¿Tienes que ser un gran orador público? No, pero puedes convertirte en uno. Aprenda formas de deshacerse del miedo escénico al hablar en público. Puede ser un trabajador valioso sin hablar, pero si tiene dificultades y le cuesta mucho, ¿por qué no hacer algo al respecto?
Hay muchos métodos para facilitar el discurso público, la mayoría de ellos los conoce y le parecen triviales. Esta vez, sin embargo, además de leer sobre ellos, también sugiero usarlos regularmente; los efectos se notarán muy rápidamente.
Para hablar como John F. Kennedy o Martin Luther King, debes nacer como una "mascota" en el escenario o simplemente trabajar en ti mismo. Si su objetivo es convertirse en un excelente orador, invierta algo de tiempo y esfuerzo con un entrenador. Sin embargo, si su trabajo rara vez requiere que hable en público y desea desempeñar el papel de orador cómodamente y sin sufrir daños permanentes, existen algunos pasos sencillos en los que debe concentrarse.
Escuche cómo superar el pánico escénico antes de hablar en público. Este es material del ciclo BUENO ESCUCHAR. Podcasts con consejos.
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Cómo lidiar con el miedo o el estrés escénico
Acepte el hecho de que siente pánico escénico. Nada es tan estresante como el estrés antes de estresarse. Sí, sentirás la tensión. Sí, probablemente cometerá algunos errores con eso. Sí, casi todo el mundo lo siente. ¿Quieres hacer algo al respecto? Así que cuida la comodidad en una situación estresante, asumiendo que siempre aparece durante los discursos.
Comprueba qué es el miedo escénico para ti. ¿Qué está causando esta tensión en ti? Dices: "Ya sabes. Pregunta estúpida, hablar en público", pero ¿qué pasa exactamente con este discurso? ¿Evaluación de otros, evaluación de una persona específica, por ejemplo, el jefe? ¿Quizás tienes miedo de cometer un error y cometer errores en público? Haz una lista de las cosas que temes y trata de distanciarte de ellas. ¿Le importará el año que viene el hecho de que resulte poco interesante en el discurso de hoy? Probablemente no, así que hágalo lo mejor que pueda, recordando que esta no es una cirugía a corazón abierto, así que no dude en cometer errores.
Mira lo que dice tu cuerpo
Vuelve a intentar responder a la pregunta: ¿Qué es lo más difícil para mí? ¿Miedo escénico que en realidad paraliza, valoración crítica de la audiencia, o quizás miedo a que digas alguna estupidez? Ahora eche un vistazo a su cuerpo. Descubra dónde se siente tenso cuando se imagina hablando. Algunos hablan de opresión en el pecho, otros tienen dolor de estómago o les empiezan a temblar las manos. A partir de ahora, este lugar del cuerpo es tu sensor de seguridad. Al reaccionar a sus señales sutiles, evitará la situación de sentirse completamente abrumado por el miedo escénico. Bueno, el cuerpo es alarmante, ¿y luego qué?
Concéntrate en tu respiración. Tome 5 respiraciones lentas y profundas. Oxigenar su cuerpo es una cosa, pero es igualmente importante convencer a su cerebro de que es seguro y no preocuparse. El mecanismo es simple. Cuando, en una situación realmente segura (convengamos que la presentación no es un ataque de león), el cerebro se da cuenta de que la respiración se acelera, casi automáticamente la percibe como una amenaza, activando todos los sistemas de defensa. Sin embargo, cuando logras calmar tu respiración, tu cerebro comienza a percibirla como una señal de 'todo está bien'. Ya puedo oírte decir: "¿Respiras profunda y tranquilamente? ¡Un gran consejo!" Pero, ¿qué puedo hacer al respecto? Durante cientos de años, docenas de civilizaciones no han encontrado una mejor manera de controlar los nervios que trabajar la respiración con regularidad.
Cuida tu postura
¿Sientes tensión en tu cuerpo? Párese cómodamente, separe las piernas a la altura de las caderas y estírese. Este sencillo truco también engañará un poco tu cabeza al estirar los espasmos musculares. Unas pocas posturas simples de yoga serían una excelente opción, pero simplemente estirar intensamente, como cuando te despiertas, debería calmarte un poco. También es práctico que pueda hacer esto justo antes de la presentación.
