La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido la adicción al sexo en la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales (ICD-11). Si no puede controlar sus necesidades sexuales durante más de seis meses y somete su vida a ellas, es posible que sea un adicto al sexo.
Lea también: Sexholismo (adicción al sexo, erotomanía): causas, síntomas y tratamiento Adicción a la pornografía: ¿cómo reconocerlos? Tratamiento de la adicción a la pornografía ... Razones de la adicción al comportamientoSegún la investigación, el hombre promedio piensa en el sexo 19 veces al día y la mujer piensa en 10. Si se encuentra dentro de estos números, no tiene por qué preocuparse. Pero cuando tienes que satisfacer tu impulso sexual con tanta frecuencia que descuidas tu vida en otras dimensiones (trabajo, familia, etc.), ten cuidado, puede que ya sea una adicción.
El comportamiento sexual compulsivo llegó a la lista mundial de enfermedades mentales por primera vez. Según las estadísticas, entre el 2 y el 4 por ciento de todas las personas en el mundo han perdido el control sobre el deseo sexual, independientemente de la forma de satisfacción (por ejemplo, relaciones físicas, masturbación, visualización de material pornográfico, etc.). Según la OMS, el desarrollo de tecnologías modernas también contribuye a esto al introducir nuevas herramientas para acceder al estímulo adictivo, es decir, el sexo, por ejemplo, chats sexuales, cámaras sexuales, servicios eróticos en línea.
Al incluir la adicción al sexo en la lista mundial de enfermedades mentales, la OMS también ha establecido pautas para diagnosticar este trastorno. Consulte a un psiquiatra, psicólogo si durante más de seis meses:
- participa sistemáticamente en actividades sexuales repetitivas, de modo que se conviertan en el significado de su vida y conduzcan al descuido de la salud, la familia, las relaciones con otras personas, el trabajo, los deberes e intereses diarios;
- realiza numerosos intentos para controlar o reducir significativamente el comportamiento sexual repetitivo, pero los intentos no tienen éxito;
- sigues repitiendo tu comportamiento sexual y no puedes renunciar a él a pesar de que sus consecuencias negativas aumentan, por ejemplo, pierdes tu trabajo, tu pareja te abandona, te endeuda;
- se involucra en un comportamiento sexual repetitivo, incluso si obtiene poca o ninguna satisfacción al respecto.