Esclerosis múltiple: ¿también se puede tratar con dieta? Ciertos ingredientes son ciertamente buenos para el estado general de los pacientes. ¿Qué es cierto y qué es un mito sobre la dieta de las personas con esclerosis múltiple?
¿Puede una dieta especial ayudar a las personas con esclerosis múltiple? La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica inflamatoria crónica y autoinmune (autoinmune) compleja. Pertenece al grupo de enfermedades neurodegenerativas en las que existe tanto inflamación como alteración del sistema inmunológico del cuerpo. La actividad anormal del sistema inmunológico se caracteriza por la presencia de células inmunitarias en el sistema nervioso, que es un sistema aislado en personas sanas.El fenómeno de la actividad inmunológica en el Sistema Nervioso Central y Central en pacientes con EM sugiere una alteración de la permeabilidad natural de la barrera hematoencefálica. Esto significa que las células de defensa que funcionan mal pueden atacar los tejidos del sistema nervioso, causando inflamación y daño a la estructura y función del sistema nervioso. El factor que daña las células del sistema nervioso es también un exceso del llamado radicales libres que provocan estrés oxidativo. Estos cambios conducen a daños en la membrana de mielina que rodea las fibras nerviosas y, por lo tanto, a una conducción inadecuada de los impulsos nerviosos. El resultado de estos cambios es la aparición de una serie de síntomas, que incluyen síndrome de fatiga, alteraciones de la sensibilidad, el habla, la visión, trastornos de coordinación, paresia de las extremidades, trastornos emocionales y muchos otros, que con mayor frecuencia conducen a la discapacidad de la persona enferma.
Esclerosis múltiple y dieta. La EM puede estar asociada a una mala alimentación
Las causas de la EM no se comprenden completamente. Entre los muchos factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad, se destaca la relación con el estilo de vida, por ejemplo, dieta inadecuada, rica en grasas animales, productos lácteos, alimentos altamente procesados, pero pobres en algunas vitaminas, minerales, ácidos grasos poliinsaturados o compuestos antioxidantes que se encuentran en las plantas. El desarrollo de la enfermedad también puede estar asociado con un estado de estrés crónico, tabaquismo e infecciones, por ejemplo, durante la infancia.
En el enfoque moderno del tratamiento de la EM, la terapia nutricional se menciona cada vez más a menudo como un elemento de apoyo al tratamiento convencional. Una dieta adecuadamente seleccionada alivia los síntomas asociados con la enfermedad, mejora la salud en general y mejora la calidad de vida de los pacientes. Además, se ha confirmado que comer ciertos alimentos puede exacerbar los síntomas de la EM. Por lo tanto, el objetivo de la terapia nutricional es prevenir y reducir la inflamación, apoyar el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y reducir los efectos de las especies reactivas del oxígeno en el cuerpo de las personas enfermas. Para comprender cómo los alimentos pueden influir en el curso de la EM y afectar el curso de la enfermedad y mejorar la salud, es necesario identificar ingredientes alimentarios específicos que son cruciales para regular los procesos inmunológicos, reducir la inflamación y afectar la salud de las fibras nerviosas, incluida la vaina de mielina.
Dieta en esclerosis múltiple. Productos contraindicados
1. Ácidos grasos saturados
Los alimentos no recomendados en la dieta de las personas que padecen esclerosis múltiple son los ácidos grasos saturados, cuya fuente más importante son los productos animales ricos en grasas:
- carne y preparaciones de carne
- leche grasosa
- mantequilla
- quesos
Una dieta rica en grasas saturadas promueve muchas enfermedades relacionadas con la dieta a través de su acción directa sobre las células: su crecimiento, diferenciación y función. Conduce a la producción excesiva de colesterol, promueve la inflamación y alteraciones en la microflora intestinal. Por tanto, una de las recomendaciones básicas en la dieta de las personas con EM es evitar o limitar la mayoría de los productos animales, especialmente las grasas animales. También deben aplicarse restricciones a los productos cárnicos (embutidos) fijados con nitratos, que en altas concentraciones pueden causar daños tóxicos a la mielina.
En el enfoque moderno del tratamiento de la EM, la terapia nutricional se menciona cada vez más a menudo como un elemento de apoyo al tratamiento convencional. Una dieta adecuadamente seleccionada alivia los síntomas asociados con la enfermedad, mejora la salud en general y mejora la calidad de vida de los pacientes.
