¿Por qué algunas personas casi nunca sienten hambre, mientras que otras constantemente tienen un gran apetito? Esto se debe a un complicado mecanismo de sentirse hambriento y lleno, en gran parte controlado por hormonas.
El centro del hambre y la saciedad es el hipotálamo, la parte del cerebro que coordina muchas funciones vitales. Hay muchas formas en que hay señales que aumentan o disminuyen el apetito. El primer tipo de información que se transmite al cerebro son las señales motoras relacionadas con la contracción y expansión de las paredes del estómago. Cuando no comemos nada durante mucho tiempo, las paredes del estómago se contraen y el llamado Los mecanorreceptores le dicen al cerebro que tenemos hambre. Después de la comida, el estómago se llena y le indica al cerebro que termine de comer (toma varios minutos, así que recuerde levantarse de la mesa un poco insatisfecho).
Otro tipo de señales enviadas al hipotálamo son las llamadas señales metabólicas. Después de digerir una comida, aumenta el nivel en sangre de compuestos que son productos del metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas. El alto nivel de estos ingredientes (incluida la glucosa, los ácidos grasos libres o los aminoácidos) da una señal de saciedad, que dura hasta que el cuerpo los consume.
Lea también: Estrés y pérdida de peso: ¿Cómo afecta el estrés al peso? ¿Qué reemplazar los dulces comprados? Recetas para barritas caseras y dulces de verduras SENTIR CONTINUAMENTE HUNGRÍA - razones. ¿El hambre constante significa enfermedad?¿Cómo controlan las hormonas nuestro apetito?
El mecanismo más complejo de control del apetito es el mecanismo humoral, relacionado con la secreción de hormonas que llegan directa o indirectamente al cerebro y provocan las respuestas adecuadas. Los más importantes son:
- COLECISTOCININA: una hormona secretada por las paredes del intestino delgado bajo la influencia de los alimentos, causa la expansión de las paredes del estómago y la sensación de saciedad;
- INSULINA: secretada por el páncreas, aumenta los niveles de glucosa en sangre y desencadena la producción de LEPTINA, que aumenta la sensación de saciedad e inhibe la producción del neuropéptido responsable de la sensación de hambre;
- SEROTONINA, la hormona de la felicidad, suprime el apetito principalmente por los carbohidratos.
Debido a la complejidad y multiplicidad de mecanismos de sentirse hambriento y lleno, es imposible determinar cuál es el decisivo. El asunto se complica además por el hecho de que el modo de funcionamiento de los mecanismos individuales depende de la predisposición genética o del estado fisiológico del organismo. Por ejemplo, la leptina producida en el tejido adiposo debería suprimir el apetito en mucha mayor medida en las personas obesas que en las de peso normal. Sin embargo, se sabe que las personas con sobrepeso desarrollan resistencia a esta hormona, lo que dificulta el rechazo de los alimentos. También son importantes las tradiciones, los hábitos culturales o los hábitos alimentarios aprendidos desde la infancia. Hasta que todos estos problemas se comprendan y se aborden en su conjunto, no podremos combatir el flagelo de la obesidad.
¿Cómo combatir el hambre de forma saludable?
Comemos más en invierno
Los mecanismos del hambre y la saciedad se complementan con señales térmicas enviadas por termorreceptores ubicados p. Ej. en la piel. Están relacionados con la necesidad de mantener una temperatura corporal constante, independientemente de la temperatura ambiente. Son las señales térmicas las responsables del aumento del apetito en invierno y de su disminución en los días calurosos o durante la fiebre.
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