El cáncer de mama lobulillar es uno de los subtipos de cáncer de mama. Se estima que el carcinoma lobulillar representa alrededor del 10-15 por ciento. cáncer de mama maligno. Descubra las características especiales del cáncer de mama lobular, los tipos de cáncer de mama lobular, los síntomas del cáncer de mama lobular y cómo diagnosticar y tratar el cáncer de mama lobular.
Tabla de contenido:
- Cáncer de mama lobulillar: ¿en qué se diferencia de otros cánceres de mama?
- Carcinoma lobulillar de mama - factores de riesgo
- Carcinoma lobulillar de mama - cambios precursores
- Carcinoma lobulillar de mama - clasificaciones
- Carcinoma lobulillar de mama - síntomas
- Carcinoma lobulillar de mama - diagnóstico
- Carcinoma lobulillar de mama - tratamiento
- Carcinoma lobulillar de mama - pronóstico
El cáncer de mama lobulillar es un subtipo de cáncer de mama identificado sobre la base de su estructura microscópica.
El cáncer de mama ya no se percibe como una enfermedad única en la medicina moderna. Actualmente, es un grupo de enfermedades cuya característica común es el lugar de su origen: la glándula mamaria. Años de investigación sobre el cáncer de mama han permitido dividir este grupo de enfermedades en categorías.
Los tipos particulares de cáncer de mama difieren en términos de características biológicas, curso y, en consecuencia, respuesta al tratamiento y pronóstico.
El cáncer de mama lobulillar tiene muchas características en común con otros cánceres de mama. Sin embargo, existen algunas diferencias que son exclusivas del carcinoma lobulillar; pueden influir en un curso de diagnóstico y tratamiento ligeramente diferente de este cáncer.
Cáncer de mama lobulillar: ¿en qué se diferencia de otros cánceres de mama?
El nombre completo del carcinoma lobulillar de mama es Carcinoma lobulillar invasivo de mama. Es la segunda neoplasia maligna más común de las glándulas mamarias; representa aproximadamente el 10-15% de todos los cánceres de mama.
El carcinoma ductal invasivo es mucho más común en la mama. Aparte de la frecuencia de aparición, existen muchas diferencias importantes entre los dos cánceres de mama.
El cáncer lobulillar de mama crece de forma característica: no forma una masa compacta, sino que forma infiltrados estrechos y estriados. Esto causa grandes dificultades en su obtención de imágenes: las pruebas de imagen estándar (por ejemplo, mamografía) no siempre dan la oportunidad de visualizar el cáncer de mama lobulillar.
Otra consecuencia de tal crecimiento excesivo es un período asintomático relativamente largo de su desarrollo: los primeros síntomas de la enfermedad pueden aparecer solo en la etapa de su alto avance.
Otro rasgo característico del cáncer lobulillar de mama es su tendencia a formar múltiples focos tumorales al mismo tiempo. El carcinoma lobulillar también se asocia con un riesgo ligeramente mayor de cáncer en la otra mama.
A esta situación la llamamos cáncer de mama contralateral. El diagnóstico de cáncer lobulillar de una mama siempre requiere un examen cuidadoso de la otra mama.
Cada caso de cáncer lobulillar de mama requiere un estudio detallado llamado diagnóstico molecular. Son pruebas que permiten determinar las características individuales de un determinado tumor y evaluar la posibilidad de responder a varios tipos de terapia.
La mayoría de los carcinomas de mama lobulillar muestran menos agresividad en estos estudios que el carcinoma ductal.
La mayoría de los casos, el carcinoma lobulillar de mama es hormonodependiente; sus células a menudo tienen, entre otros receptores de estrógeno, lo que permite utilizar la terapia hormonal.
Vale la pena saberlo
¿Qué son los lóbulos?
Hay 2 tipos de tejido dominantes en la glándula mamaria: tejido adiposo y tejido glandular. Su proporción mutua cambia según la edad de la mujer, su peso corporal y el estado hormonal.
El tejido glandular de la mama está organizado en subunidades especiales llamadas lóbulos. Las células lobulillares tienen la capacidad de producir secreciones de las glándulas mamarias: leche.
