El bocio retroesternal es una glándula tiroides agrandada que se extiende más allá del esternón con su polo sur. Tal condición puede causar muchas molestias en un paciente y dificultar el funcionamiento normal. Aprenda a reconocer el bocio retroesternal y a tratar una tiroides agrandada.
El bocio retroesternal puede acompañar a diversas disfunciones tiroideas, tanto hipertiroidismo como hipotiroidismo. Una glándula tiroides normal y saludable (la glándula tiroides) tiene la forma de una mariposa de unos pocos centímetros de largo y está ubicada en la parte anterior-inferior del cuello. Si crece, en mujeres de más de 20 cm² y en hombres de más de 25 cm², lo llamamos bocio. Nos distinguimos:
- bocio nodular (o nodular, abultado)
- bocio parenquimatoso (glándula tiroides agrandada y homogénea sin cambios focales)
- bocio simple (glándula tiroides agrandada, pero hecha de tejido normal)
- bocio retroesternal (a veces también llamado intratorácico, a veces diferenciado de él)
¿Cuáles son las características del bocio retroesternal?
Para que el bocio se defina como retroesternal, hasta cierto punto debe extenderse simplemente sobre el esternón. Por lo tanto, ya no solo se encuentra "sobre" el cuello, sino que incluso llega parcialmente al pecho. Debe ser alrededor del 30-50% del peso de la glándula tiroides. Si hay menos, es común pensar que todavía no estamos hablando de bocio retroesternal, aunque algunos médicos diagnostican el bocio retroesternal incluso cuando incluso un fragmento muy pequeño de tiroides supera el nivel de la escotadura yugular del mango del esternón (este es el característico hoyuelo en la parte inferior del cuello entre las clavículas).
Mientras que el bocio superior causa un defecto cosmético claro y se trata por este motivo, el bocio retroesternal a veces puede ser completamente invisible. Por tanto, su diagnóstico también es difícil. Sucede que el paciente acude al médico con una tos persistente y el médico le indica una radiografía. Solo en la radiografía puede ver que la glándula tiroides está creciendo en el pecho. ¿Qué otros síntomas da el bocio retroesternal?
Bocio retroesternal - síntomas
A medida que la glándula tiroides crece en un lugar donde no debería estar allí, comienza a comprimir las estructuras circundantes, como la tráquea, el esófago y los vasos sanguíneos. Entonces, aunque el bocio retroesternal no duele por sí solo, puede causar una serie de dolencias graves:
- dificultad para respirar
- tos, dificultad para respirar
- ronquera (como resultado de daño - compresión del nervio laríngeo recurrente)
- dificultad para tragar (disfagia)
- síndrome de la vena cava superior (que incluye enrojecimiento de la cara y el cuello, ojos saltones, problemas de visión, congestión ocular, hinchazón de las extremidades, dolores de cabeza, desequilibrio)
- opresión en el pecho (sensación de asfixia)
- Síntomas típicos de hiperactividad (aumento del metabolismo, palpitaciones, pérdida de peso, dificultad para dormir y concentrarse, sofocos) o hipotiroidismo (metabolismo lento, aumento de peso, somnolencia, sensación de frío, estado de ánimo deprimido).
Las causas del bocio retroesternal
En general, el bocio crece debido a algunas anomalías en el trabajo de la glándula tiroides. En el pasado, la razón de esto se vio en el contenido insuficiente de yodo en la dieta. Sin embargo, una vez que este elemento se agregó a la sal, el problema se alivió. Hoy en día, las enfermedades son causadas por trastornos hormonales, a veces también relacionados con el embarazo, o por autoinmunidad. Cuando se trata específicamente de la formación de bocio retroesternal, la razón principal es la descendencia del bocio cervical. Pero no se sabe completamente por qué sucede esto. El bocio localizado en el cuello aumenta de tamaño durante muchos años y finalmente desciende a la zona retroesternal.
Diagnostico y tratamiento
El bocio retroesternal es más difícil de tratar que el bocio cervical. En primer lugar, puede permanecer sin diagnosticar durante muchos años, y solo los síntomas tiroideos típicos que aparecen en el paciente dirigen al médico por el camino correcto. Sin embargo, no siempre ocurren, porque la concentración de hormonas tiroideas en el caso del bocio retroesternal puede estar aumentada, disminuida, pero también normal. A veces, el diagnóstico se realiza accidentalmente durante una imagen de tórax de rutina.
Si se hace un diagnóstico: bocio retroesternal, es necesario definir los límites exactos hasta los que crece, en qué medida comprime los órganos acompañantes y si hay cambios neoplásicos en él (generalmente los nódulos en el bocio son benignos). Las pruebas útiles en el diagnóstico del bocio retroesternal son la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la gammagrafía tiroidea (examen isotópico de la captación de sustancias radiactivas por la glándula tiroides, con mayor frecuencia con el uso de yodo radiactivo).
El bocio retroesternal se trata quirúrgicamente, que consiste en la extirpación completa de la glándula tiroides (tiroidectomía), porque la presión sobre las estructuras adyacentes, por ejemplo, la tráquea, no puede ser demasiado fuerte. Dependiendo de la ubicación exacta y el tamaño del bocio, puede ser necesario disecar el esternón. A veces, sin embargo, es imposible, porque el tejido del bocio llega muy profundo, y en el caso del hipertiroidismo, solo queda el tratamiento con yodo radiactivo.
Investigación de la tiroides
Básicamente, los exámenes de tiroides se pueden dividir en dos partes: examinar el nivel de hormonas producidas por la glándula tiroides y exámenes de imágenes, el más popular de los cuales es el ultrasonido. Nuestra experta, endocrinóloga Marta Kunkel del Medicover Hospital, explica cómo se ven estas pruebas de tiroides y qué muestran.
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