Los psicólogos afirman que sobrevivir a una catástrofe, y una inundación es una catástrofe, es, junto a la guerra, la fuente del mayor trauma psicológico. Muchas víctimas de las inundaciones perdieron todas sus posesiones. Muchos apenas sobrevivieron. Lo que pasaron debe haber tenido un impacto en su psique. Algunas personas se las arreglan, sin embargo, sin la ayuda de especialistas, otras necesitan esa ayuda.
En reacciones al estrés postraumático provocado por una catástrofe, y tal puede ocurrir, entre otros después de la inundación se pueden distinguir varias fases.
- La primera es la fase heroica. Este es un período en el que están sucediendo muchas cosas en torno a las víctimas de las inundaciones. Los servicios pertinentes emiten mensajes de advertencia, la evacuación está en marcha, hay esperanza.
- Luego viene la fase de luna de miel. Durante este período, la ayuda se dirige a las áreas afectadas por la inundación, tanto organizadas, institucionales como espontáneas, privadas. Esta fase puede durar entre 2 semanas y 2 meses.
- Finalmente llega la fase de desilusión llamada catástrofe secundaria. La ayuda termina, las personas afectadas por el desastre comienzan a sentir que han sufrido enormes pérdidas que no pueden remediarse con ninguna ayuda. Llega la depresión, viene la depresión.
- La siguiente etapa es la fase de reconstrucción, en la que la vida de los individuos finalmente comienza a normalizarse. Y sucede después de un año más o menos.
Trauma psicológico después de una inundación: ¿cuándo es más necesaria la ayuda psicológica?
Depende del individuo. A menudo, especialmente con los niños, justo después de que ha ocurrido un desastre. El estrés postraumático puede surgir en cualquier momento. En el caso de los niños, lo más importante es reconstruir su sentido de seguridad. Los niños deben ser abrazados con más frecuencia por sus familiares, porque es en esta situación que necesitan especialmente cercanía. Deben ser conscientes de que, si bien estos desastres ocurren, los adultos hacen todo lo posible para prevenirlos y eliminar las consecuencias lo antes posible.
A cambio de un mundo seguro, resultan ser campamentos de verano para los hijos de las víctimas de las inundaciones. Pero cuidado, habla primero con tu bebé. Si se agacha con los brazos y las piernas y se niega rotundamente a ir, no insista.
Ayuda a los niños mayores a superar el trauma enfatizar lo valientes que fueron durante la inundación, lo maravilloso que cuidaron a los mayores (este suele ser el caso).
Definitivamente no debes decir que "estará bien", porque no significa nada. Más bien, se les debe decir que han logrado hacer tanto positivo, arreglar tanto que un poco más de esfuerzo, y serán capaces de superar los problemas. Como en el caso de los niños, es necesario enfatizar su ingenio y valentía. Tienen que creer en sí mismos, ahora más que nunca. Estas conversaciones pueden tener lugar en presencia de niños que, en primer lugar, se sentirán más seguros en los brazos de sus seres queridos y, en segundo lugar, al escuchar cómo se juzga a sus padres, como héroes, y ellos se sentirán así. Se convencerán de que todo debe ir bien con unos padres tan maravillosos.
¿Qué debería ser lo más importante en los primeros momentos del desastre?
- Proporcionar a los heridos un lugar seguro para que les lleguen los estímulos menos estresantes.
- Mostrando cariño, ternura, tanto con palabras como con gestos.
- Distraer la atención de la situación y ocuparse de otra cosa, preferiblemente útil, para que el agraviado se sienta necesitado.
- Reafirmando la creencia de que todo está bajo control y que hay personas e instituciones que se encargarán de ellos.