Cada lóbulo está conectado a un conducto de descarga que permite el transporte de las secreciones producidas en el mismo. La leche que se forma en los lóbulos sale del pezón a través del sistema de conductos.
Debido al papel importante en los procesos neoplásicos, se distingue una estructura específica en la estructura de la mama. Es el llamado unidad lobular ductal terminal (TDLU).
Muchos cambios neoplásicos mamarios (tanto benignos como malignos) comienzan a desarrollarse dentro de esta unidad. La TDLU consta de un lóbulo con un conducto intralobulillar y extralobulillar. Como puede adivinar fácilmente, esta unidad también es el sitio de formación del cáncer de mama lobulillar.
Carcinoma lobulillar de mama - factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama son comunes a todos los tipos de cáncer de mama. Entre ellos se mencionan:
- género femenino - 99 por ciento Los casos de cáncer de mama ocurren en mujeres.
- Edad: el riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad.
- Factores hormonales: la mayoría de los casos de cáncer de mama lobulillar muestran el llamado dependencia hormonal.
Las condiciones hormonales que influyen en el desarrollo del cáncer de mama pueden no ser modificables (independientemente de la paciente): su ejemplo es la exposición prolongada a los estrógenos, causada por el inicio temprano de la primera menstruación o el inicio tardío de la menopausia.
Un ejemplo de un efecto modificable sobre el sistema endocrino es el uso de la terapia de reemplazo hormonal en mujeres peri y posmenopáusicas. La terapia de reemplazo hormonal puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
También hay informes científicos que relacionan el aumento de la incidencia de cáncer lobulillar de mama en los últimos 20 años con el aumento del uso de la terapia de reemplazo hormonal durante este período.
- Factores genéticos: la incidencia del cáncer de mama puede estar determinada por una predisposición genética. Las mutaciones más conocidas que aumentan el riesgo de cáncer de mama son las mutaciones BRCA1 y BRCA2.
La presencia de casos de cáncer de mama en la familia inmediata (madre, hermana) también aumenta el riesgo de desarrollar este cáncer.
- Factores de estilo de vida: se cree que la obesidad, la actividad física inadecuada y el consumo de alcohol aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
- factores asociados con la presencia de cambios específicos en las mamas: el reconocimiento de ciertos tipos de cambios en las glándulas mamarias es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama.
Un ejemplo de tal lesión es el carcinoma lobulillar in situ (LCIS), que aumenta el riesgo de cáncer de mama invasivo en aproximadamente 8 veces.
Carcinoma lobulillar de mama - cambios precursores
El carcinoma lobulillar invasivo de mama es un tumor maligno que se desarrolla dentro de los lóbulos de las glándulas mamarias.
La naturaleza invasiva del tumor hace que sus células invadan los tejidos circundantes y, en las últimas etapas de la enfermedad, formen metástasis en los ganglios linfáticos y órganos distantes.
En los lóbulos de las glándulas mamarias, también pueden desarrollarse cambios proliferativos distintos del carcinoma lobulillar invasivo. Entre ellos distinguimos:
- ALH - Neoplasia lobular atípica
- CLIS: carcinoma lobulillar in situ.
Se trata de lesiones compuestas por células anormales atípicas que, a diferencia del cáncer invasivo, se encuentran solo dentro de los lóbulos y no tienden a invadir otros tejidos.
Dado que las lesiones de ALH y LCIS son muy similares entre sí, la distinción entre ellas depende únicamente del número de células anormales. La hiperplasia lobulillar atípica se diagnostica cuando las células anormales representan menos del 50 por ciento. volúmenes de lóbulos; El carcinoma lobulillar in situ significa una afectación de más del 50 por ciento. su volumen.
Tanto la ALH como el LCIS aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Curiosamente, no tiene por qué ser un carcinoma lobulillar; la investigación también ha demostrado un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer de mama, incluido el carcinoma ductal.
La hiperplasia lobulillar atípica y el carcinoma lobulillar in situ se consideran precursores no obligatorios del cáncer de mama. Esto significa que el cáncer de mama invasivo puede o no desarrollarse sobre la base de estos cambios.
