La nomofobia es un trastorno neurótico del siglo XXI. La nomofobia afecta a los usuarios de teléfonos móviles que tienen demasiado miedo de perder el acceso a ellos. ¡Lee qué es exactamente la nomofobia y consulta en nuestra galería si notas sus síntomas en tu comportamiento!
Tabla de contenido:
- Nomofobia: ¿que es?
- Nomofobia: síntomas
- Nomofobia: Tratamiento
La nomofobia es una abreviatura de "sin fobia al teléfono móvil", que significa miedo a no poder utilizar un teléfono móvil.
Nomofobia: ¿que es?
La investigación sobre la influencia de los teléfonos móviles en nuestras vidas se ha llevado a cabo casi desde que los propios teléfonos se han utilizado ampliamente. En 2008, se realizó una encuesta encargada por Royal Mail1 entre los británicos, que encontró que el 53% se siente ansioso cuando no tiene un teléfono a mano, cuando pierde cobertura o tiene poca batería. Fue durante este estudio que se utilizó por primera vez el término "nomofobia".
Le siguieron otros, realizados en varios países. En 2011, se realizó un estudio entre adolescentes polacos como parte de la campaña "¡Atención! Adicción al fono" (la adicción al fono es la adicción al uso de un teléfono móvil). Resultó que un día sin teléfono celular es algo inimaginable para el 36% de los encuestados, y una de cada tres personas de entre 12 y 19 años regresaría a casa si se olvidara de llevarse el teléfono2.
Según datos de la Oficina Central de Estadística, a finales de 2017, más de 52,9 millones de tarjetas SIM estaban activas en Polonia, y cabe agregar que actualmente (febrero de 2019) nuestro país tiene casi 38,5 millones de habitantes. Por eso, no es difícil notar que hay muchos más teléfonos que personas.
Sin embargo, vale la pena señalar que el uso frecuente de la célula no es sinónimo de nomofobia. Muchas personas no pueden imaginar que sobrevivirán ni siquiera un día sin él, están ansiosas por usar aplicaciones o mensajeros. Y no nos olvidemos de Internet: devora gran parte del tiempo que pasamos en el teléfono. Nos proporciona acceso a redes sociales, páginas favoritas, la posibilidad de buscar (más o menos) información útil.
"Colgamos" el teléfono en casa, en el trabajo y en el transporte público. Lo usamos en la cama y en el baño. Aún así, no tenemos por qué sufrir de nomofobia.
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Nomofobia: síntomas
No en vano, "nomofobia" incluye el término "fobia". Aunque la mayoría de nosotros tenemos miedo de perder el contacto con el mundo / otras personas, lo cual es posible gracias al teléfono móvil, nos damos cuenta de que la falta de acceso al mismo, perderlo por unos días o la batería descargada no son un problema que no se pueda solucionar.
No estaremos satisfechos, pero esperaremos, encontraremos otra fuente de contacto con los seres queridos - por ejemplo, le informaremos que estaremos disponibles por teléfono, correo electrónico o simplemente no nos contactaremos por algún tiempo.
Una persona con nomofobia reacciona de manera diferente. Para ella, la falta de un teléfono celular y la mera idea de tener acceso a él cortado es el proverbial fin del mundo. En las personas con fobias, el miedo a perder una célula es tan fuerte que impide el funcionamiento diario normal.
La sola idea de perder el acceso al teléfono o la ocurrencia de tal evento en una persona con nomofobia se desarrolla: mareos, dificultad para respirar, aumento de la frecuencia cardíaca, náuseas, hiperhidrosis.
Es importante destacar que una persona con nomofobia sabe que sus miedos son irracionales, pero no puede lidiar con ellos.
Más síntomas, característicos no de la fobia en sí, sino más específicamente de la nomofobia, se pueden encontrar en la galería adjunta. Compruebe si reconoce sus síntomas.
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En primer lugar, vale la pena comprobar si realmente padecemos nomofobia; cuando encontramos que este problema se aplica a nosotros, vale la pena acudir a un psicólogo o psicoterapeuta.
En el caso de la nomofobia y el fonoholismo, así como otras adicciones conductuales, la participación en grupos de apoyo para personas que luchan con el mismo problema funciona muy bien.
Si no queremos compartir nuestras emociones con los demás, vale la pena probar la terapia cognitivo-conductual individual.
También se recomienda la desintoxicación digital: renunciar, primero de forma limitada, al acceso al teléfono y dedicar este tiempo a, por ejemplo, la actividad física o el uso de métodos de relajación, por ejemplo, entrenamiento autógeno de Schultz o yoga, meditación, leer un libro.
Sin embargo, no siempre tales intentos de forma independiente, sin el apoyo del terapeuta, traerán el resultado esperado.
Fuentes:
1. https://lib.dr.iastate.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=5012&context=etd
2. http://www.uzalezieniabehawioralne.pl/raporty-z-badan/fonoholizm-skala-zjawiska-wsrod-polskich-nastolatkow/
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