2. Gluten
El gluten presente en los cereales (trigo, centeno, cebada, avena) en personas con intolerancia al gluten y en personas hipersensibles a las proteínas del gluten puede exacerbar los síntomas neurológicos asociados con la EM. La gliadina, uno de los componentes del gluten, puede hacer que las conexiones estrechas en las células del epitelio intestinal se aflojen, provocando la entrada de sustancias nocivas al torrente sanguíneo. En muchas publicaciones científicas, la aparición de dicho fenómeno se indica como uno de los factores que contribuyen a la aparición de enfermedades autoinmunes, incluida la EM. Numerosos estudios también confirman el impacto positivo de utilizar una dieta sin gluten en el curso de la enfermedad.
3. Proteínas de la leche de vaca
Una proteína que podría ser dañina en la EM es la globulina butirofilina de la membrana grasa de la leche (BTN). Es un compuesto del grupo de proteínas inmunes, similar a la glicoproteína de mielina. Las funciones de esta proteína están relacionadas con la activación de las células del sistema inmunológico, que tratan a la proteína mielina como un cuerpo extraño y la atacan. Las proteínas de la leche también aumentan el nivel de insulina después de las comidas, lo que a su vez influye en los cambios metabólicos adicionales involucrados en p. la formación de enfermedades neurodegenerativas.
4. Una dieta rica en calorías y muy procesada
Uno de los factores importantes que puede aumentar su riesgo de desarrollar enfermedades crónicas es el exceso de energía de los alimentos. Una dieta rica en azúcares, grasas, conservantes y otros aditivos alimentarios provoca alteraciones en el equilibrio natural de la microflora intestinal, lo que conduce a una inflamación intestinal crónica y afecta el funcionamiento del organismo. Además, demasiada insulina posprandial por consumir azúcares en exceso aumenta la producción de radicales libres y la inflamación.
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Se puede mejorar la salud de las personas con EM mediante la implementación constante de recomendaciones dietéticas, evitando productos dañinos e introduciendo ingredientes con un efecto de apoyo. Al decidir apoyar el tratamiento dietético tradicional, vale la pena prestar atención a los siguientes aspectos:
1. Prevención y alivio de la inflamación en el cuerpo.
La microflora intestinal anormal antes mencionada es uno de los factores más importantes que causa inflamación en el sistema nervioso central, daño al tejido de la mielina y contribuye a la exacerbación de los síntomas de la EM. Restaurar y mantener el equilibrio microbiano en el intestino es, por tanto, uno de los objetivos más importantes de la terapia nutricional en la esclerosis múltiple. El efecto de restaurar la microbiología intestinal correcta se puede lograr excluyendo de la dieta los ingredientes que favorecen el desarrollo de microorganismos indeseables (por ejemplo, cantidades excesivas de azúcares simples, sal, alimentos altamente procesados, terapia con antibióticos) e introduciendo cultivos vivos de bacterias probióticas en la dieta diaria (bebidas y productos fermentados - pepinos, chucrut, otras verduras en escabeche, p. ej., zanahorias, rábanos, bebidas (ácido de remolacha, kvas).
2. Introducir mayores cantidades de ácidos grasos poliinsaturados en la dieta
Especialmente de la familia n-3 (ácidos EPA y DHA) Estas sustancias son esenciales para el correcto desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, y tienen un fuerte efecto antiinflamatorio. Los estudios confirman los efectos beneficiosos de estos ácidos para aliviar los síntomas de la esclerosis múltiple. Debe enfatizarse aquí que los ácidos grasos de la familia n-6 y n-3 deben consumirse en las proporciones correctas, pero el problema suele ser un suministro demasiado bajo de ácidos EPA y DHA. Los ácidos grasos poliinsaturados derivados de vegetales, grasa de pescado, aceites vegetales son una alternativa nutricional a las grasas animales, no recomendada en la dieta de personas enfermas. Los productos que contienen cantidades significativas de ácidos n-3 son pescados de mar grasos (por ejemplo, salmón salvaje, caballa, arenque, sardinas), así como semillas y aceites vegetales y vegetales (por ejemplo, semillas de lino, semillas de cáñamo, calabaza, colza, aceite de linaza, comino negro, col rizada, perejil, col).
Por otro lado, el aceite de girasol, maíz y sésamo contienen cantidades significativas de ácidos n-6, su uso en la dieta debe ser limitado, así como el aceite de coco recientemente popular que contiene cantidades significativas de ácidos grasos saturados. El aceite de oliva puede ser una buena alternativa a los aceites descritos anteriormente. Las grasas vegetales endurecidas (margarinas) y las fritas en grasa también deben excluirse de la dieta.