La mayoría de los casos de ALH y LCIS se detectan por accidente durante la biopsia de mama. En este punto vale la pena enfatizar una vez más que estos cambios no son cáncer, sino que solo aumentan el riesgo de cáncer invasivo.
Se estima que la ALH aumenta aproximadamente 4 veces y el LCIS aproximadamente 8 veces el riesgo de desarrollar una forma invasiva de cáncer de mama. Por este motivo, muchos años de reflexión sobre cuál debería ser el procedimiento adecuado tras detectar tales cambios.
Actualmente, el diagnóstico de ALH o LCIS es una indicación de exámenes preventivos regulares y observación de los pacientes. Las excepciones son los pacientes con cargas adicionales (por ejemplo, que tienen mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de cáncer de mama) o la presencia de formas más agresivas de CLIS.
En tales casos, las intervenciones quirúrgicas profilácticas (escisión de lesiones, con menos frecuencia mastectomía profiláctica) se consideran con más frecuencia.
Carcinoma lobulillar de mama - clasificaciones
El diagnóstico de carcinoma lobulillar invasivo de mama requiere una investigación cuidadosa. Su propósito es determinar la estructura microscópica, el estadio y las características biológicas del tumor.
Los datos anteriores constituyen un factor pronóstico importante y permiten la selección de la terapia más óptima. Los patólogos examinan el tejido tumoral. El resultado del examen patomorfológico generalmente incluye los siguientes datos:
a. Estructura histológica del tumor.
Al observar una muestra de carcinoma lobulillar de mama bajo un microscopio, el patólogo evalúa la alineación de las células neoplásicas. Sobre esta base, se distinguen los subtipos histológicos de carcinoma lobulillar de mama.
La variante más común de cáncer de mama lobulillar es el subtipo clásico, en el que las células tumorales se diseminan a lo largo del llamado estroma mamario (bandas de tejido adiposo y tejido conectivo) en forma de tiras hechas de células individuales.
En el tipo sólido de carcinoma lobulillar de mama, las células tumorales forman grandes grupos, y en el tipo folicular, células de tipo vesicular ligeramente más pequeñas.
El tipo túbulo-lobular significa que algunas de las células están dispuestas como en la variante clásica del cáncer, y algunas de ellas forman estructuras en forma de espiral.
Si es difícil seleccionar el patrón predominante de células neoplásicas, se mezcla el tipo histológico de carcinoma lobulillar.
b. Grado de malignidad histológica: clasificación
Otro elemento de la evaluación patomorfológica del cáncer lobulillar de mama es el llamado clasificación, es decir, una evaluación del grado de malignidad histológica.
Se realiza evaluando las células tumorales en términos de su malignidad. Existen parámetros especiales de la estructura celular (por ejemplo, la aparición de núcleos celulares, la presencia de estructuras de división celular) que permiten realizar esta clasificación.
La escala de calificación se divide en tres etapas (G1, G2, G3), siendo G1 la calificación más baja y G3 la calificación más alta. La gran mayoría de los carcinomas lobulillares clásicos de mama se clasifican como G1 o G2.
c. Avance clínico: estadificación
La etapa de avance clínico se evalúa en la clasificación TNM, que se utiliza para evaluar el avance de muchos tipos de neoplasias malignas.
Esta clasificación tiene en cuenta 3 parámetros tumorales: el tamaño del tumor primario (T - Tumor), la presencia de metástasis en los ganglios linfáticos (N-Nodos) y la presencia de metástasis en órganos distantes (M-Metástasis). Para el cáncer de mama, los símbolos utilizados en la clasificación TNM tienen los siguientes significados:
- T1 - tamaño del tumor primario <20 mm,
- T2: tamaño del tumor primario entre 20 y 50 mm,
- T3 - tamaño del tumor primario> 50 mm,
- T4: tumor primario que infiltra la pared torácica y la piel.
