La betulina es una sustancia que se encuentra en muchas plantas que se utilizan en la medicina tradicional a base de hierbas. Fue descubierto científicamente por primera vez en la corteza de abedul. Las últimas investigaciones muestran que tiene un potencial enorme en el tratamiento de muchas enfermedades, incluido el cáncer. ¿Qué vale la pena saber sobre la betulina? ¿Cuándo debería usarse? ¿Qué significa para el futuro de la medicina?
Tabla de contenido
- El uso de betulina en medicina y cosmetología.
- Betulin en la historia de la medicina
- Potencial de la betulina en el tratamiento del cáncer
- Betulina y alergia e inflamación
- Propiedades antivirales de los derivados de betulina
- Betulina y aterosclerosis
- Propiedades hepatoprotectoras de la betulina
La betulina en el medio natural se encuentra en los tejidos de árboles como el avellano, el carpe o el aliso. La principal fuente de obtención de esta sustancia es la corteza de abedul. Se utilizan dos especies para este propósito: abedul verrugoso (Betula verrucosa) y abedul cubierto de musgo (Betula pubescens).
El color blanco de los troncos de estos árboles se debe a la alta concentración de betulina en su corteza. Suele ir acompañado de ácido betulínico con una fórmula química y propiedades similares. Ambos compuestos están diseñados para proteger a los árboles de la radiación solar, infecciones y otros factores externos dañinos.
La betulina también está presente en la savia de abedul, que se está convirtiendo en una bebida cada vez más popular en la actualidad.
El uso de betulina en medicina y cosmetología.
Hoy en día, la betulina se usa principalmente como un medio para aumentar la vitalidad de los bulbos capilares. También es un ingrediente importante en la cosmética de farmacia, diseñado para calmar la inflamación y acelerar la regeneración de la epidermis. Sin embargo, las últimas investigaciones muestran que esta sustancia tiene propiedades mucho más importantes. Los estudios in vitro e in vivo indican que se puede utilizar en el tratamiento de:
- tumores
- alergias
- inflamación
- aterosclerosis
- enfermedades virales
- Daño hepático
- cálculos renales
Sin embargo, conviene recordar que se trata de aplicaciones potenciales que se encuentran en fase de investigación.
Betulin en la historia de la medicina
Betulin fue aislada por primera vez de la corteza de abedul en 1788 por el químico Tobias Lowitz. Sin embargo, las propiedades de esta sustancia han sido utilizadas por la humanidad desde tiempos prehistóricos. Las plantas que contienen betulina se han utilizado en la herboristería tradicional tanto en Europa como en América del Norte.
En 1991, en los Alpes tiroleses, se encontró en el hielo a un hombre que murió hace unos 5.300 años. Junto a los cadáveres había bolsas que probablemente servían como botiquín de primeros auxilios. Incluían, entre otras cosas, corteza de abedul. Los científicos ahora especulan que estaba destinado a fines antimicrobianos.
Los nativos americanos también utilizaron extractos de corteza de abedul. La principal aplicación de estos extractos fue el tratamiento de la tuberculosis y enfermedades del sistema linfático.
También se pueden encontrar descripciones de las propiedades terapéuticas de los medicamentos obtenidos del abedul en los libros de medicina europeos de la Edad Media. Santa Hildegarda, considerada una gran experta en herboristería y medicina de su tiempo, escribió sobre ello.
Potencial de la betulina en el tratamiento del cáncer
El siglo XX es un período de intensa investigación de laboratorio sobre las propiedades terapéuticas de la betulina. La actividad antitumoral de esta sustancia es de especial interés. Las pruebas in vitro, es decir, en este caso las pruebas con células cancerosas humanas aisladas, dan resultados extremadamente prometedores.
Las investigaciones indican que la betulina tiene la capacidad de dirigir una célula cancerosa hacia la apoptosis. Esto significa que una célula enferma y dañada está sujeta al suicidio, sin dañar los tejidos sanos. Estas propiedades de la betulina se han demostrado para las células cancerosas del colon, la mama y los pulmones.
En estudios en ratones, también se ha demostrado que el ácido betulínico tiene propiedades anticancerígenas. Este compuesto muestra una alta actividad contra los tumores neoplásicos incluso a bajas concentraciones. Al mismo tiempo, tiene una baja toxicidad para las células sanas. Gracias a esto, los efectos secundarios de la terapia son mínimos
El efecto selectivo del ácido betulínico probablemente se deba a su diferencia de actividad con el pH. En el líquido de las células sanas, la reacción es neutra o ligeramente alcalina. Los tejidos neoplásicos se caracterizan por un ambiente ligeramente ácido. Las propiedades citotóxicas del ácido betulínico se manifiestan a este pH. Esto significa que solo en las lesiones neoplásicas esta sustancia conduce a la muerte celular.
La investigación muestra que el ácido betulínico conduce a la muerte suicida del neuroblastoma, meduloblastoma y glioblastoma. Estas son células enfermas que responden mal al tratamiento con otros medicamentos, por lo que los resultados de la prueba son muy prometedores.