3. Cantidad adecuada de vitamina D en la dieta
Los estudios sobre la incidencia de la EM han demostrado que el mayor número de personas enfermas vive en una zona de clima templado. Estas observaciones se relacionaron con su menor exposición a la luz solar y, por lo tanto, con niveles bajos de vitamina D3 en el cuerpo. La investigación también confirmó las pequeñas cantidades de pescado de mar que consumen los enfermos. La vitamina D se encuentra en fuentes alimenticias naturales en forma de ergosterol (de origen vegetal) o 7-dehidrocolestersol (en productos animales), pero la mejor fuente de vitamina D3 es su formación en la piel gracias a la luz solar UV-B. La vitamina D ha sido identificada recientemente como la molécula natural más prometedora para ayudar en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y esclerosis múltiple. Su papel de regulación del sistema inmunológico en el sistema nervioso, acción protectora y una serie de otras funciones es de gran importancia para aliviar dolencias y mejorar significativamente la salud de las personas enfermas. Las mejores fuentes nutricionales de vitamina D3 son el pescado de mar azul, el aceite de hígado de bacalao y los alimentos enriquecidos. También debe utilizar suplementos de vitamina D3 con regularidad.
Las deficiencias de vitamina D pueden aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple
Fuente: Lifestyle.newseria.pl
4. Prevenir la formación de radicales libres
El estado de estrés oxidativo a largo plazo causado por los radicales libres es de gran importancia en la formación de daños en la vaina de mielina de las fibras nerviosas. Estos compuestos están involucrados en el proceso inflamatorio cuando se altera el equilibrio natural entre la actividad de las especies reactivas del oxígeno y la capacidad natural del cuerpo para aliviar su acción y reparar rápidamente el daño.
Los compuestos naturales bioactivos, llamados antioxidantes, tienen, entre otras cosas, la función de eliminar la actividad de los radicales libres y contrarrestar el estrés oxidativo. Entre ellos, los más importantes son la vitamina C y E, así como los polifenoles y carotenoides presentes como colorantes naturales en verduras y frutas, té verde, cereales, semillas, especias, cacao, jugos y hierbas. Además de la función antioxidante, tienen, entre otros Efecto antiinflamatorio, regulando el funcionamiento del sistema inmunológico, acelerando la cicatrización de heridas, propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas, ralentizando los procesos de envejecimiento del organismo.
Los compuestos cuya bioactividad es importante para mejorar la salud de las personas enfermas incluyen:
- Quercetina: tiene efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores y antivirales. Tiene la capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica, reduciendo así el nivel de inflamación en el sistema nervioso e inhibiendo la degradación de la vaina de mielina. Hay, entre otros en cebollas, manzanas, cítricos, tomates y vino
- Resveratrol - funciona, entre otros como una molécula antiinflamatoria no esteroide natural, que se encuentra en el chocolate, maní, arándanos, uvas negras, vino tinto
- Curcumina: entre sus muchas propiedades biológicas, las propiedades antiinflamatorias son las más importantes. Es un tinte amarillo que se usa en mezclas de especias como el curry.
- Catequinas: tienen actividad antiinflamatoria y anticancerígena, su mejor fuente es el té verde y los albaricoques.
- Hidroxitirosol: es un antioxidante de origen natural que se encuentra en el aceite de oliva.
- Licopeno: un compuesto del grupo de los carotenoides, uno de los antioxidantes más fuertes, es un pigmento rojo que se encuentra en, entre otros, en tomates, sandías, pomelos rojos
- Betacaroteno: un antioxidante que se encuentra en las verduras y frutas verdes, amarillas y naranjas, sus excelentes fuentes son las zanahorias, la calabaza, los albaricoques, el perejil y el eneldo.
- Antocianinas: sellan los capilares, previenen la hinchazón y tienen actividad antiinflamatoria y antioxidante. Las cerezas, arándanos, frambuesas, fresas y arándanos contienen cantidades significativas de antocianinas.