- N0: sin metástasis a los ganglios linfáticos circundantes,
- N1 - la presencia de metástasis en 1-3 ganglios linfáticos locales,
- N2: presencia de metástasis en 4-9 ganglios linfáticos locales,
- N3: presencia de metástasis en 10 o más ganglios linfáticos cercanos (o compromiso de ganglios linfáticos distantes),
- M0 - sin metástasis a órganos distantes,
- M1: presencia de metástasis en órganos distantes.
d. Evaluación de tumores moleculares
La etapa final de la evaluación patomorfológica del cáncer lobulillar de mama es el diagnóstico molecular.
Esta prueba permite conocer las características biológicas del tumor y es una guía muy importante para elegir la terapia adecuada. La primera etapa de este diagnóstico es la evaluación de marcadores moleculares, que incluyen receptores de estrógeno, receptores de progesterona y el marcador HER2.
Un resultado positivo de uno de ellos es una indicación para el uso de terapia dirigida dirigida específicamente contra este factor (por ejemplo, terapia anti-estrógenos en presencia de receptores de estrógenos, terapia anti / HER2 en el caso de un resultado positivo de HER2).
Sobre la base de estudios moleculares, se distinguen 4 subtipos de cáncer de mama: luminal A y B, HER2 positivo y basal. La mayoría de los carcinomas lobulillares se incluyen en las tres primeras categorías. El tipo basal, asociado con la mayor agresividad y el peor pronóstico, es extremadamente raro en el cáncer de mama lobulillar.
Carcinoma lobulillar de mama - síntomas
El carcinoma lobulillar de mama tiende a infiltrarse en el estroma de las glándulas mamarias en forma de bandas estrechas.
Este tipo de tumor rara vez forma estructuras compactas. Por este motivo, los síntomas del cáncer de mama lobulillar no son muy característicos.
Rara vez se palpa un bulto en el examen de las mamas. Los síntomas más típicos del cáncer lobulillar de mama son un cambio de consistencia, un engrosamiento o hinchazón de la glándula mamaria.
También vale la pena observar de cerca la piel de los senos para detectar cambios en su estructura y color. Otro síntoma del cáncer lobulillar de mama es que el pezón se retrae, cambia de forma o aparece una secreción anormal.
Carcinoma lobulillar de mama - diagnóstico
El diagnóstico de cáncer lobulillar de mama comienza con una entrevista médica y un examen físico. Cuando hable con su médico, espere preguntas sobre los factores que aumentan su riesgo de desarrollar cáncer de mama (uso de terapia de reemplazo hormonal, antecedentes familiares de cáncer de mama).
Un examen físico de las glándulas mamarias en el carcinoma lobulillar no tiene por qué mostrar ninguna anomalía; Es posible que los cambios perceptibles en las mamas no aparezcan hasta las últimas etapas de la enfermedad.
Las pruebas de imagen son la siguiente etapa en el diagnóstico de cáncer lobulillar de mama. La prueba básica para el cáncer de mama es la mamografía. Desafortunadamente, en el caso del carcinoma lobulillar, la mamografía no siempre muestra los focos tumorales.
La razón de esto es la forma en que crece el carcinoma lobulillar (bandas delgadas y estrechas) y las ligeras diferencias entre el tejido canceroso y el tejido de una glándula mamaria sana.
La sensibilidad de la mamografía para detectar el cáncer lobulillar de mama se estima en 55-80%. (según fuentes). Esto significa que el diagnóstico de este tipo de cáncer a menudo requiere pruebas de imagen adicionales.
La segunda prueba por imágenes que se usa comúnmente es el examen por ultrasonido (USG). Es una herramienta que permite una mejor valoración de las glándulas mamarias, que están dominadas por tejido glandular (este es el caso por ejemplo en pacientes más jóvenes).
En el caso del carcinoma lobulillar de mama, la ecografía, como la mamografía, no es un examen ideal. La sensibilidad de la ecografía en el diagnóstico de cáncer lobulillar oscila entre el 60 y el 90%.
La prueba de imagen más sensible (93% según la investigación) es una resonancia magnética de la mama. La resonancia magnética permite una evaluación precisa del tamaño del tumor, lo que generalmente no es posible con estudios de imágenes con menor resolución.
La principal desventaja de la resonancia magnética es su alto precio en comparación con la mamografía y la ecografía. Durante el diagnóstico por imágenes del cáncer lobulillar de mama, siempre se debe tener en cuenta la tendencia de esta neoplasia a formar muchos focos al mismo tiempo.