Sin embargo, debe recordarse que los resultados positivos de las pruebas de laboratorio no significan que el medicamento sea una terapia eficaz contra el cáncer. La betulina es una sustancia interesante que da grandes esperanzas. Sin embargo, aún no se ha registrado como agente en la terapia oficial contra el cáncer. No debe considerarse una alternativa a los medicamentos recetados por un médico. Las preparaciones que contienen betulina solo se pueden tomar para apoyar el proceso de tratamiento.
Betulina y alergia e inflamación
La investigación también muestra propiedades antiinflamatorias y antialérgicas de la betulina y el ácido betulínico. Extracto de hierba de cabeza común (Prunella vulgaris) que contienen estas sustancias ha demostrado ser un remedio eficaz para las alergias en las pruebas. Es probable que esta actividad esté relacionada con el bloqueo de la liberación de histamina de las células, cuyo aumento de concentración en los fluidos corporales es responsable de la reacción alérgica.
Los extractos de plantas que contienen betulina y ácido betulínico también han mostrado propiedades antiinflamatorias en estudios con animales. Estas sustancias inhibieron la hinchazón de las patas en ratas en un grado comparable durante las pruebas como las drogas sintéticas estándar.
Propiedades antivirales de los derivados de betulina
La investigación sobre la actividad de los derivados de betulina contra los microorganismos del VIH también es de gran importancia para la medicina. Se ha demostrado que las sustancias que pertenecen a este grupo, incluido el ácido betulínico, tienen la capacidad de bloquear el ciclo de desarrollo viral en los linfocitos humanos.
Las propiedades terapéuticas de los derivados de betulina se relacionan con la etapa temprana de la infección. Estas sustancias bloquean la transmisión del virus de las células enfermas a las células sanas. El mecanismo de acción de estos compuestos probablemente se base en el bloqueo de la cubierta proteica del virus. Como resultado, el patógeno no puede unirse a la membrana celular y penetrar en su interior.
El ácido betulínico y otros derivados de la betulina aún se encuentran en las primeras etapas de investigación. Las esperanzas se centran en encontrar un compuesto de este grupo con la mayor actividad antiviral e introducirlo en la terapia.
Betulina y aterosclerosis
Los estudios clínicos indican que la betulina puede tener un efecto significativo sobre el metabolismo de los esteroles y ácidos grasos en el cuerpo. Este compuesto reduce significativamente la biosíntesis de colesterol al tiempo que reduce el tamaño de las placas ateroscleróticas.
En pruebas con animales, la betulina redujo la obesidad inducida por la dieta al tiempo que redujo los lípidos séricos y tisulares. Además, aumentó la sensibilidad de los tejidos a la insulina.
Los tés que contienen corteza de abedul y suplementos de betulina pueden ser un apoyo valioso en el tratamiento de la aterosclerosis y la hipercolesterolemia. Sin embargo, no deben considerarse como alternativas a los medicamentos recetados por el médico tratante.
Propiedades hepatoprotectoras de la betulina
Las sustancias activas contenidas en la corteza de abedul, incluida la betulina, tienen propiedades hepatoprotectoras comprobadas: protegen el hígado contra los efectos de sustancias tóxicas.
En estudios que utilizan el método in vitro, se ha demostrado que los extractos de esta planta protegen las células hepG2 contra los efectos tóxicos del etanol. La betulina ya se utiliza como fármaco hepatoprotector en la prevención y el tratamiento de la intoxicación alcohólica aguda.
Resumen
La betulina y sus derivados son sustancias con gran potencial terapéutico. Actualmente se está investigando sobre posibles fármacos que contengan estas sustancias. Los resultados de las pruebas son muy prometedores, sin embargo, las preparaciones de corteza de abedul no deben utilizarse como sustituto de la terapia convencional prescrita por un médico.
Los suplementos que contienen betulina deben utilizarse como apoyo adicional durante el tratamiento recomendado por un especialista.
Literatura
- Jing-Jie; Li, Jia-Gui; Qi, Wei; Qiu, Wen-Wei; Li, Pei-Shan; Li, Bo-Liang; Song, Bao-Liang (2011). "La inhibición de SREBP por una pequeña molécula, betulina, mejora la hiperlipidemia y la resistencia a la insulina y reduce las placas ateroscleróticas". Metabolismo celular. 13 (1): 44–56
- Andrzej Günther, Betulina y sus derivados, "Chemia w Szkole" (6), 2016, págs. 35-37
- Katrzyna Czuba, Betulina y sus derivados - precursores de nuevas preparaciones medicinales, laboria.net
- Dr. n. Granja. Jadwiga Nartowska, "Brzoza - un árbol sagrado", panacea.pl
- Achrem-Achremowicz J., Janeczko Z. Betulina: un precursor de nuevos agentes terapéuticos. Granja. Medio. 2002, 58, 17, 799-804.
- Pisha E., Heebyung Ch., Lee IS, Chagwedera T., Farnsworth N., Cordell G., Beecher Ch., Fong H., Kinghorn AD, Brown D., Wani M., Wall M., Hieken T., Cupta T., Pezzuto JM Descubrimiento del ácido betulínico como inhibidor selectivo del melanoma humano que funciona por inducción de la apoptosis. Nat. Medicina. 1995. 1, 1046-1051.