Conecta con tu audiencia
Cuando ingrese a la habitación estirado con la respiración uniforme, recuerde para qué está haciendo todo esto. Tienes información para compartir, puedes hacerlo como una estrella de rock o una colegiala educada, pero es importante que tu audiencia escuche lo que quieres decirles. Por tanto, mantente en contacto con ellos. Trate su discurso como una conversación. Tu trabajo no es presentarte, sino contarles algo importante para todos. Este cambio de perspectiva facilita las cosas. Después de todo, usted está hablando con sus colegas sobre las noticias de la oficina y no tiene ninguna dificultad con ello, entonces, ¿por qué el deseo de compartir los resultados del último informe con una presentación a sus espaldas evoca emociones tan fuertes?
Intente interactuar con su audiencia. Deje que la situación se parezca a una conversación. Entonces no solo bajará la tensión, sino que también mantendrá su concentración por más tiempo. Adapte el mensaje a la audiencia, hable el idioma comprensible. Piense en lo que necesitan los conocimientos que desea transmitir. Recuerda que tu audiencia será positiva o indiferente contigo. Casi nadie estará esperando por cada tropiezo.
La práctica hace la perfección
Busque oportunidades para hablar. Haciendo un brindis en una fiesta familiar, contando un chiste a una audiencia pequeña, todas estas partículas darán sus frutos cuando se pare frente a una audiencia más grande. Consejo: "intenta hablar donde puedas" suena trivial, pero si quieres correr un maratón, solo tienes que empezar a correr primero.
Practica tu discurso. Repítelos varias veces frente al espejo o graba un video con tu teléfono móvil. Esto te ayudará a mirarte a ti mismo desde la distancia y a detectar las fortalezas y debilidades del discurso. Experimentar. Haga una prueba de distracción hablando con la radio encendida en voz alta o cubriéndose la cara con la imagen del espejo, para que pueda concentrarse en el trabajo del cuerpo, no solo en las expresiones faciales. Cuantas más variantes de intentos, más fácil será completar la tarea.
La mayoría de las personas que declaran dificultades con los discursos se saltan casi por completo los ensayos, centrándose principalmente en hacer la presentación.
Conozca el lugar donde hablará
Conozca el lugar donde hablará. De antemano, verifique el equipo, la disposición de las sillas y el sistema de sonido. Cuantos menos contratiempos técnicos, más atención podrá dedicar a una comunicación eficaz y tranquila. Cuida un atuendo cómodo y apropiado para la situación. Si desea mantener la calma durante su discurso, tal vez renuncie a una camisa que sea irritante al tacto o zapatos elegantes pero ajustados. La ropa es parte de su programa: puede ser neutral o bastante impactante, pero siempre debe usarse conscientemente para que sea más fácil llegar a su audiencia.
Dirás que el consejo de hoy es un cliché y para citar la clásica "obviedad", como el texto: "come verduras porque tienen vitaminas". Sin embargo, resulta que solo el 7% de los que tienen problemas para hablar en público siguen este sencillo consejo. Quizás esta vez, antes de la próxima presentación, solo intente aplicarlos y verifique los resultados. Por cierto, las verduras tampoco harán daño.
De vida. Recientemente, participé en una conferencia, un campo extremadamente estrecho y solo expertos en la sala. ¿Cómo lo manejaron los altavoces? Honestamente: regular. Aunque la mayoría de los oradores son profesores académicos, sus discursos fueron bastante aburridos e inapropiados para la audiencia. Paradójicamente, al orador menos experimentado le fue mejor. Inmediatamente se presentó como abogado, que practicaba en su campo pero rara vez hablaba en público. Al respecto, pidió comprensión. El profesional dijo que estuvo personalmente involucrado en los eventos que describe, pero le preocupa que no sea del tipo de estrella, por lo que puede tener dificultades para contarlo. ¿Qué le consiguió empezar en este estilo? Al advertir a la audiencia sobre su ser un especialista en derecho, no un especialista en habla, mostró su rostro humano a pesar de ser un experto. Estableció una relación con la audiencia a través de una simple conversación, ganando así su atención y simpatía. Sí, tuvo que mirar sus notas varias veces durante el discurso, pero cada una de estas situaciones fue bien recibida por la audiencia.
Si realmente quieres convertirte en un orador perfecto, probablemente necesites el apoyo de un especialista, pero si necesitas mejorar tu bienestar actuando en público, te sugiero que uses la receta a continuación.
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- Incluso las estrellas de rock sienten pánico escénico. No pelea con este león, se acostumbra;
- El discurso no es una cirugía a corazón abierto. Tus errores no lastimarán a nadie;
- Respire profunda y tranquilamente. Dado que la mayoría de los habitantes de nuestro planeta dicen que hay poder en la respiración, probablemente esté ahí;
- ¡Prepararse! Los sucesos espontáneos suelen ir precedidos de múltiples intentos;
- Las audiencias suelen ser positivas o neutrales y no esperan a que tropieces. Recuerda eso la próxima vez.
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