Los síntomas comunes de la sinusitis son congestión nasal, terribles dolores de cabeza y secreción por la parte posterior de la garganta. Esta enfermedad volverá como un bumerán si no se abren los senos paranasales. Cuida tus senos nasales.
Todos los senos paranasales (maxilar, frontal, esfenoidal, etmoidal) son espacios aéreos ubicados en el esqueleto facial. Participan en calentar, humidificar y depurar el aire que respiramos. También son, como la nariz, una barrera protectora para el sistema respiratorio. Las bahías también tienen funciones adicionales: dan un timbre característico a nuestra voz, fortalecen la estructura del cráneo, calientan la base del cráneo y las cuencas de los ojos.
Los primeros síntomas de la sinusitis.
Los senos paranasales están conectados con la nariz por canales estrechos (ver cuadro en la página siguiente), por lo que no son indiferentes a sus dolencias. La causa más común de sinusitis es la secreción nasal asociada con una infección o alergia. Puede hacer que la mucosa nasal se hinche tanto que las aberturas de los senos nasales se cierren. También están bloqueados por una gran cantidad de secreciones serosas mucosas. Entonces las bahías se separan del mundo exterior y comienzan a enfermarse, porque para estar sanas y realizar bien sus funciones, deben ventilarse. Los otorrinolaringólogos lo saben desde hace poco tiempo, tal vez durante 10 a 15 años, pero este descubrimiento cambió su enfoque para tratar la sinusitis.
Los senos bien ventilados son un entorno ideal para el desarrollo de microorganismos patógenos. Entonces se multiplican y liberan toxinas que irritan las mucosas. La consecuencia es inflamación y aumento de la secreción. Los cilios que cubren la mucosa juegan un papel importante en su eliminación. Su movimiento elimina las secreciones de los senos nasales junto con microbios, toxinas y contaminantes del aire.
Sin embargo, no es muy productivo cuando los senos nasales no están completamente abiertos. La secreción permanece, por lo que sentimos presión y dolor alrededor de los ojos, la frente, el puente nasal y la mandíbula. Algunas de las secreciones se fuerzan bajo presión a través de las aberturas de los senos nasales y se acumulan en la nariz o en la parte posterior de la garganta. Sin embargo, algunos permanecen en los senos nasales y la inflamación no desaparece. Por tanto, si la secreción nasal dura más de 8-14 días y se acompaña de las dolencias antes mencionadas, no merece la pena retrasar la visita al otorrinolaringólogo. Con un endoscopio (el examen es completamente indoloro), examinará el interior de la nariz y los complejos bucal-ductales y hará un diagnóstico.
La inflamación aguda puede volverse crónica
Si el médico diagnostica sinusitis aguda (comienza repentinamente y dura aproximadamente 4 semanas) o sinusitis subaguda (dura de 4 a 12 semanas), le recetará un ciclo de antibióticos. A veces, sin embargo, estos medicamentos son solo una ayuda temporal. Este puede ser el caso cuando tenemos pólipos en la nariz o una curvatura significativa del tabique nasal. Luego, después de curar la infección, debemos considerar el tratamiento quirúrgico. La obstrucción nasal favorece las infecciones más frecuentes, agrava los síntomas de la secreción nasal y aumenta el riesgo de problemas de sinusitis.
Si se ignora o se trata de manera inadecuada, la sinusitis aguda o subaguda puede volverse crónica. Dura más de 12 semanas y a menudo se repite (con exacerbación de los síntomas). En este caso, el examen endoscópico ya no es suficiente. Necesita una tomografía computarizada de sus senos nasales para ver qué sucede en ellos.
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