La tendencia de la comida lenta es una contrapropuesta a la cultura de la comida rápida que destruye a la gente. Se trata de elegir con cuidado lo que comemos y disfrutar de la comida sin prisas. Elegimos productos no elaborados y elaborados de forma tradicional y protegemos los platos locales del olvido.
La palabra inglesa "fast" significa rápido, apresurado, imprudente y "comida" significa comida, comida. Y así es nuestra vida cotidiana: vivimos y comemos apresurados, mal pensados.
El dictado de "hazlo más rápido" es común. Miles de millones de correos electrónicos se apresuran en Internet a la vez, la gente se apresura a trabajar, la velocidad se convierte en la regla.
Esta fiebre también se extiende al ámbito del consumo. La gente consume cada vez más sobre la marcha. Un sándwich caliente en un rincón de comida rápida en la esquina y los platos calentados en microondas se están convirtiendo en algo común. No tenemos tiempo para disfrutar de nuestras comidas, no nos importa la calidad de la comida. Y, sin embargo, nuestra salud y condición dependen de cómo comemos. De ahí el problema del sobrepeso y la obesidad, así como el rápido aumento del número de personas que padecen enfermedades de la civilización.
Comida lenta - al ritmo de un caracol
La idea de Slow Food es una protesta contra la aceleración del mundo moderno. A ella asisten no solo nutricionistas, sino también políticos, periodistas, científicos y publicistas. No en vano, el símbolo del movimiento Slow Food es un caracol, una criatura que es lenta por naturaleza y, por lo tanto, no encaja en el mundo moderno. Expresa un deseo de cambiar el tiempo, de contrarrestar algunos malos hábitos, presentes y futuros. Un caracol es una especie de símbolo contra la velocidad, una obsesión del mundo moderno. Es un elogio no solo por el descanso y la relajación de los que carecen nuestras vidas, sino que también penetra en el ámbito del consumo de alimentos.
Pues Slow Food asume comer con calma, despacio, sin prisas y con concentración. Durante la comida, debe disfrutar del sabor y el olor de los platos. Así que no más comer sobre la marcha, en comida rápida o incluso en la calle.
Se supone que Slow Food hace que las personas se tomen un descanso de sus deberes diarios por un tiempo para comer algo sabroso y saludable en paz y tranquilidad.
Importante
Slow Food no solo es una tendencia mundial de moda, sino también una organización sin fines de lucro fundada en Italia en 1986 por el arquitecto Carlo Petrini. En la actualidad, Slow Food es una organización internacional que agrupa a más de 65 mil. miembros en 35 países.
La sucursal de Slow Food abrió en Polonia en diciembre de 2002. El primer proyecto (¡y el primer gran éxito!) Implementado por activistas polacos de Slow Food se llamó "Oscypek". Su tarea consistía en introducir regulaciones legales que permitieran la venta legal de este queso tradicional polaco producido en Podhale y su promoción en Polonia y en todo el mundo.
Slow food - elogio de la tradición
Slow Food quiere proteger del olvido a todas las "especies en peligro" de platos. La iniciativa recibió el nombre de The Ark of Taste, una clara referencia al arca bíblica de Noé, amenazada por un diluvio de comida rápida. El hombre debe garantizar la supervivencia de especies de animales en peligro de extinción, hierbas comestibles, especias, cereales y frutas, incluidas las silvestres. Hay que salvar productos originales, tradicionales y únicos en el mundo.
Slow food es un alimento poco procesado, producido mediante métodos tradicionales, sin pasar por alto por completo las tecnologías avanzadas de producción de alimentos. Por eso la organización Slow Food apoya a los pequeños productores de buena comida. La industria alimentaria, de acuerdo con la idea de Slow Food, no permite, por ejemplo, mezclar, moler, freír o el funcionamiento a alta presión. No utiliza aditivos artificiales, colorantes, saborizantes, conservantes, sustitutos, potenciadores del sabor y aroma. Los métodos utilizados en la tecnología lenta son solo ahumado, guisado, marinado, maduración y exprimido tradicionales. Todas las materias primas utilizadas en la producción deben ser de origen totalmente natural.
Estos alimentos no solo tienen un sabor y un olor únicos, sino también un valor nutricional mayor. Es muy similar a la comida natural, por lo que es bien absorbido por el organismo. No es alergénico y no causa intoxicación alimentaria. Tal comida es simplemente saludable y segura. Los partidarios de Slow Food enfatizan que los alimentos producidos sin una fuerte intervención humana retienen sustancias biológicamente activas que protegen contra enfermedades, fortalecen las defensas y rejuvenecen.
Slow food - armonía total
La idea de Slow Food no se trata solo de comida tradicional sana, menos procesada y de saborear su sabor. La filosofía Slow Food tiene una dimensión más amplia, también se traslada a otros ámbitos de la vida. Para vivir en un estilo de vida lento, debe reducir la velocidad, incluso detener la prisa de la vida, dirigirse hacia la naturaleza. Dedique menos tiempo a las tareas diarias, el trabajo y la adquisición de bienes materiales, y más tiempo en comunión con la naturaleza. Descansar en el seno de la naturaleza es más efectivo: restaura la paz y calma todo el cuerpo, es un alivio tanto para el cuerpo como para el alma. Los partidarios de la idea de la vida lenta argumentan que gracias a esto recuperaremos una sensación de satisfacción y armonía interior. Y los médicos aseguran que tal desaceleración en la rotación y, al mismo tiempo, una nutrición más consciente minimizará el riesgo de un ataque cardíaco, diabetes e incluso cáncer.