5. Vitamina C
La vitamina C es un ingrediente que se encuentra naturalmente en frutas y verduras. En el cuerpo humano, realiza una serie de funciones importantes, principalmente apoyando al sistema inmunológico. También es un poderoso antioxidante, por lo que alivia los efectos del estrés oxidativo. También participa en la formación de sustancias mensajeras en el sistema nervioso y realiza muchas otras funciones de apoyo a la salud humana. Las fuentes más ricas en vitamina C son la rosa mosqueta, las grosellas negras, el espino amarillo, el perejil, la pimienta fresca, los cítricos y las bayas. En la dieta diaria de los polacos, buenas fuentes de vitamina C indica patatas y verduras crucíferas.
6. Vitamina E
La vitamina E es uno de los antioxidantes más fuertes, también participa en la transmisión de impulsos nerviosos, alivia la inflamación y protege la vaina de mielina. También tiene propiedades anti-envejecimiento. Cantidades significativas de vitamina E se encuentran principalmente en materias primas vegetales: almendras, nueces, pipas de calabaza, pipas de girasol, aceites vegetales.
7. Vitaminas del grupo B
Las vitaminas B son de gran importancia en el tratamiento del funcionamiento del sistema nervioso, participan en los procesos de construcción de la vaina de mielina, crecimiento y formación de neurotransmisores e influyen en la transmisión eficiente de señales en el sistema nervioso. La vitamina B6 afecta, entre otros para el buen funcionamiento del sistema nervioso, regula los procesos inmunológicos y también interviene en la formación de anticuerpos.
Una de las vitaminas con grasa B más importantes en el contexto de la EM es la vitamina B12, que i.a. participa en la producción de colina, que forma parte de la vaina de mielina. Y ácido fólico, cuya deficiencia conduce, entre otras cosas, a cambios degenerativos en el sistema nervioso.
La fuente de vitaminas B son los despojos, la carne y las aves, el queso, los huevos, las legumbres y los cereales, la levadura de panadería, las verduras, las nueces y los huevos. La vitamina B12 solo se encuentra en productos animales.
Articulo recomendado:
Vitamina B: propiedades y funciones de las vitaminas B8. Otros ingredientes importantes en la dieta de las personas con EM
- zinc: participa en los procesos inmunológicos del cuerpo (carne, despojos, mariscos, nueces, almendras, trigo sarraceno, avena, semillas de calabaza, semillas de girasol)
- selenio - es un componente de enzimas que descomponen los radicales libres, protege contra el estrés oxidativo (nueces de Brasil, pescado y mariscos, huevos, carne, nueces, semillas, brotes)
- cobre - Es necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso (hígado, avena, nueces, cacao, semillas de girasol)
- calcio: interviene, entre otras cosas, en la transmisión adecuada de señales nerviosas y contracciones musculares. La fuente básica de calcio en la dieta de las personas sanas es la leche y sus productos, pero si se excluye la leche de la dieta en la EM, es posible que haya deficiencias de este nutriente. La consecuencia de la deficiencia crónica de calcio es, entre otras, osteoporosis y trastornos neurológicos. Las fuentes de calcio en una dieta sin lácteos incluyen pescado enlatado, verduras crucíferas, legumbres, semillas de amapola, semillas de sésamo, semillas de girasol, nueces y almendras. Dado que la absorción de calcio de los productos vegetales es baja, beber agua mineral con un alto contenido de calcio puede complementar la dieta con calcio (por ejemplo, Kryniczanka, Staropolanka, Muszynianka)
- magnesio: participa, entre otras cosas, en los procesos de conducción nerviosa. Las fuentes alimenticias son nueces y semillas, cacao, patatas, pescado, verduras y agua mineral.
- hierro: es un componente importante de las enzimas involucradas en los procesos de oxidación. También afecta el buen funcionamiento de las células del sistema inmunológico. La deficiencia aumenta el riesgo de infección, hipoxia celular y muchas otras disfunciones corporales. Una buena fuente de hierro en la dieta es el hígado y otros despojos, legumbres secas, perejil, huevos, pan integral y verduras.
Fitoterapia: el uso de plantas medicinales en el tratamiento de la EM
La medicina a base de hierbas es un método que se practica con frecuencia para apoyar el tratamiento de la esclerosis múltiple, se recomienda utilizar tanto hierbas individuales como mezclas especialmente compuestas. Entre las muchas plantas medicinales recomendadas en la esclerosis múltiple, vale la pena mencionar algunas como guía y estímulo para ampliar el conocimiento y el uso durante el tratamiento:
- Limón chino - inter alia, inhibe los cambios de degradación en el sistema nervioso, mejora la memoria, intensifica los procesos cognitivos, gracias a la presencia de una gran cantidad de antioxidantes, mejora el funcionamiento del sistema inmunológico en una situación estresante. Alivia la depresión, la fatiga y estimula la actividad vital.
