Casi la mitad de las mujeres en edad fértil padecen síndrome premenstrual. Las hormonas tienen la culpa, pero no solo las hormonas. Los síntomas del síndrome premenstrual también se ven agravados por una dieta inadecuada. Entonces, ¿qué comer para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual?
Irritación, senos dolorosos e hinchados, problemas de la piel, flatulencia, hinchazón: estos son los síntomas típicos del síndrome premenstrual. Aparecen unos días antes del período y, a veces, persisten hasta el final del período. La dieta por sí sola no ayudará, pero ciertamente aliviará los malestares desagradables asociados con el síndrome premenstrual. Comience a usarlo aproximadamente 1,5 semanas antes de la menstruación.
Dieta para el síndrome premenstrual: calcio, potasio, magnesio, zinc, vitamina A, B6, E, fibra
¿Qué causa el síndrome premenstrual? En primer lugar, las variaciones hormonales, es decir, un aumento de los estrógenos y una disminución de la progesterona. La deficiencia de vitaminas y minerales también contribuye a esto, principalmente vitamina B6 y calcio, potasio y magnesio. El calcio reduce las contracciones uterinas, el potasio inhibe la retención de agua y el magnesio aumenta la resistencia al estrés y reduce la tensión muscular. La vitamina B6 aumenta la producción de serotonina (similar a los carbohidratos complejos) y acelera la quema de grasa. Por lo tanto, su dieta debe ser rica en estos ingredientes aproximadamente una semana antes de su período esperado.
También serán útiles el zinc y las vitaminas A y E, ya que mejoran el estado de la piel. También recuerde su hígado. Es ella quien te protege de niveles demasiado altos de hormonas. Por lo tanto, elija productos de fácil digestión que no lo sobrecarguen. El menú debe estar enriquecido con fibra. Limpia el organismo, elimina las flatulencias y, además, da una sensación de plenitud, que será invaluable en los ataques de hambre de los lobos justo antes de la menstruación. No te olvides del hierro. Lo necesitará mucho durante el sangrado abundante.
Dieta para el síndrome premenstrual: reglas
Coma con frecuencia (hasta 6 veces al día), pero ponga porciones pequeñas en su plato. Esto ayudará a su hígado a jadear y a mantener los niveles de azúcar en sangre en un nivel adecuado. Gracias a esto, no alcanzará los dulces que engordan. Limite las bebidas con cafeína, que eliminan el magnesio y el calcio del cuerpo y aumentan las contracciones uterinas. Reemplaza el café y el té fuerte con infusiones de hierbas (principalmente valeriana). Además, en la segunda mitad del ciclo, absténgase de consumir alcohol, que, como la cafeína, elimina los minerales y lo hace sentir más irritable. Deja a un lado las especias picantes (irritan el estómago y pueden causar problemas en la piel) y la sal (retiene agua en el cuerpo). En su lugar, use hierbas frescas (especialmente perejil, eneldo). Coma muchas verduras y frutas y la menor cantidad posible de alimentos grasos y difíciles de digerir. Beba tanta agua mineral como sea posible, que limpia el organismo, aporta importantes nutrientes y regula el equilibrio hídrico. Si le apetece comer dulces, pruebe con un cuadrado de chocolate amargo.
Hazlo necesariamente¡No le tema al tráfico!
Unos días antes de su período, comience a moverse más. Nadar, pasear, hacer yoga o pilates. El ejercicio suave mejora el estado de ánimo, oxigena el cuerpo y mantiene el cuerpo en movimiento. Gracias a esto, superarás mejor este difícil período.
Dieta para el síndrome premenstrual: es recomendable
pan integral, pan multicereales, avena y cereales, productos lácteos (principalmente yogur, kéfir, requesón), frutos secos (nueces, cacahuetes, semillas de girasol), pescados y mariscos (salmón, caballa, arenque, mejillones), aceite de oliva, tomates, lechuga, espinacas, brócoli, patatas, cereales y arroz negro, frutas de temporada (sandía, fresas, cerezas), piñas, cítricos, plátanos, infusiones de hierbas (valeriana, menta, manzanilla, melisa).
Dieta para el síndrome premenstrual: evítela
café y té fuertes, alcohol, grasas animales, sal, especias picantes, carnes rojas, pan blanco, alimentos fritos, queso amarillo (es demasiado grasoso), repollo y legumbres (pueden causar flatulencia).