Por esta razón, la detección de un tumor siempre es una indicación para un examen completo de ambas glándulas mamarias.
Para establecer el diagnóstico de carcinoma lobulillar de mama, es necesario un examen patomorfológico del tejido tumoral. Sus fragmentos se obtienen durante una biopsia por aspiración. Es una prueba que implica tomar muestras de tejido de un sitio sospechoso de desarrollar un proceso neoplásico.
Además de establecer el diagnóstico, el examen patomorfológico del tejido tumoral permite evaluar sus características biológicas, lo que es crucial para determinar la estrategia de tratamiento.
Carcinoma lobulillar de mama - tratamiento
En el tratamiento del cáncer de mama lobulillar, se utilizan métodos que se utilizan en todos los tipos de cáncer de mama. El método de tratamiento se selecciona individualmente cada vez.
La estrategia terapéutica depende del tipo de cáncer y su estadio. El pilar del tratamiento del cáncer lobulillar de mama es la cirugía en la mayoría de los casos.
En algunos casos, antes de la cirugía se utilizan tratamientos preliminares como la radioterapia, la terapia hormonal o la quimioterapia (la llamada terapia neoadyuvante). Su objetivo es reducir la masa tumoral y eliminar los focos microscópicos de diseminación neoplásica (las llamadas micrometástasis).
El tipo y la extensión de la cirugía para el cáncer de mama lobulillar dependen del tamaño del tumor. En el caso de lesiones relativamente pequeñas se realizan procedimientos conservadores como la tumorectomía (extirpación del propio tumor con un margen de tejido sano) o cuadrantectomía (extirpación de uno de los cuatro cuadrantes de la mama).
Para cánceres más avanzados, puede ser necesaria una mastectomía (extirpación de toda la mama). Cabe mencionar que hoy en día, después de la mastectomía, se realizan con mucha frecuencia procedimientos de reconstrucción de glándulas mamarias.
Durante la cirugía, además de extirpar el tejido tumoral, también puede ser aconsejable extirpar los ganglios linfáticos circundantes. El número de ganglios linfáticos necesarios para la extirpación se determina sobre la base de su examen patomorfológico.
La llamada ganglio centinela, es decir, el ganglio linfático que primero recoge la linfa que fluye desde el área del tumor. Si un examen patomorfológico revela la presencia de células neoplásicas en el ganglio centinela, generalmente es necesario extirpar más ganglios linfáticos.
Después del tratamiento quirúrgico del cáncer lobulillar de mama, a menudo se utilizan métodos complementarios, conocidos colectivamente como terapia adyuvante. El tipo de terapia depende del tipo de tumor y su sensibilidad a varios tratamientos.
Si el tumor depende de las hormonas (por ejemplo, la presencia de receptores de estrógenos), se administra una terapia hormonal complementaria. Esto es muy común en el cáncer de mama lobulillar.
Si el diagnóstico molecular de cáncer lobulillar de mama muestra la característica HER2 +, se inicia el tratamiento dirigido contra HER2 (fármaco trastuzumab). Además, dependiendo de las indicaciones, es posible utilizar varios tipos de quimioterapia y radioterapia.
Carcinoma lobulillar de mama - pronóstico
El pronóstico en el cáncer de mama lobulillar depende, como en la mayoría de las neoplasias malignas, del estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico. La mayoría de los carcinomas lobulillares de mama presentan características de agresividad limitada y malignidad histológica.
Este tipo de cáncer tiene con relativa frecuencia receptores de estrógeno positivos, lo que lo hace sensible a la terapia hormonal.
Por otro lado, el patrón de crecimiento específico de este tumor da como resultado un período asintomático relativamente largo y dificultades en la visualización en los estudios de imagen estándar.
Por esta razón, el carcinoma lobulillar de mama a veces se detecta solo en una etapa superior de avance. Cuanto antes logre diagnosticar y comenzar el tratamiento del cáncer de mama lobulillar, mayores serán las posibilidades de una recuperación y recuperación completas.
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