- Arándano (arándano): previene la degeneración de los tejidos del sistema nervioso, incluida la vaina de mielina. También es antiinflamatorio y alivia los síntomas asociados con la EM.
- Ginkgo biloba (Ginko biloba): entre muchos otros, protege el tejido nervioso evitando daños en las vainas de mielina. Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y previene la hinchazón, incluso en el cerebro. Tiene un efecto vasodilatador en el cerebro, extremidades y vasos coronarios, lo que mejora el rendimiento físico y mental.
- Garra esponjosa: tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y diastólicas en los vasos sanguíneos, regula la actividad del sistema nervioso central y el sistema inmunológico, tiene propiedades antiinflamatorias
- Ginseng brasileño: tiene propiedades antiinflamatorias y antirreumáticas, relaja las articulaciones y los músculos, reduciendo así los síntomas de la espasticidad muscular. Aumenta el rendimiento físico y mental, mejora los procesos digestivos
- Ginseng indio (Ashwagandha): tiene un efecto normalizador en el cuerpo, mejora la memoria, la concentración y tiene un efecto antiestrés. Tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes, regula el trabajo del sistema inmunológico, gracias a lo cual puede prevenir la progresión de enfermedades neurodegenerativas.
- Jengibre: ayuda, entre otros en dolencias del sistema digestivo, por ejemplo, flatulencia, estreñimiento, náuseas, mejora la movilidad articular, la circulación sanguínea y el bienestar general
- Caléndula: tiene un efecto positivo en el sistema digestivo y el hígado. Previene las dolencias digestivas que suelen acompañar a la EM.
- Ortiga: limpia, fortalece, regenera, regula y apoya el trabajo de muchos órganos.
- Brotes de álamo: aceleran la regeneración de los tejidos, tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas
- Hierba de ruda común: gracias al contenido de bioflavonoides, fortalece el efecto de la vitamina C, elimina los síntomas de fatiga, letargo y fortalece el cuerpo.
Programas nutricionales aplicables en el curso de la esclerosis múltiple
1. Dieta de Swank
Basado en la investigación del Dr. Roy Swank. Las recomendaciones más importantes aquí son limitar las grasas animales y los ácidos grasos saturados (por ejemplo, margarinas hidrogenadas, aceite de coco y palma) a 15 g al día e incluir más aceites vegetales (ácidos grasos esenciales) en la dieta a 30-50 g al día. La dieta debe proporcionar proteínas de pescado, mariscos y aves magras. Se permite utilizar leche desnatada que contenga menos del 1% de ácidos grasos saturados por ración. Las personas con síntomas graves deben abstenerse de consumir bebidas con cafeína. También se recomienda complementar con aceite de pescado, vitamina C y E.
2. Dieta hipocalórica
El consumo excesivo de calorías aumenta el riesgo de enfermedad y el agravamiento de los síntomas de la enfermedad al aumentar la producción de radicales libres y la inflamación en el cuerpo, no solo en el sistema nervioso sino también en los intestinos y otros sistemas. Se obtiene una menor cantidad de calorías en la dieta reduciendo la ingesta de alimentos o mediante ayunos periódicos. Un ejemplo puede ser el uso de los principios del ayuno intermitente o la dieta de ciclos hipocalóricos - dieta que imita el ayuno (FMD), que recomienda un ayuno periódico de varios días, durante el cual la cantidad de calorías se reduce en un 34-54%, se permite consumir una cantidad cuidadosamente seleccionada de proteínas, carbohidratos, grasas y minerales. . La investigación enfatiza que la combinación de una dieta baja en calorías rica en compuestos bioactivos vegetales (polifenoles, carotenoides, etc.) reduce la extensión del daño oxidativo y protege contra un mayor daño tisular. La investigación sugiere que las dietas bajas en calorías periódicas pueden ralentizar la progresión de la EM.
3. Un tratamiento nutricional del Dr. Terry Wahls, quien desarrolló recomendaciones nutricionales para ella misma después de que fracasó la terapia convencional. El manejo nutricional se basa en los llamados dieta paleo enriquecida con suplementos. La dieta aporta al organismo ingredientes que inciden favorablemente en el funcionamiento de los sistemas nervioso y muscular y el correcto funcionamiento del cerebro. La terapia consiste en excluir de la dieta los productos a base de cereales, verduras con alto contenido en almidón, lácteos, azúcar y alimentos altamente procesados. Ella recomienda comer muchos vegetales coloridos, incluidos muchos vegetales verdes, jugos vegetales, grasas vegetales, nueces y semillas oleaginosas, algas, frutas, pescados y mariscos, pequeñas cantidades de carne, especias y hierbas. La premisa de la dieta es aportar al organismo un elevado aporte de vitaminas B, coenzima Q, antioxidantes y azufre orgánico.
