La tokofobia, es decir, el miedo al parto, se incluye en la lista de fobias específicas (es decir, fobias en las que el miedo es causado por algún factor o situación específica). La tokofobia puede afectar no solo la elección del parto, sino también toda la vida de la paciente que la experimenta; en casos extremos, el miedo experimentado por una mujer es tan fuerte que, para no quedar embarazada, puede evitar las relaciones sexuales por completo.
La tokofobia se define como un miedo incontrolado y extremadamente fuerte de quedar embarazada y dar a luz a un hijo. El término se deriva del griego (de las palabras tokos (parto) y phobos (miedo severo a un fenómeno). En terminología psiquiátrica-psicológica, el término apareció por primera vez en un artículo de 2000 en el British Journal of Psychiatry. Se estima entre 6 y 7 % de mujeres en todo el mundo experimentan tocofobia.
Tokofobia (miedo al parto): síntomas
Tener una tocofobia en un paciente puede resultar en una variedad de comportamientos que afectan su vida entera. Las mujeres con este trastorno pueden tomar cualquier medida para evitar concebir un hijo; a veces, utilizan varios métodos anticonceptivos diferentes al mismo tiempo. En casos extremos, con un nivel extremadamente alto de miedo al parto, los pacientes tienden a evitar por completo el contacto sexual.
Sin embargo, ningún método anticonceptivo es 100% efectivo, por lo que a veces, incluso si la paciente toma todas las medidas para prevenirlo, el embarazo se desarrolla de todos modos.
Una mujer con tocofobia durante el desarrollo fetal puede experimentar:
- pesadillas
- pensamientos persistentes sobre el dolor durante el parto o cualquier posible complicación durante el parto (tanto para la salud de la madre como del bebé)
- miedo a la muerte durante el parto,
- irritabilidad y ansiedad que aumenta con la duración del embarazo,
- molestias somáticas en forma de, por ejemplo, dolores de cabeza inexplicables o dolor abdominal, palpitaciones del corazón, dificultad para respirar,
- episodios de pánico
- alteraciones importantes de la concentración que dificultan el funcionamiento cotidiano familiar o profesional (están asociadas al miedo constante al parto).
Una paciente con tocofobia puede insistir fuertemente en completar el parto por cesárea, lo que según ella sería menos doloroso (por ejemplo, debido a la anestesia utilizada durante el procedimiento) que dar a luz por fuerzas naturales.
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Como en el caso de otros trastornos de ansiedad, también el miedo al parto tiene una etiología bastante compleja.
Las causas de la tocofobia primaria.
La tokofobia (en la situación que se describe a continuación, denominada primaria) puede ocurrir en mujeres que no han dado a luz hasta el momento y, en tales casos, se asocia con:
- ser víctima de abuso físico (por ejemplo, violación o acoso sexual),
- eventos traumáticos, como abortos espontáneos o abortos,
- muerte de la madre de la paciente durante el parto.
Otro factor que puede desencadenar el miedo de una mujer al parto son los recuerdos de su propia madre. Un mayor riesgo del problema aparece en aquellas pacientes con las que sus padres compartieron recuerdos negativos, ya fueran dificultades excepcionales relacionadas con el embarazo o problemas del período perinatal, como, por ejemplo, un dolor importante.
Las causas de la tocofobia secundaria.
Otra forma de tocofobia es el miedo secundario al parto que se presenta en mujeres que ya son madres. Es causada por eventos experimentados por el paciente en el pasado, como un curso de parto difícil (por ejemplo, asociado con dolor severo) o estar bajo el cuidado de personal médico insuficientemente atento. El riesgo de tocofobia secundaria también aumenta en pacientes que han tenido un episodio de depresión posparto.
Tokofobia (miedo al parto): tratamiento
Las interacciones terapéuticas en pacientes con tocofobia incluyen dos métodos principales: psicoterapia y farmacoterapia. El primero juega un papel primordial, ya que se enfoca en identificar la fuente del problema y luego ayudar al paciente a lidiar con él. El tratamiento farmacológico de la tocofobia solo se inicia cuando una mujer tiene otros problemas de salud mental, como depresión, por ejemplo.
Es importante enfatizar aquí que, en caso de que una mujer embarazada necesite usar medicamentos, es extremadamente importante elegir el antidepresivo adecuado; guíese por las medidas que son seguras para la salud del niño en desarrollo.
No solo un psiquiatra o psicoterapeuta, sino también un obstetra deben participar en el cuidado de un paciente con tocofobia. El segundo especialista podrá confrontar los miedos atormentadores de la paciente con la realidad (por ejemplo, explicar si las complicaciones a las que teme pueden realmente amenazarla. Además, un obstetra que conozca el miedo al parto en su sala podrá cuidarla especialmente.
Hay un aspecto más que queda por aclarar sobre la realización de cesáreas voluntarias en mujeres con tocofobia. Esta práctica como procedimiento de rutina, incluso en el caso de un temor significativo al parto, definitivamente no debe recomendarse. Aunque el número de cesáreas en el mundo (también en Polonia) aumenta sistemáticamente, no significa que esta sea una mejor forma de interrumpir el embarazo que el parto natural. Por supuesto, en el caso de indicaciones médicas (por ejemplo, amenaza para la vida del feto), la cesárea es beneficiosa, sin embargo, su desempeño se asocia con un riesgo de complicaciones de cuatro a cinco veces mayor que en el caso del parto natural.