14 de abril de 2019 en el Centro de Oncología, Instytut im. Maria Skłodowskiej-Curie, jóvenes médicos de la Cámara Médica del Distrito de Varsovia, junto con representantes de la Unión Polaca de Oncología, el Colegio de Médicos de Familia y voluntarios de la comunidad de Sain't Egidio, pidieron vacaciones conjuntas con sus familiares.
Durante las próximas vacaciones de Semana Santa, no dejes a abuelos, abuelas, padres ... en el hospital. La enfermedad, la debilidad de una edad avanzada es un trauma suficiente, y la soledad en las vacaciones es una experiencia emocionalmente difícil y muy onerosa para todas las personas. Mientras no existan contraindicaciones clínicas, repitieron los médicos, pasemos este tiempo juntos en nuestros hogares.
Es mejor pasar las vacaciones en casa, no en un hospital
El Dr. Michał Sutkowski, portavoz del Colegio de Médicos de Familia, agregó que las personas mayores a menudo no quieren que nosotros, mucho más jóvenes y saludables, "causemos problemas"; ellos mismos se esconden en las sombras, sugieren que descansemos en Navidad sin su "presencia agravante" ...
No dejemos que lo hagan por una conveniencia momentánea y aparente, preguntaron los participantes de la reunión en un lugar tan emotivo como el hospital oncológico más grande de Varsovia.
- No juzgamos a nadie. Entendemos lo difíciles que pueden ser las situaciones de la vida. Rara vez en blanco y negro. Somos conscientes del enorme estrés que genera el diagnóstico de cáncer no solo en el paciente, sino también en sus familiares y el esfuerzo que requiere para afrontar este desafío. Por lo tanto, mientras se ejecuta el proyecto "Ración médica del estado", pedimos su apoyo para la idea del voluntariado estudiantil y para introducir Horas de salud en el plan de estudios de la escuela, donde también puede discutir los desafíos éticos relacionados con la crisis de salud en la vida humana, agregó Anna Jasińska, portavoz de la Unión Polaca de Oncología.
Pero aquí y ahora, el Domingo de Ramos en COI, sin arreglos sistémicos, más de 30 personas se presentaron espontáneamente y pasaron varias horas en las camas de los enfermos.
Pequeños obsequios: corderos de azúcar, libros, palmas despertadas al principio sorpresa, pero luego sonrisas de los destinatarios. El recuerdo en sí y el momento de sincera atención que se les dedicó, afirmaron, fueron los más agradables.
Uno de los jóvenes voluntarios, que salió del hospital después de la visita, dijo que era el domingo con más sensatez.
La presencia no solo de médicos y voluntarios, sino también de periodistas en el Centro de Oncología fue un signo importante de conciencia social del lema de la campaña: Fiestas Comunes.