede hacer frente a sus tareas diarias, independientemente de su estado de salud. Cree en ti mismo. El trabajo profesional le proporcionará estabilidad financiera y comodidad psicológica. Trate de armonizar su vida laboral y familiar; esto le dará fuerza y lo motivará a combatir la enfermedad.
Lea también: ECG: los pros y los contras de esta prueba cardíaca Ecocardiografía o eco cardíaco. ¿De qué se trata? Indicaciones para el examen Infarto de miocardio en el trabajo - primeros auxiliosNo te quedes en casa después de un infarto.
- Las personas de mediana edad y ancianas diagnosticadas con una enfermedad cardiovascular suelen considerar esta enfermedad como casi una discapacidad. Mientras tanto, muchos pacientes, incluso después de un evento cardíaco grave, por ejemplo, después de un ataque cardíaco, pueden estar tan activos como antes, dice el Prof. dr hab. med. Zbigniew Gaciong, experto del programa "Heart Again". - Es muy importante que los pacientes sean conscientes de que la terapia y la rehabilitación eficaces también requieren una actitud mental adecuada de su parte - añade.
Las personas de mediana edad con un incidente cardiovascular asociado con una hospitalización prolongada a menudo toman decisiones para retirarse de la vida social y profesional.Sin embargo, la renuncia prematura e imprudente al trabajo hace más daño que bien, tanto para los enfermos como para sus empleadores.
La salida del trabajo de una persona que tiene problemas con el sistema cardiovascular es desfavorable tanto para el empleador como para el empleado. Ante los crecientes costos de empleo y formación de los nuevos empleados, adaptar el lugar de trabajo a las necesidades de los empleados existentes con enfermedades cardiovasculares es simplemente más económico para el empleador. Por otro lado, un empleado abandona su actividad profesional y, por tanto, la posibilidad de una vida normal y continuar su carrera profesional, dice Witold Polkowski, experto del programa "Heart Again" de la Confederación de Empleadores Polacos.
¿Qué puede y debe hacer un empleado después de un ataque cardíaco con una enfermedad cardiovascular?
- Elija el tipo de trabajo que se adapte a sus capacidades físicas.
- Negocie las condiciones laborales con la dirección de la empresa que le permitirán volver a sus funciones actuales, por ejemplo, después de la hospitalización.
- Busque activamente oportunidades de formación y desarrollo profesional, por ejemplo, en oficinas de empleo, en la prensa.
- No abandone la terapia y la rehabilitación. Consulte periódicamente a un médico para descartar efectos indeseables del esfuerzo realizado.
¿Qué puede hacer el empleador de una persona después de un infarto?
- Facilite los deportes y otras formas de actividad física utilizando el paquete social.
- Habilite el trabajo en horas convenientes utilizando uno de los sistemas de tiempo de trabajo flexible, por ejemplo, tiempo de tarea.
- Proporcionar descansos adecuados en el trabajo para que el empleado tenga tiempo para consultas médicas o tratamientos médicos.
- Organice cursos de manejo del estrés. Manejar el estrés puede reducir el riesgo de complicaciones de la enfermedad y, por lo tanto, aumentar la productividad del empleado en el trabajo.
- Garantizar reconocimientos médicos preventivos adecuados que brinden atención médica.