Los ginecólogos se quejan de que las mujeres solo llegan a verse a sí mismas cuando notan que algo anda mal. Y, sin embargo, para nuestra propia tranquilidad y seguridad, debemos revisar los apéndices con regularidad para asegurarnos de que todo esté bien.
Estamos acostumbrados a que el útero sea el origen de las dolencias. El sangrado y el dolor son nuestro pan de cada día, por lo que no es difícil pasar por alto los primeros síntomas de la enfermedad abdominal inferior. Más aún porque los más peligrosos de ellos, los cánceres de cuello uterino, endometrio y ovario, son asintomáticos al principio. Por lo tanto, en el caso de enfermedades del órgano reproductor, la profilaxis es extremadamente importante: permite reconocer irregularidades en la etapa inicial, completamente curable.
Incluso cuando se sienta bien, vale la pena visitar a un ginecólogo una vez al año. El médico realizará una entrevista y un examen ginecológico: con la ayuda de un espéculo, evaluará visualmente el estado de la vagina y el cuello uterino, así como la secreción presente en el tracto genital. examen con las dos manos palpando el estado de la vagina, el útero y los apéndices. Ya en esta etapa, puede notar anomalías, por ejemplo, inflamación vaginal resultante de una infección, erosión cervical, fibromas, quistes ováricos.
El ginecólogo debe explicarte la esencia de las irregularidades encontradas, los riesgos existentes y las opciones de tratamiento actuales. Es necesario porque la inflamación o las erosiones desatendidas, incluso si no son cancerosas, pueden convertirse en cáncer con el tiempo. Los miomas y quistes a menudo requieren un diagnóstico adicional. Sin embargo, no todos los cambios son visibles a simple vista, por lo que el médico debe realizar u ordenar con regularidad, preferiblemente cada año, dos pruebas complementarias: citología y ecografía transvaginal. La citología brinda un diagnóstico a nivel celular dentro del cuello uterino, mientras que la ecografía transvaginal le permite evaluar el órgano reproductor a nivel anatómico y observar cambios en el cuerpo uterino y los ovarios.
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