Los huesos de la mano se dividen en tres grupos: huesos de la muñeca, huesos metacarpianos y huesos de los dedos. Los metacarpos son la parte principal de la mano, formada por cinco huesos largos: el eje, la base, es decir, el extremo proximal, y la cabeza, es decir, el extremo distal. La última parte ósea de las manos son los dedos. La fractura más común del cuello del quinto metacarpiano. Hablamos entonces de una fractura de boxeo, que suele producirse como resultado de un puñetazo en una superficie dura.
Las fracturas de los huesos metacarpianos no son muy frecuentes y afectan principalmente a personas que practican boxeo. Otras causas de fracturas de metacarpianos pueden ser diversos tipos de golpes, caídas, lesiones sufridas durante la práctica de deportes, ser aplastado por un objeto pesado o ser pellizcado por una puerta. Un dedo es mucho más fácil de romper. Todos tenemos cinco tipos de dedos de la mano: pulgar, índice, medio, anular y meñique. Están formados por catorce falanges que son muy susceptibles a lesiones mecánicas. Los huesos pueden romperse durante los deportes, una caída o incluso un simple impacto.
Fracturas de los huesos metacarpianos y de los dedos: síntomas
Cuando los huesos de los metacarpianos y los dedos se fracturan, aparecen hinchazón e hinchazón dolorosas, a menudo aparece un hematoma y un hematoma en el área dolorida. A veces, el dedo puede deformarse y el paciente tiene dificultad para mover la mano y los dedos, y cualquier tipo de movimiento provoca un dolor intenso. También puede sentirse rígido.
Fracturas de los metacarpianos y dedos - tratamiento
Las fracturas de los huesos metacarpianos y de los dedos requieren cirugía. Después de la cirugía, es necesaria la rehabilitación para restaurar la eficacia de la mano. Las fracturas sin desplazamiento se pueden tratar de forma conservadora mediante la inmovilización en un yeso. A su vez, los huesos metacarpianos suelen estar no solo fracturados, sino también hematomas, que son muy dolorosos, especialmente en el caso de contusiones en la zona del pulgar y el meñique. Cuando además existen los llamados hematomas de cálculos (lesiones alrededor de las almohadillas), luego es necesaria una visita al médico, quien perfora las lesiones con sangre, lo que acelera la curación. A veces hay hematomas alrededor de las yemas de los dedos, luego aparecen pequeños hematomas debajo de la placa de la uña. A menudo desaparecen por sí solos, pero a veces se agrandan y provocan hinchazón de las manos. Estos tipos de hematomas se tratan quirúrgicamente. El médico extrae el hematoma haciendo un pequeño orificio en la placa de la uña.