Muchas publicaciones científicas también mencionan otras dietas que tienen un efecto potencialmente beneficioso en el curso de la EM. Aquí se mencionan los efectos beneficiosos de las dietas mediterránea, ornés, vegetal y cetogénica.
Resumen: recomendaciones generales para el manejo nutricional en la esclerosis múltiple
1. La terapia nutricional de apoyo no puede reemplazar el tratamiento convencional, debe seleccionarse individualmente para cada persona enferma y monitorearse, lo cual es una condición para un tratamiento exitoso.
2. Debe tener en cuenta cualquier comorbilidad, incluidas las intolerancias alimentarias confirmadas.
3. Consuma comidas pequeñas de 4 a 5 veces al día a intervalos regulares. La última comida debe ingerirse unas 3 horas antes de acostarse.
4. La dieta debe basarse en productos naturales, frescos, de temporada, lo menos procesados posible, con una composición conocida.
5. Debe contener todos los nutrientes necesarios para la salud, con especial énfasis en los productos antiinflamatorios y antioxidantes.
6. La base de la dieta deben ser los productos vegetales, que son fuente de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra.
7. La dieta debe contener grasas vegetales: aceite de oliva, aceite de linaza, aceite de colza, siendo otros aceites una buena fuente de ácidos grasos n-3.
8. Se recomienda consumir productos que contengan proteínas saludables y fácilmente digeribles derivadas de aves de corral magras, pescado, mariscos, huevos y productos vegetales, p. Ej. semillas de leguminosas.
9. Como fuente de carbohidratos, elija pan y cereales integrales. Vale la pena seguir los principios de una dieta sin gluten o con una reducción significativa de los productos que contienen gluten (trigo, centeno, cebada y avena)
10. La dieta debe incluir verduras en escabeche y bebidas fermentadas no lácteas. También vale la pena complementarlo con cepas bacterianas probióticas.
11. El contenido calórico de la dieta debe depender del peso corporal y debe ajustarse a cada persona individualmente.
12. De la dieta diaria se deben excluir los productos altamente procesados, harinas blancas, platos de comida rápida, platos en polvo preparados, patatas fritas, dulces, cereales para el desayuno, galletas preparadas, bebidas carbonatadas, alcohol y otros.
13. Se recomienda seguir una dieta que elimine la leche y los productos lácteos, grandes cantidades de carne y elimine todas las grasas animales: manteca de cerdo, mantequilla, carnes grasas, cerdo, aves grasas.
14. Evite los alimentos rancios, en mal estado, ahumados, curados, en escabeche, almacenados en salmuera, demasiado dulces.
15. Debe asegurar una adecuada hidratación del cuerpo, a un nivel de unos 2 litros al día. Lo mejor para beber son: agua, té verde, infusiones de frutas. El consumo de café y té negro debe excluirse o reducirse significativamente.
16. Cuida la estética de la ración de los platos, las comidas deben ser coloridas, variadas, preparadas según las preferencias del enfermo.
17. Se recomienda comer en un ambiente relajado, junto a la familia o tutores.
18. Considere apoyar la dieta con suplementos: vitamina D3, ácidos omega 3, vitaminas B, vitamina C y otras, e infusiones de hierbas seleccionadas.
19. Vale la pena considerar la introducción de programas nutricionales especializados, cuyo efecto positivo en la EM está confirmado por la investigación científica.
Teniendo en cuenta que la dieta y los suplementos dietéticos no son medicamentos farmacológicos y no pueden reemplazar la terapia convencional para la EM, la introducción de la terapia nutricional debe tratarse como un complemento y un complemento del tratamiento tradicional y no como el único tratamiento.
La eficacia de la intervención nutricional en enfermedades inflamatorias y autoinmunes como la EM depende de la capacidad de determinados ingredientes alimentarios naturales para regular el funcionamiento del metabolismo celular del organismo, pero sobre todo de la gravedad de la enfermedad, los síntomas que la acompañan y las reacciones individuales de cada enfermo.
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